Hace muy pocos años, tener un McLaren en el garaje era sinónimo de un nivel de exclusividad extremo. No nos engañemos, a día de hoy todavía continúa siendo una rareza hasta ver uno por la calle, si bien la producción de los vehículos del fabricante británico está creciendo hasta límites insospechados. Y es que durante los últimos cinco años, la marca de Woking ha construido la friolera de 10.000 unidades, cifra que aún queda muy lejana con respecto a las firmas generalistas pero que para una compañía como McLaren es realmente alta.
El punto de partida se inició con el lanzamiento del primer McLaren de la nueva era, el MP4-12C, al que conocimos en el año 2011. Con estas cifras, McLaren Automotive, la división más deportiva de la marca, ha conseguido beneficios en el tercer trimestre del año. Desde el lanzamiento del MP4-12C, McLaren necesitó 42 meses para fabricar 5.000 unidades; sin embargo, para elaborar los siguientes 5.000 McLaren únicamente hicieron falta 22 meses -casi la mitad de tiempo-. Debido a ello, la producción diaria pasó de 10 a 20 vehículos, razón por la que McLaren se vio obligada a añadir un nuevo turno en su fábrica.
Si dividimos las cifras por año desde 2013, McLaren fabricó 1.400 unidades en 2013, 1.648 en 2014, 1.654 en 2015 y unas 3.000 en 2016; lo cual nos pone en perspectiva de la progresión sufrida por la marca. Concretamente, la unidad número 10.000 ha sido un McLaren 570S de color Ceramic Grey. Por su parte, Mike Flewitt, CEO de McLaren Automotive, ha afirmado que «la producción del McLaren número 10.000 es un hito importante en la corta historia de la compañía. Gran culpa de esta evolución es de la familia Sports Series, por lo que resulta especialmente indicado que el coche diez mil sea un 570S».