Solo hace basta un simple vistazo para ver lo imponente que es el Mercedes-Benz EQC 4×4². La compañía alemana quiere demostrar con este prototipo que la movilidad eléctrica no es únicamente extrapolable a la ciudad, sino que también se puede concebir para fuera de la carretera y este particular EQC es la prueba de ello.
Este prototipo ha sido desarrollado por un pequeño equipo a las órdenes de Jürgen Eberle, ingeniero de desarrollo de Mercedes. «Nuestro objetivo es combinar el lujo y la sostenibilidad con un atractivo emocional. El EQC 4×4² muestra lo agradable que puede ser la movilidad eléctrica. Para decirlo de manera breve, el refinamiento de nuestros vehículos eléctricos pero concebido para fuera de la carretera», comentaba Markus Schäfer, miembro del consejo de administración de Daimler.
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El Mercedes-Benz EQC 4×4² se basa en el EQC 400 4MATIC, el cual extrae una potencia de 300 kW –el equivalente a 408 CV– y desarrolla un par máximo de 760 Nm. Una batería de iones de litio ubicada bajo el piso del vehículo y con 80 kWh de capacidad se encarga de alimentar los motores eléctricos y otorga a este todocamino una autonomía de 410 kilómetros, según el ciclo de homologación WLTP.
Y hasta aquí las similitudes con el EQC. Su altura al suelo es de 293 mm -se eleva el doble que el EQC estándar, el cual tiene una altura de 140 mm y 58 mm más que el Clase G-. La profundidad de vadeo se incrementa de 15 a 40 centímetros. La enorme distancia al suelo es posible gracias a la conversión a ejes de pórtico: a diferencia de los ejes convencionales, las ruedas no están a la altura del centro del eje, sino que están situadas mucho más abajo en los cubos del eje debido a los engranajes del pórtico. La suspensión 4×4² se fija a los mismos puntos de montaje de la carrocería que la suspensión estándar.
Sus ángulos de aproximación y salida tampoco se quedan atrás: 31,8 grados en la parte delantera y 33 grados en la parte trasera. Para que te hagas una idea, un Clase G convencional tiene un ángulo de aproximación y salida de 28 grados. Los programas de conducción todoterreno aprovechan la lógica de alto rendimiento de los modelos GLC actuales. Por ejemplo, al utilizar intervenciones de freno específicas, esto permite una curva de par mejorada al arrancar en terreno resbaladizo. En combinación con los neumáticos de tamaño 285/50 R 20, esto da como resultado una impresionante firmeza en el terreno.
Una experiencia sonora única
Otro punto a destacar del EQC 4×4² es la experiencia de sonido con su propia experiencia sonora. Estos sonidos le dan al conductor información sobre la disponibilidad del sistema y el estacionamiento del vehículo. Está influenciado por varios parámetros como la posición del pedal del acelerador, la velocidad o la tasa de recuperación de energía. La tecnología utiliza algoritmos para calcular los sonidos provenientes del amplificador del sistema de sonido en tiempo real y los altavoces interiores para reproducirlos.
El EQC estándar utiliza el Sistema de alerta acústica de vehículos o AVAS requerido por ley para reproducir los sonidos. El EQC 4×4² tiene un AVAS específico más potente y utiliza los faros como altavoces externos. ¿Llegará este modelo finalmente a la producción? A nosotros nos encantaría.
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