Parece que Mercedes-AMG ha decidido poner algo de calma en algunos de sus deportivos, o al menos, dar la elección a sus clientes entre potencia bruta o versiones más sensatas. Es lo que ha pasado con el nuevo Mercedes-AMG GT 43, que a diferencia de su hermano mayor, el AMG GT 63, prescinde del bloque V8 para dar la bienvenida a un motor cuatro cilindros. El mismo que la marca de la estrella ya tiene en el Mercedes-AMG A 45 S. Aunque menos potente, las premisas siguen siendo las mismas: conjugar de la mejor manera posible rendimiento, lujo y confort.
Con 4,73 metros de largo, 1,93 metros de ancho y 1,35 metros de alto, es tan sólo 5 cm más corto que la variante superior. Estéticamente, el nuevo Mercedes-AMG GT 43 no cambia prácticamente nada. Tomando como base los elementos ya presentados en esta segunda generación, apuesta por una parte delantera no tan agresiva, con un pasos de rueda claramente más estrechos. De perfil, se puede elegir con llantas de 19, 20 o 21 pulgadas, mientras que detrás tenemos una salidas de escape ahora redondeadas.

El interior no presenta cambios y apuesta por mezcla de lujo y deportividad a través de unos asientos AMG con ajuste eléctrico y tapizados en cuero napa. Por su parte, el salpicadero mantiene la disposición de elementos del Mercedes-AMG GT 63 gracias a una instrumentación híbrida con elementos analógicos y digitales, además de un sistema de infoentretenimiento con una pantalla de 11,9 pulgadas desde donde se operan las principales funciones del coche.
El Mercedes-AMG GT 43 desarrolla una potencia de 422 CV
Además de los 585 CV que despliega el motor V8 biturbo de 4.0 litros, el Mercedes-AMG GT se puede elegir ahora con el cuatro cilindros turbo de 2.0 litros, el cual desarrolla una potencia de 422 CV y un par máximo de 500 Nm. Pero a diferencia del Mercedes-AMG A 45 S, el nuevo AMG GT 43 estrena un sistema de hibridación ligera de 48V gracias a un pequeño motor eléctrico instalado en el propio turbo. Así, en combinación con la caja de cambios automática de nueve velocidades, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos, mientras que su techo de velocidad es de 280 km/h.

A esto, se suma un tren de rodaje deportivo equipado con amortiguadores de aluminio de altas prestaciones y muelles helicoidales de bajo peso. Para compensar la menor potencia, se ha reducido el peso del conjunto empleando soluciones como el aligeramiento de las barras estabilizadoras delanteras y traseras o el uso de materiales compuestos para los discos de freno perforados. Opcionalmente, se puede equipar con amortiguación adaptativa o con las ruedas traseras direccionables. En cuanto a fecha de lanzamiento o precio, Mercedes aún no se ha pronunciado.
