El primer Mercedes Clase S apareció en los años 70 con la serie W116, y tras seis generaciones de éxito, nos encontramos con la actual serie W222, en el mercado desde el año 2013, y que en 2017 recibió un restyling, del que hablamos en profundidad tras su puesta de largo en el Salón de Shanghái. En el mercado rivaliza con el Audi A8, el BMW Serie 7 o el Lexux LS.
Así es el Mercedes Clase S por fuera
El Clase S está disponible en varias carrocerías: berlina (corta de 5.125 mm de longitud y Limousine de 5.255 mm), Coupé y Cabrio, ambas de 5.051 mm de longitud. También existe una carrocería todavía más larga que la Limousine, llamada Maybach de 5.462 mm de longitud.
Como hemos comentado, en el Salón Internacional del Automóvil de Shanghái 2017 fue presentado el restyling de la berlina y ese mismo año, en el Salón de Frankfurt, llegó el restyling de las versiones Coupé y Cabrio. Estos rediseños trajeron importantes mejoras tecnológicas, cambios en los interiores y exteriores, así como un aumento de la gama de motores.
En un primer cara a cara con el Clase S nos llama la atención su frontal, completamente renovado, con un carácter más deportivo e intimidante, acorde a la línea que sigue la marca. Los faros reciben la tecnología Multibean LED para la berlina y OLED para los Cabrio y Coupé. En la zaga recibe un nuevo paragolpes trasero, con nuevos embellecedores de escape y unos renovados faros traseros. También hay nuevos diseños de llantas que van desde las 17 a las 20 pulgadas; estas últimas para la versión AMG. La capota de la versión cabrio sigue siendo de lona, negra de serie, con varios colores en opción.
Un interior muy refinado
Probablemente el Clase S tiene uno de los mejores equipamientos interiores del mercado actual. En la berlina las dimensiones internas no han variado en este restyling, y la capacidad del maletero, 400 litros en la versión híbrida y 510 litros en el resto de versiones, tampoco se ha visto afectada. Sin embargo, sí lo han hecho las posibilidades de personalización de las molduras ornamentales (fibra de carbono, lacados, cinco maderas distintas) y de la tapicería (nuevos napas y cueros), siendo todas estas opciones exclusivas, totalmente personalizables y de máxima calidad.
El diseño general del salpicadero se ha renovado, y cuenta con dos pantallas contiguas de 12,3″ cada una, a las que se les ha mejorado su resolución, incluyendo nuevos tipos de estilos gráficos. El volante recibe un nuevo diseño más deportivo de tres radios, con un par de mandos táctiles y una nueva palanca para los mandos del programador de velocidad activo. En el Coupé el maletero se mantiene en los 400 litros de capacidad y en el Cabrio en 350 litros. En el interior de estos modelos nos encontramos con materiales de la más alta calidad, estrenando tres nuevos acabados (madera de nogal, fresno y magnolia) junto con tres tapicerías disponibles, todos ellos con un tratamiento sublime. Al igual que la berlina, el salpicadero cuenta con la doble pantalla de instrumentación y multimedia, al igual que el nuevo diseño del volante.
Así es la gama de motores del Mercedes Clase S
Con este restyling se dotan de nuevos motores a la berlina: dos diésel de seis cilindros en línea, uno de 286 CV (S350d) y otro de 340 CV (S400d); otros dos gasolina de 6 cilindros en línea S450 de 367 CV y S500 de 435 CV, y por último el V8 biturbo de 4 litros (sustituye al V8 de 5.5 litros del 2013), con otras dos opciones: el S560 de 469 CV y el S63 4MATIC de 612 CV, con una aceleración de 0 a 100 de 3,5 segundos.
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Otra novedad es la versión híbrida enchufable, llamada S560e, que cuenta con una combinación de motor térmico 3.0 V6 de 367 CV y un motor eléctrico de 121 CV, este último con una autonomía de 50 km en modo 100% eléctrico. Por otro lado, el Cabrio sólo se puede elegir con el motor V8 Biturbo, en dos opciones, el S500 de 455 CV o el S63 AMG 4MATIC de 585 CV; mientras que el Coupé además de los dos motores del Cabrio, también se puede elegir con el V12 S65 AMG de 630 CV. En todos ellos (Berlina, Coupé o Cabrio), la transmisión siempre es automática de 7 o 9 velocidades, existiendo la posibilidad de escoger entre configuración de tracción trasera o tracción total 4MATIC según las versiones.
Así va en marcha
Al volante resulta un coche refinado y ágil pese a sus casi sus dos toneladas. Esto se hace posible por la presencia de una dirección muy ligera y precisa, con un confort interior extraordinario, capaz de filtrar cualquier ruido procedente del exterior y consiguiendo prácticamente un aislamiento del 100% en su interior.
Sin duda lo que más destaca del Clase S es su confort en marcha gracias en gran medida a su suspensión, la ya conocida neumática AIRMATIC y una nueva suspensión llamada ABC (de serie en los S600, S650 y AMG S65) que, mediante la función MAGIC BODY CONTROL, es capaz de leer el perfil de la carretera con una cámara y adaptar los amortiguadores antes de que el coche negocie cualquier bache para filtrar al máximo en el interior. En cuanto a sus consumos mixtos, el motor más eficiente es el S350d con un consumo homologado de 5.4l/100km, mientras que la versión más potente, el S65 AMG, tiene un consumo homologado de 11,9l/100km. Respecto a la variante híbrida enchufable, el consumo homologado es de 2,1l/100km, oficialmente, ya que el consumo real se acerca a unos 7,5l/100km. Esto es debido a que se homologan comenzando el test con la batería al completo y sólo durante los 100 primeros kilómetros.
Se nota que Mercedes ha invertido mucho esfuerzo en el desarrollo de funciones de conducción semiautónomas, con un sinfín de ayudas a la conducción, como el sistema de evasión de peatones, la función CAR-TO-X que nos avisa de los peligros por voz, el chequeo del tráfico de los carriles colindantes al vehículo y el sistema ENERGIZING que reconoce el estado de ánimo del conductor para crear un ambiente más acorde adaptando la climatización, la música, luces ambiente e incluso el masaje en los asientos.
- Lo mejor: su habitabilidad, confort, tecnología y acabados de lujo.
- Lo peor: su precio, al alcance de los bolsillos más exquisitos.