En 2012, Mercedes cambió por completo el estilo del Clase A, transformándolo de un monovolumen urbano a un compacto del segmento premium. El tiempo les dio la razón, ya que se convirtió en un gran éxito de ventas pese a contar con rivales tan asentados como el Audi A3 o el BMW Serie 1. El nuevo Clase A llega con un precio de partida de 31.400 euros, que es lo que cuesta la versión de acceso A 200 con cambio manual -estará disponible en julio- de la que ya hemos hablado en profundidad.
La cuarta generación ha mejorado en todos los aspectos en los que su antecesor era más criticado: calidad, habitabilidad, equipamiento tecnológico… En este último aspecto, además, se sitúa como la nueva referencia gracias al sistema multimedia MBUX, que engloba entre otras funciones, la navegación realidad aumentada o el reconocimiento de voz natural. El primero funciona mediante una cámara ubicada en el parabrisas y muestra indicaciones sobre señales, números de vivienda… El segundo se activa mediante la voz sin necesidad de pulsar ningún botón -basta con pronunciar ‘Hola Mercedes’- y permite buscar lugares en el navegador, subir o bajar la temperatura de la climatización, abrir la persiana del techo solar… El MBUX está incluido en el paquete Advantage -desde 1.210 euros- o Premium -desde 3.110 euros-, mientras que para la realidad aumentada hay que sumar a partir de 333 euros.
Mercedes Clase A 2018: así es por fuera
El nuevo Clase A ve aumentadas ligeramente sus dimensiones respecto al anterior modelo; en concreto, crece 12 centímetros de longitud -alcanza los 4,42 metros-, 2 cm más de anchura y 1 cm más de altura. El diseño comparte algunos rasgos con el CLS, como los pilotos traseros, y cuenta con el mejor coeficiente aerodinámico de la categoría -Cd de 0,25-. Al igual que su predecesor, en España, sólo estará disponible en carrocería de cinco puertas; para otros mercado habrá una versión sedán.
Mercedes Clase A 2018: así es por dentro
El interior ha cambiado por completo, con una mejora notable en lo que a materiales y terminación se refiere. El cuadro de mandos es digital, con una pantalla de 7″ de serie y una de 10,25″ en opción -desde 3.110 euros-. La pantalla central también tiene dos configuraciones, con idéntico tamaño a la instrumentación, y puede manejarse de cuatro maneras distintas: pulsando sobre la propia pantalla -una novedad en Mercedes-, mediante un panel táctil situado entre los asientos, por comandos de voz o con unos mandos ubicados en el radio izquierdo del volante. Se mantienen botones físicos para el acceso a las funciones más habituales, como la navegación o el sistema de audio.
La habitabilidad, uno de los puntos críticos del anterior Clase A, también ha mejorado… aunque sigue sin ser un coche amplio en las plazas traseras, especialmente por altura libre al techo. En los asientos delanteros sí hay bastante más anchura, similar a la que ofrece un Volkwagen Golf, que es uno de los mejores en este aspecto. Las posibilidades de equipamiento de confort también le sitúan como el mejor de la categoría: como opción, dispone de elementos como los asientos delanteros ventilados -desde 4.102 euros-.
Por otra parte, el maletero crece en 29 litros respecto a su antecesor -alcanza los 370 litros-, de modo que sigue por debajo de un Audi A3 Sportback -380 litros-. Dispone de un kit reparapinchazos de serie, con la posibilidad de sustituirlo por unos neumáticos de tipo run flat, desde 290 euros.
Mercedes Clase A 2018: así es por su gama
La oferta mecánica inicial del Clase A 2018 está compuesta por un gasolina 1.3 turbo con 163 CV -A 200- y un diésel 1.5 con 116 CV. Ambos están asociados a una caja de cambios automática de doble embrague y siete relaciones, si bien a partir de julio habrá estará disponible una manual para el primero -en el diésel llegará más adelante-. También habrá una versión de gasolina 2.0 con 224 CV -A 250-, que estará disponible en verano y sólo se ofrecerá junto con la transmisión automática 7G-DCT.
El 1.3 gasolina procede de un desarrollo conjunto con Renault y cuenta con un sistema de desactivación de dos cilindros que ayuda a reducir el consumo. El diésel, por otra parte, es el mismo que se empleaba en la anterior generación, aunque con mejoras para aumentar la potencia.
El Clase A no dispone de acabados como tal, aunque se pueden elegir diversas líneas estéticos, como la deportiva AMG Line -desde 1.222 euros- o un paquete Night -desde 1.065 euros- que añade elementos en color negro brillante.
Mercedes Clase A 2018: así va
Las mejoras dinámicas del nuevo Clase A son notables en todos los sentidos, especialmente en lo que respecta a la comodidad. Cabe destacar que ahora puede incorporar una suspensión de dureza variable -desde 1.319 euros-, que viene acompañada de un esquema trasero multibrazo en lugar de un eje de torsión. Las dos unidades que hemos conducido contaban con este sistema, que proporciona una excelente relación entre confort y estabilidad.
Mercedes ha puesto especial énfasis en la insonorización, y pese a la evidente mejora respecto al anterior, pese a lo cual sigue sin ser un coche especialmente silencioso en autopista debido al ruido de rodadura y aerodinámico -en la zona de los retrovisores-.
En lo que respecta a los motores, el gasolina 1.3 da un resultado muy satisfactorio por prestaciones y agrado de funcionamiento, que viene acompañado de una mayor suavidad y rapidez de la caja 7G-DCT. El diésel transmite más vibraciones al habitáculo y sus prestaciones son claramente inferiores, y dado que apenas es 1.000 euros más barato -32.700 euros frente a los 33.657 euros del A 200- es menos recomendable.
Ficha técnica: Mercedes A 200 7G-DCT
| Motor | 4 cilindros, 1.332 cc |
| Potencia máx. | 163 CV (120 kW) a 5.500 rpm |
| Par máximo | 250 Nm a 1.620 rpm |
| Cambio | Automático de 7 velocidades |
| Tracción | Delantera |
| Suspensión del./tras. | McPherson/eje torsional |
| Dimensiones | 4.419 / 1.796 / 1.440 mm |
| Peso | 1.375 kg |
| Neumáticos | 205/55 R17 |
| Velocidad máx. | 225 km/h |
| 0-100 km/h | 8,0 s |
| Consumo (U/EU/C) | 6,8 / 4,5 / 5,3 l/100 km |
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