Por fuera, parece que Mercedes ha intentado que el Sprinter sea fácilmente reconocible como uno de sus modelos: La parrilla es más grande, luce tres barras horizontales y está situada en una posición más vertical que hasta ahora; por su parte, los faros más angulosos recuerdan a los de los últimos turismos de la marca, como los del nuevo Clase E.
Los motores han sido revisados: A los dos diésel de 95 y 190 CV -con consumos rebajados frente a los del anterior modelo-, se une un propulsor 1.8 con versiones capaces de funcionar con gasolina o gas natural, de 156 CV de potencia. Todos ellos cumplen con la normativa Euro VI de emisiones, que entrará en vigor en Europa en el año 2015. Los consumos más bajos –Mercedes anuncia cifras a partir de los 6,3 litros a los 100 km– no sólo se han conseguido retocando los motores: También influyen medidas como la reducción de la altura al suelo del Sprinter. Todas las motorizaciones van unidas a la caja de cambios automática 7G-Tronic de siete velocidades. Mercedes asegura que el nuevo Sprinter será también más económico, al haber extendido sus intervalos de mantenimiento hasta los 60.000 km.
Sin duda, Mercedes no querrá que se repitan noticias como el discreto resultado del Citan en los crash tests de Euro NCAP -donde sólo consiguió tres estrellas cuando lo habitual son puntuaciones más altas-. Entre el equipamiento de serie, el Sprinter incluye tecnología sólo vista hasta ahora entre las berlinas: Asistente de mantenimiento del carril, regulación automática de luces y, como opciones, el sistema de prevención de las colisiones Pre-Safe, el asistente de ángulo muerto… El nuevo Mercedes Sprinter saldrá a la venta en junio.
