La climatización del habitáculo puede convertirse en un buen destino para las emisiones de CO2, tal y como demuestra Mercedes-Benz. La marca alemana está en proceso de desarrollo de un sistema de climatización que utiliza el CO2 como gas refrigerante gracias a la modificación del diseño de ciertos elementos en la maquinaria del aire acondicionado. Precisamente por ello no se espera su implantación definitiva hasta 2017, que llegará con el Clase S y con la próxima generación del Clase E.
Así, los conductos y las juntas han sido diseñados bajo los estándares de calidad de las principales empresas alemanas, pertenecientes a la Asociación Alemana de la Industria del Motor -VDA-, pues la presión de trabajo de la refrigeración pasaría a ser de aproximadamente 100 bares, multiplicando de los sistemas actuales por 10. De esta forma, Mercedes se convertirá en el primer fabricante en usar este sistema, que promete ser la referencia para los demás con vistas a cumplir las exigentes medidas anticontaminación de la UE.
La división de los nuevos componentes en diversos compartimentos permitirá un enfriamiento o calentamiento de la cabina más efectivo y en menor tiempo. Además, para evitar problemas con el gas, Mercedes incluirá el líquido refrigerante R1234yf, aprobado por la UE y que garantiza seguridad incluso en caso de accidente frontal, ya que tanto el CO2 como el propio líquido quedarían protegidos de la alta temperatura del motor de combustión.