Después de muchos años de desarrollo, los investigadores de la Universidad de Nueva Gales en Sydney, Australia, han fabricado un compacto motor eléctrico de tipo síncrono de imanes permanentes (el que generalmente encontramos en los coches eléctricos), que pretende ser una auténtica revolución.
Este motor tiene una característica muy importante, ya que es capaz de girar muy rápido, alcanzando las 100.000 revoluciones por minuto, siendo el motor de imanes permanentes más rápido del mundo. Logrando esto, se consigue mayor potencia pudiendo reducir su tamaño y por lo tanto su peso, coste de fabricación y energía consumida.
Para su diseño han empleado un programa de inteligencia artificial, desarrollado en la propia universidad. Este programa fue capaz de seleccionar 45 de los 90 diseños propuestos, en función de diferentes aspectos fundamentales previamente seleccionados.
Gracias a esto, han conseguido una gran robustez en cada una de las piezas, pudiendo alcanzar velocidades de giro muy elevadas con total fiabilidad y una densidad de potencia máxima de 7 kW por kilo.
Según el Dr. Guoyu Chu, creador de este motor, su diseño y funcionamiento se puede adaptar a cualquier vehículo eléctrico, con tan sólo reducir su velocidad de giro. Por ejemplo, para que un motor desarrolle 200 kilovatios (272 CV), es necesario que tan sólo alcance 18.000 revoluciones por minuto. El empleo de este motor, permite reducir los costes, ya que una misma mecánica se puede montar en infinidad de modelos y versiones (compactos, SUV, superdeportivos…), aumentando la autonomía entre un 5 y un 10% respecto a los que equipan ahora.
El equipo de desarrollo confía plenamente en la tecnología empleada, pudiendo tener infinidad de usos más allá del mundo del automóvil, como puede ser la aeronáutica, naval, ferroviaria o en la producción industrial.
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