Una vez se accede a la fábrica de Seat en Martorell, aún se requieren unos cinco minutos en coche y unos cuantos desvíos para llegar a la nave A-122. Parece una nave más, como las decenas de ellas que existen en la planta, pero si eres un aficionado a los Seat, es probable que ese nombre absorba toda tu atención… Y no es para menos, porque dentro de ella se guarda la colección de Coches Históricos de Seat.

Estamos hablando de los modelos más exclusivos y carismáticos de la marca española: no sólo sus modelos históricos más recordados sino, también, sus coches de competición más exitosos (como el Seat Córdoba WRC que, en 2000, subía al podio en el rally Safari) y sus prototipos más espectaculares.
Pero esta nave, que alberga aproximadamente 170 vehículos de los 356 que actualmente forman la colección de Coches Históricos de Seat, no ha sido siempre el hogar de estos vehículos, ya que la formación de la colección tuvo una trayectoria, cuando menos, azarosa.
La creación de la colección de Coches Históricos de Seat: una aventura de entusiastas
Isidre López, actual responsable de la colección de Coches Históricos de Seat, alaba la figura de Elvira Veloso, la que fuera secretaria de presidencia de Seat y, posteriormente, la jefa del parque de prensa de la marca española: “tras la compra de Seat por parte del Grupo VW a finales de 1986, era importante salvaguardar los vehículos más significativos e interesantes de la marca (por ejemplo, el Seat 1 millón, que resultó ser un Seat 124 que salió de la planta en 1969)”, explica. “Elvira fue reuniendo los coches más interesantes y fue, incluso, estacionándolos y camuflándolos por los distintos talleres a lo largo y ancho de toda la fábrica”.
Años más tarde, Elvira supo transmitir su interés por estos coches a Fernando Salvador, jefe de comunicación de la marca quien, en 2003, reveló la existencia de esta colección a Andreas Schleef, el ejecutivo alemán del Grupo VW que fuera presidente de Seat entre 2001 y 2006. “Hubo suerte con esto”, revela López, “ya que Schleef venía de Audi y había sido uno de los impulsores de la división de clásicos Audi Tradition”.
Así las cosas, en 2004 Schleef ordenó agrupar todos los vehículos guardados en una zona de la nave A-127 (donde actualmente se almacenan las planchas de estampación de las carrocerías) y se organizó un grupo de empleados prejubilados que comenzaron a buscar vehículos “tirando de conocidos o del boca a boca”, reconoce López. Ya en 2006, Schleef ordenó trasladar el germen de la colección de Coches Históricos a la nave A-122.

La nave A-122 y la colección actual
Hoy día, la colección de Coches Históricos de Seat alcanza ya las 356 unidades. Y entre los últimos vehículos adquiridos destacan algunos tan especiales como una furgoneta del carrocero gerundense Emelba creada sobre la base de un Seat Ronda o un Seat 127 comercial que la propia marca usó, en la década de los 70, para dar asistencia en carretera.

Los distintos vehículos de la colección de Coches Históricos almacenados en la nave A-122 se distribuyen en cuatro largas filas. A groso modo, se puede decir que las dos primeras acogen la colección de modelos históricos de producción, pero también los Seat más singulares, como el Panda ‘Papamóvil’ que Juan Pablo II usó en su visita a España en 1982. Otra fila está dedicada a los modelos de competición y, la restante, a sus prototipos más célebres, que en muchas ocasiones han dado lugar a verdaderos coches superventas.

Pero, ¿qué supone para Seat esta colección de Coches Históricos y, sobre todo, para qué la usan? Isidre López lo tiene claro: “el sentido de la colección es mostrar la historia y la tradición que tenemos como marca a la hora de diseñar, fabricar y comercializar automóviles, mostrar qué hemos conseguido a lo largo de los 72 años de la aventura de Seat”.
Y, por eso, los coches de esta colección no permanecen parados acumulando polvo. Para nada. Seat los utiliza y los ‘saca de paseo’ en multitud de ocasiones: ya sea “en exposiciones itinerantes en los distintos festivales de motor o en ferias nacionales e internacionales de coches clásicos”, aclara López.
Pero el actual responsable de la colección también tiene claro que “esta colección nos sirve para lograr visibilidad en los medios de comunicación”. De este modo, los coches se utilizan en rallyes de vehículos históricos “en los que los vuelven a conducir pilotos legendarios de la marca y periodistas especializados invita a algún medio”, pero también recurren a ellos para crear “rutas de conducción o para realizar pruebas específicas en los medios especializados”.
La elección y la restauración de un coche para esta colección
La ‘caza’ de los vehículos dignos de estar en la colección de Coches Históricos de Seat tiene mucho de aventura. Y es que, aunque López reconoce que “Internet ha facilitado mucho la búsqueda de estos coches, ya que ahora se cuelga todo en la red”; también explica que aún “cuentan con la ayuda de clubes de fans de Seat, de aficionados o de incluso periodistas” que, de cuando en cuando, les dan el chivatazo o les hablan sobre un Seat ‘especial’.
¿Un caso concreto? López recuerda la adquisición, “hace 8 ó 9 años” de tres modelos singulares (un Seat 1500 pick up que en su momento perteneció a la flota de Telefónica, un 1500 limusina, alargado y ¡con seis puertas! y un 1.400 C diseñado por el carrocero Pedro Serra) que cerraron con el propietario barcelonés de una colección especializada en Seat 1500.

Y es que, para que una determinada unidad figure en la colección de Coches Históricos de la nave A-122, López tiene claro que “debe representar muy bien la historia del modelo” o bien, “tratarse de un vehículo emblemático que tenga que ver con la trayectoria de la marca”.
Un ejemplo que cumple cualquiera de estas dos circunstancias es la Siata Formichetta, una pequeña furgoneta fabricada en los años 60 sobre la base del Seat 600 por Siata, un carrocero con sede en Cataluña. Por cierto, este es también “el vehículo que más tiempo nos ha llevado restaurar: hasta un año y medio… debido a que tuvimos que reconstruir gran parte de la chapa”, apunta López.

Y hablando del proceso de restauración, en Seat Históricos, cada vez que adquieren un vehículo, se les hace “una restauración al completo”, explica López. “Desmontamos por entero el coche, chorreamos con arena la carrocería para retirar pintura y saneamos la chapa antes de volver a imprimar y pintar. Por otro lado, desmontamos y reconstruimos el motor (también aprovechamos para adaptarlo al uso de la gasolina sin plomo) antes de volver a montarlo y, ya, por último, nos encargamos del interior y de los accesorios de la carrocería”.
Este proceso puede durar, “dependiendo de la antigüedad y del estado del vehículo, entre 3 y 4 meses y más de un año, aunque la media de tiempo para una restauración exhaustiva es de un año”. Y ojo, porque siempre existen coches más problemáticos que otros: “unos son los de competición de los que, al ser unidades de muy baja producción, apenas encuentras repuestos y piezas. Y otros, los más antiguos: por ejemplo los Seat 1400, de los que no existe ya prácticamente ningún recambio y de los que, por ejemplo, hemos tenido que fabricar piezas concretas de sus motores o de la carrocería… lo que siempre supone un trabajo artesanal”, expone el máximo responsable de Seat Históricos.
“Al menos, para la restauración contamos con las copias de los planos originales de cada modelo, que nos son de gran utilidad y en los que, como curiosidad, hemos encontrado anotaciones e instrucciones de los ingenieros de aquella época”, explica.

Una colección que se puede visitar, pero sólo una vez al año
Pero, para desgracia de los aficionados, la nave A-122 no está abierta al gran público. Y, a la espera de que, en un futuro próximo, se pueda establecer en el futuro un museo sobre la historia de Seat; sólo personalidades, visitas institucionales y, en ocasiones, la prensa, pueden visitarla… ¿O no es así?
Porque López desvela un pequeño secreto… que este redactor desconocía: la nave A-122 se abre al público una única vez al año, y lo hace el penúltimo fin de semana de octubre con motivo de la celebración del festival de arquitectura 48h Open House Barcelona organizado por el Ayuntamiento de la Ciudad Condal.
El ‘pretexto’ para visitar la fábrica de Seat Barcelona es que, durante su construcción, en los años 50; contó con soluciones arquitectónicas singulares, pero López admite, con la sonrisa de un niño travieso; que “aprovechamos esos días para abrir la nave y realizar varias visitas guiadas a la colección de Coches Históricos; en concreto, cuatro el sábado y cuatro el domingo”. Eso sí, “las entradas, que hay que solicitar vía web, se agotan en segundos”, advierte. Es normal: la nave A-122 y los tesoros automovilísticos que guarda bien lo valen.
[sf_btn type=»newsletter» txt=»¿Quieres recibir nuestra newsletter? Haz clic aquí» url=»https://news.luike.com/registro-autofacil-luike-news»]