El pasado mes de noviembre se inauguró oficialmente la planta piloto para la producción de Audi e-diesel en Dresden –Alemania-, gracias a la colaboración de la marca de los cuatro aros con las empresas Climeworks y Sunfire. La planta opera según el principio power-to-liquid –de energía a líquido- y que requiere dióxido de carbono, agua y electricidad como materias primas. El dióxido de carbono se extrae directamente del aire utilizando una tecnología de captura directa.
En un proceso independiente, una unidad de electrolisis alimentada con electricidad obtenida de forma sostenible divide el agua en hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno se hace reaccionar con el dióxido de carbono en dos procesos químicos que se llevan a cabo a una temperatura de 220 grados Celsius y con una presión de 25 bares, para producir un líquido compuesto por hidrocarburos que recibe el nombre de Blue Crude -petróleo azul-. En este proceso, la eficiencia alcanza hasta un 70%.
La planta piloto puede producir aproximadamente unos 160 litros diarios de este «petróleo azul», del cual casi el 80% puede transformarse en combustible diesel sintético Audi e-diesel, libre de azufre y compuestos aromáticos. El Audi e-diesel así producido también tiene un alto número de cetano, lo que significa que se inflama con facilidad. Sus propiedades químicas permiten que pueda utilizarse como un combustible convencional, por lo que puede mezclarse con el diesel fósil en cualquier proporción.
Las actividades de Audi en el desarrollo de combustibles sin emisiones de CO2 van más allá de la asociación con Sunfire. De hecho, se iniciaron en 2009 con la planta de e-gas en Wertle -Baja Sajonia- donde se produce metano sintético de forma similar en donde los usuarios del A3 Sportback g-tron pueden repostar sus vehículos con este combustible.
Del mismo modo, la alemana también está llevando a cabo investigaciones para la producción de e-gasolina en colaboración con la empresa francesa Global Bioenergies; mientras que también está en marcha un proyecto conjunto con la compañía estadounidense Joule para producir combustibles sintéticos e-diesel y e-etanol con la ayuda de microorganismos. Por último, Audi también ofrece electricidad producida de forma ecológica para los usuarios del A3 Sportback e-tron.
