El año 2020 debería haber sido el de la inauguración del campeonato ETCR de turismos eléctricos, pero la crisis del COVID-19 ha impedido que se progresase con ello. La única parte positiva de ello es que Cupra ha podido evolucionar aún más el prototipo que culminó de desarrollar en 2019, y que pudimos probar en el Circuito de Castellolí.
El nuevo Cupra e-Racer se basa en el Cupra León de nueva generación, empleando su mismo chasis y carrocería, esta última convenientemente provista de aerodinámica de competición y de paneles de fabricación ligera, así como de los colores corporativos de Cupra: el bronce copper y el azul blue petrol. El chasis también ha tenido que ser profundamente modificado, especialmente en su parte trasera, con el fin de acoplar los cuatro motores y cuatro inversores que se ubican ahí.
Lo que sí se mantiene con menos alteraciones es la parte motriz. El nuevo Cupra e-Racer sigue siendo un prototipo de propulsión trasera impulsado por cuatro motores eléctricos que suman un total de 680 CV de potencia y 960 Nm de par. Con semejante poderío puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y de 0 a 200 km/h en 8,2 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 270 km/h en base al único desarrollo que tiene la transmisión.
El paquete de baterías sí que ha sufrido algunos cambios, siendo ahora más potente y estable, aumentando su número de celdas de 6.072 a 6.270 y mejorando su resistencia al impacto. No ha cambiado su ubicación, extendida por todo el suelo del habitáculo, ni tampoco la del triple sistema de refrigeración, emplazado en el vano delantero.
Con todo, esperemos que 2021 sea por fin el año de inauguración del ETCR, un campeonato de turismos internacional en el que hay otras marcas interesadas, como Alfa Romeo o Hyundai.
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