Algunos de estos depósitos de suciedad pueden ser generados por carburantes de mala calidad, derivando no solo en problemas para la mecánica, sino en un mayor consumo de combustible o en un funcionamiento más brusco del motor. Asimismo, éste podría recibir menos potencia, pues al taponar la suciedad diversos orificios es muy posible que la llegada del combustible a la cámara de combustión sería menor, haciendo perder fuerza al vehículo.
Especialmente, los nuevos motores de inyección directa experimentan una mayor acumulación de depósitos de suciedad, los cuales se ven incrementados por la utilización de carburantes de mala calidad. Para evitarlo, la gama de carburantes BP con tecnología ACTIVE cuenta con una composición química exclusiva que favorece la eliminación de la suciedad en las zonas más susceptibles de ello, como pueden ser los inyectores, los pistones o los filtros de partículas.
De esta manera, los carburantes BP con tecnología ACTIVE eliminan la suciedad de los componentes esenciales del motor haciendo que se puedan recorrer hasta 56 km más por depósito en su gama BP Ultimate con tecnología ACTIVE, suavizan la conducción, permiten aprovechar más el combustible al mejorar la eficiencia del propulsor, reducen el riesgo de visitar el taller mecánico, protegen a la mecánica de averías prematuras, incrementan su rendimiento y disminuyen las emisiones de CO2 a la atmósfera. Esencialmente, su trabajo consiste en la adhesión de sus moléculas a la suciedad, arrastrándola de los componentes del motor, y en formar una capa protectora que impide que los restos se peguen a los metales del propulsor.
Asimismo, en comparación con otros carburantes, la autonomía de un depósito que utiliza carburantes BP con tecnología ACTIVE puede aumentar hasta en 56 km en el caso de un motor diésel y en 44 km en el de uno de gasolina. Para desarrollar la tecnología de los carburantes BP con tecnología ACTIVE han sido necesarios 5 años, más 50.000 horas y recorrer con ellos más de 16 millones de km para comprobar su efectividad.