Opel Astra 2016: primera prueba

Nunca falta en el ránking de compactos más vendidos. El Opel Astra, que ya va por su 5ª generación se renueva por completo para estar a la última en tecnología, conectividad y diseño.


Hasta Eslovaquia nos trasladó Opel para mostrarnos su novedad más importante del año, el Astra. Este nuevo modelo decrece en tamaño hasta los 4,37 m de largo (49 mm menos que antes) y también pierde algo de altura, concretamente, 2,5 cm. Pero esto no es impedimento para disponer de un habitáculo ligeramente más amplio y de un maletero de unos razonables 370 litros. Por fuera, destaca el diseño continuista respecto a su predecesor, lo cual nos parece un acierto de cara a no arriesgarse con un estilo demasiado estridente que no convenza a todo el mundo. Por otro lado, está construido sobre una nueva plataforma que le permite ser entre 120 y 200 kg más ligero que su antecesor, y eso que no emplea aluminio en la construcción de la carrocería.

En otro orden de cosas, la gama de motores ha sido renovada por completo, ya sea con nuevos bloques o mejorando los existentes. Una de las estrellas es el nuevo 1.0 Turbo de 105 CV con cambio manual de cinco velocidades, que da origen a la versión de acceso ya a la venta desde 18.800 euros. Se trata de un motor de muy suave respuesta, dignas prestaciones y un consumo bajo, pues es fácil mantenerlo en unos 6 l/100 km en conducción normal. Además, ofrece una suficiente fuerza prácticamente en cualquier situación, aunque no lo hemos probado muy cargado de peso. Por encima de este y ya con caja manual de seis velocidades, se sitúa un 1.4 Turbo con versiones de 125 y 150 CV y, como tope de gama, un 1.6 Turbo de 200 CV. La oferta diésel se constituye por un 1.6 CDTI con dos niveles de potencia: 110 y 136 CV.

Este último, con 136 CV y un consumo real que ronda los 5 l/100 km, se posiciona como una de las variantes más equilibradas y que más ventas copará. Ofrece un muy buen rendimiento en cuanto el motor supera las 1.400 rpm y obtiene unos valores de ruido y vibraciones bastante bajos. En lo referente a motores, el Astra va a emplazarse como uno de los modelos más atractivos del segmento, aunque sí hay detalles a mejorar. Por ejemplo, la dirección eléctrica es rápida y razonablemente precisa, pero para nosotros ofrece un tacto demasiado artificial y poco informativo. Por su parte, la suspensión es cómoda y absorbente, aunque sería aún mejor si contuviese mejor la parte trasera de la carrocería en los cambios de apoyo fuertes. La caja de cambio manual, por su parte, recuerda mucho a la del modelo precedente, pero eso es una buena noticia por su rapidez de movimientos y buen tacto. En definitiva, el Astra, al volante, ofrece un resultado muy satisfactorio, tan sólo acompañado de pequeños detalles muy ´perdonables´ si tenemos en cuenta sus otras virtudes. Es cómodo, amplio y ofrece un buen comportamiento en cualquier circunstancia, es decir, cumple con los requisitos de un súperventas.

Por dentro, destaca el nuevo salpicadero que ha sufrido una ´dieta de botones´, pasando de una consola repleta de ellos a una mucho más simplificada en la que destaca la pantalla central táctil. Esta puede ser de 7 u 8″ en función del equipamiento y, aunque sólo probamos la más grande, la primera también es interesante porque, al igual que la grande, ofrece conectividad con Apple CarPlay y Android Auto, de forma que puede disponerse de cualquier aplicación móvil en ella, incluida el navegador. También existe la posibilidad de establecer una red Wi-Fi, aunque este servicio, de momento, sólo está disponible en Austria, Alemania y Gran Bretaña. Por otro lado, la calidad de materiales del interior mejora respecto a la de su antecesor con ajustes mejor definidos y plásticos de mejor tacto.

Una de las grandes novedades del nuevo Astra son sus nuevos faros Intellilux LED, que cuestan 850 euros. Cada uno cuenta con 8 núcleos de leds independientes que se encienden y apagan alternativamente para iluminar la carretera de forma más eficaz. En la prueba nocturna que llevamos a cabo, mostraron unas prestaciones francamente buenas y no parece que deslumbren a otros conductores, anticipándose a encendidos o apagados con relativa rapidez. Por otro lado, también está disponible en el nuevo Astra en servicio OnStar, un ´invento´ que, tal y como la propia Opel asegura, es una especia de ángel de la guarda para el conductor, pues puedes pulsar el botón correspondiente para llamar y solventar cualquier problema e, incluso, para que te hagan una diagnosis inmediata del vehículo con el fin de conocer, por ejemplo, cuándo necesita pasar una revisión.

Asimismo, tecnologías tan de moda como el aparcamiento automático, el reconocimiento de señales de tráfico, el control de ángulo muerto, la alerta de cambio de carril con corrección de trayectoria automática o la frenada de emergencia autónoma, están disponibles desde ya en este nuevo Astra.

Con todo, el nuevo Astra tiene su punto de mira con aspiraciones más altas que su predecesor. Ahora se emplaza en un lugar mucho más cercano a los compactos premium y a un precio que puede calificarse de bastante razonable.

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