Primera prueba del Opel Grandland X Hybrid4

Con el Opel Grandland X, Opel mata tres pájaros de un tiro: lanza el primer híbrido de su historia, aumenta su gama de modelos que emiten menos de 95 gramos de CO2 por kilómetro e introduce la tracción total en su familia SUV.


Tras la retirada del Mokka X, no había oferta 4×4 en la gama SUV de Opel, algo que el Opel Grandland X Hybrid4 consigue solucionar de una manera poco convencional. Y es que adopta la nueva arquitectura híbrida enchufable desarrollada por PSA, compuesta por un motor térmico de gasolina, una caja de cambios automática acoplada por un embrague de discos múltiples, un pack de baterías, un cargador embarcado y dos máquinas eléctricas que actúan alternativamente como motores y generadores; una ubicada en el tren delantero y otra en el trasero.

Precios con descuento del Opel Grandland X

Más específicamente, bajo el capó encontramos el motor térmico de 1,6 litros de PSA en versión de 200 CV, la caja automática de ocho velocidades de Aisin y un motor eléctrico de 110 CV. Por su parte, en la zona trasera se ubica otro motor eléctrico, de 113 CV, y la batería de iones de litio, cuya capacidad bruta es de 13,2 kWh, mientras que su potencia alcanza los 122 CV. Con todo ello, el sistema es capaz de proporcionar 300 CV y 520 Nm, lograr una autonomía eléctrica de 59 kilómetros en ciclo WLTP y propulsar el vehículo hasta los 135 km/h sin arrancar el motor térmico.

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El conjunto funciona realmente bien, y cuenta con algunas peculiaridades con respecto a otras propuestas similares, como la del Mitsubishi Outlander PHEV o el Mini Countryman Cooper S E All4. La primera de ellas es que, en modo eléctrico, el motor trasero es el que se encarga de propulsar el vehículo en condiciones normales, mientras que el delantero se reserva para los momentos en los que se requiere la máxima aceleración o, lógicamente, cuando las necesidades de motricidad no pueden ser atendidas únicamente por las ruedas traseras.

Otra particularidad es la posibilidad de «reservar» 10 o 20 kilómetros de autonomía eléctrica para emplearlos al final de nuestro recorrido. Y, desde el punto de vista técnico, quizá lo más sorprendente es el uso de un embrague multi-disco para unir el motor a la caja de cambios en lugar de emplear un convertidor de par; una manera más de mejorar la eficiencia del sistema que no se traduce en una especial brusquedad en las maniobras a baja velocidad, ya que en estas circunstancias la motricidad es eléctrica en la práctica totalidad de los casos.

El Opel Grandland X Hybrid4 se carga en dos horas

Así, el Opel Grandland X Hybrid4 se conduce como cualquier otro automóvil, salvo por el hecho de que puede enchufarse para cargar su batería. El cargador embarcado de serie es de 3,7 kWh, aunque se puede pedir opcionalmente uno de 7,4 kWh. En este último caso, la carga completa de la batería puede realizarse en menos de dos horas.

Durante nuestra prueba, que transcurrió por diversos escenarios, aunque siempre sobre asfalto, nos llamó especialmente la atención la suavidad con la que se acopla y desacopla el motor térmico. También es destacable la capacidad de aceleración cuando se solicitan las máximas prestaciones del sistema. Por otra parte, la autonomía eléctrica disponible según el ordenador de a bordo se corresponde con la autonomía real, algo que no sucede en otros modelos, y en ningún momento tenemos la sensación de conducir un coche especialmente pesado, alto o torpe. La única pega es que no pudimos sacar el máximo partido al sistema de tracción total, ya que, aunque la prueba se desarrolló parcialmente en la Selva Negra (Alemania), no había nieve sobre la carretera.

En cualquier caso, se trata de un SUV muy práctico, ya que aúna tracción total, una buena capacidad interior (no pierde volumen de maletero respecto al resto de la gama), una gran economía de uso y cuenta con capacidad para no emitir ni un gramo de CO2 por kilómetro si nuestros desplazamientos no exceden, entre carga y carga, los 59 kilómetros, lo que nos permite disponer de la etiqueta Cero de la DGT. Su precio, promociones y descuentos incluidos, es de 43.800 euros. La fabricación dio comienzo hace tres semanas, y en la actualidad está comenzando a llegar a los puntos de venta de toda España. Próximamente estará también disponible una variante más asequible, con menores prestaciones y un único motor eléctrico.

 

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