El mundo del automovilismo de competición evoluciona a pasos agigantados, y el fabricante francés Peugeot ya ha mostrado cómo piensa que será mediante la presentación del prototipo L500 R HYbrid. Se trata de un concept que monta un propulsor gasolina híbrido que desarrolla 500 CV de potencia -resultante de un motor térmico y otros dos eléctricos, situados uno en cada eje-. Éste pretende maximizar las sensaciones de conducción, ya que rinde 730 Nm de par motor máximo, acelera de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos, pesa una tonelada y su asiento se sitúa prácticamente en el centro de gravedad del vehículo.
Precisamente en esto ha querido incidir Peugeot, que toma en consideración al piloto y al coche como un todo mediante una cabina cerrada diseñada como si fuera una cápsula flotante. Además, para enfatizar la unión entre ambos y ofrecer una experiencia de conducción óptima, el i-Cockpit proyecta la información en forma de holograma a ambos lados del volante.
A su vez, este prototipo sirve también para homenajear al Peugeot con motor L45 que consiguió una triple victoria en el circuito de Indianápolis -Estados Unidos- a principios del siglo pasado, ya que fue uno de los precedentes de la exitosa historia de la marca en competición. De hecho, una evolución de este bloque motor, el L76, fue el primero de cuatro cilindros con cuatro válvulas por cilindro, con dos árboles de levas y que alcanzó los 190 km/h.
