Fiel a su filosofía de mantener al día todos sus modelos, Land Rover ha introducido algunas mejoras en el modelo tope de gama, el Range Rover. En la parte mecánica, se ha afinado la eficiencia de algunos motores, como el 4.4 SDV8, que reduce su consumo combinado en un 4 por ciento, dejando la cifra oficial en 8,4 l/100 km. En gran parte, se logra gracias a la incorporación del sistema Stop-Start, que desconecta automáticamente el motor en tan solo 300 milisegundos cuando el vehículo se detiene, por ejemplo, en un semáforo. La potencia y el par motor se mantienen inalterados, con 339 CV y 740 Nm, respectivamente.
La variante híbrida del Range Rover 2016 también recibe modificaciones que reducen el consumo de combustible; en concreto, ahora la cifra oficial en ciclo combinado de 6,2 l/100 km –0,2 menos que el anterior Range Rover Hybrid–. El sistema híbrido se compone de un motor V6 de 3.0 litros biturbo, con 258 CV, y de otro eléctrico de 35 kW (48 CV), gestionados por una transmisión automática ZF de ocho velocidades. En conjunto, rinde 340 CV y 700 Nm de par, unas cifras equiparables a las del motor SDV8, con el añadido de que el híbrido puede recorrer hasta 1,6 kilómetros y alcanzar una velocidad máxima de 48 km/h en modo ´cero emisiones´. Por otra parte, la respuesta eléctrica es ahora más sensible a las acciones del conductor y actúa en otro tipo de circunstancias, como al iniciar la marcha tras el arranque del vehículo o en condiciones de elevada temperatura ambiental.
Más comodidad y tecnología
En el Range Rover 2016 también se han optimizado diversos elementos que atañen al confort y a la seguridad. Por ejemplo, el sistema de cámaras Surround, que permite, entre otras funciones, disponer en la pantalla de una vista cenital del coche, mejora su resolución e incluye una nueva función de limpieza de la cámara trasera, que garantiza una imagen nítida con independencia de la suciedad acumulada en la zaga. Por otro lado, el portón del maletero incorpora una función manos libres, que permite abrirlo o cerrarlo con solo pasar un pie por debajo del paragolpes.
Otro aspecto que ayuda a la carga de objetos es la regulación automática de la altura de acceso, que se activa automáticamente cuando el cambio se sitúa en la posición de parking. Cuando el motor está apagado o el cinturón de seguridad del conductor no está abrochado, el Range Rover 2016 desciende automáticamente 35 milímetros para facilitar la entrada y salida de los ocupantes; además, en el momento que se acciona alguno de los mandos para abrir las puertas, la altura se reduce otros 15 adicionales. El proceso completo se realiza en tan solo tres segundos, y recupera la altura normal de conducción al alcanzar los 15 km/h.
Por último, el Range Rover SDV8 recibe el sistema ATPC (All Terrain Progress Control), anteriormente solo disponible en los TDV6 y V8 Supercharged, que permite programar una velocidad muy reducida –entre 1,8 y 30 km/h– para afrontar zonas complicadas, permitiendo al conductor centrarse únicamente en la dirección.
