Ya hemos nombrado en alguna otra ocasión al cuerpo de policía de Australia debido a los vehículos tan característicos que utilizan como coches patrulla. La última vez que tuvimos noticias sobre ellos fue cuando se hicieron con un Mercedes-AMG E 43 que aún conservan. Sin embargo, su nueva compra nos ha vuelto a llamar la atención: ha adquirido 80 unidades de BMW Serie 5; concretamente de la versión 530d.
Para que se distinga del resto de automóviles de la vía, las nuevas berlinas alemanas de la policía australiana han sido decoradas con sus propios colores. Esto implica vinilos con el escudo policial en las puertas delanteras y en el capó, así como motivos amarillos, azules y negros sobre un fondo blanco. Las llantas de aleación también están terminadas en un tono oscuro; y en el techo cuentan con las luces de la policía. Además, todos ellos han sido dotados con un paquete policial que facilite sus operaciones.
El propulsor utilizado en esta variante del BMW Serie 5 es un bloque de gasóleo de 3.0 litros que entrega una potencia de hasta 265 CV y un par motor máximo de 620 Nm. Con estas cifras, y asociado a una caja de cambios automática, el BMW 530d acelera de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y alcanza una velocidad punta de 250 km/h. Todo ello con un gasto de combustible en ciclo combinado de 4,5 l/100km y unas emisiones de CO2 de 118 g/km.
En cualquier caso, la policía de Australia no quiere que sus coches sean demasiado lujosos y ha escogido el acabado básico -todo lo básico que pueda ser una berlina premium que cuesta algo más de 60.000 euros en nuestro país-. Eso sí, el cuerpo de policía australiano todavía tendrá que esperar hasta finales de este año o principios del siguiente para recibir sus nuevas unidades.
