Pontevedra: la ciudad que redujo emisiones

Protagoniza el primer libro de la colección ´Movilidad Responsable´ de PONS Seguridad Vial. ¿El motivo? La espectacular reducción de tráfico, velocidad media y emisiones contaminantes en esta localidad.


En 2014,  Pontevedra logró el Premio Internacional de Dubai, auspiciado por la ONU y que reconoce, a nivel mundial, las mejores prácticas para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Y es que, desde el inicio de su plan, Pontevedra implantó medidas muy agresivas para con el tráfico: entre ellas, la implantación del límite máximo de 30 km/h en toda la ciudad -con zonas incluso de 20 km/h- o la eliminación del estacionamiento  regulado en toda la población€ que se sustituyó por la presencia de parkings gratuitos en la periferia y, en el centro, por la instalación de aparcamientos subterráneos de pago y 1.000 plazas en superficie de aparcamiento gratuito€ pero limitado a estancias de 15 min. Igualmente se aumentó, en un 60%, la preferencia peatonal y ciclista en calles y plazas.
 
Ramón Ledesma, ex subdirector de normativa de la DGT y actual asesor de la PONS Seguridad Vial, se mostraba de acuerdo con estas medidas indicando que «aunque medidas como ampliar un carril o el estacionamiento regulado al principio parecen dar resultado [para favorecer la fluidez del Tráfico], si se crea la expectativa de que se mejora la circulación o el aparcamiento, lo único que conseguimos es que aumente el tráfico y, con ello, el problema. El fenómeno Evaporating Traffic, que defiendo, plantea que ante la imposibilidad o antes graves dificultades para circular o estacionar, disminuye la demandad como ha demostrado Pontevedra».
 
Los resultados avalan la propuesta de la población gallega. Así, desde 1996 a 2014, la ciudad ha logrado reducir el tráfico en su centro urbano en un 70% y en un 30% en toda la ciudad€ hasta situar la Intensidad Media Diaria del tráfico por debajo de los 70.000 vehículos. A partir de esa reducción, se generó un aumento de la velocidad media del 35% y, sobre todo, una reducción del 64,85% tanto en el consumo de combustible como en la emisión de CO2 de los vehículos que circulan por esta localidad. Por último, pero no menos importante, también se redujo la sinestralidad vial en la ciudad, de forma que, en los últimos 10 años, no se ha producido ningún fallecido por accidente de tráfico o atropello.

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