Tras haber diseñado el Kübelwagen para Volkswagen, Ferdinand Porsche decidió construir su propio todoterreno. Estamos hablando de los años 50, una época muy complicada desde el punto de vista industrial en toda Europa y especialmente en Alemania, que acababa de ser derrotada en la II Guerra Mundial. La idea inicial era postular al concurso para proveer al Ejército Británico del Rin, pero el proyecto tuvo que reorientarse al mercado civil después de que el DKV Munga fuera escogido por los militares británicos que constituían la fuerza de ocupación que se estableció en la República Federal de Alemania a partir de 1945.
Así, el Porsche 597 adquirió el sobre-nombre Jagdwagen (automóvil de caza), y estuvo en producción entre 1955 y 1958, periodo en el cual se fabricó un centenar de unidades (de las cuales 49 se destinaron al mercado civil), lo que hace de él uno de los modelos más escasos de la historia de la firma de Stuttgart.
Al igual que otros diseños de Ferdinand Porsche como el Volkswagen Escarabajo, el Kübelwagen, el primer Transporter o el coetáneo Porsche 356, este Jagdwagen disponía de un motor trasero de cuatro cilindros opuestos, con una cilindrada de 1,5 litros, que creció hasta 1,6 litros a partir de 1955. Este motor desarrollaba 50 CV y un par máximo de 105 Nm, iba acoplado a una caja de cambios manual de cinco velocidades que enviaba el par de forma permanente a las ruedas traseras y permitía al 597 alcanzar los 100 km/h.
Técnicamente, el vehículo disponía de otras interesantes prestaciones, como la capacidad de acoplar el tren delantero en marcha o las suspensiones independientes en las cuatro ruedas. En el caso de las delanteras, se trataba de un esquema similar al del Escarabajo, con dobles brazos transversales que permitían una buena articulación manteniendo ángulos de caída neutros. Atrás se empleaba un esquema más simple, con brazos transversales pendulares que facilitaban disponer de un buen recorrido, aunque generando una caída positiva en extensión y negativa durante la fase de compresión, de manera similar a como actúa un eje rígido, pero sin que la acción de una rueda repercuta en la rueda opuesta del mismo tren motriz.
Capacidades anfibias
Así, el «coche de caza» de Porsche tenía unas dimensiones muy contenidas, con una longitud de 3,70 metros, una anchura de 1,60 y una altura de 1,43 metros. Además, pesaba 990 kilos, contaba con una corta batalla de 2,06 metros y era capaz de superar pendientes del 65 %. La fabricación de su sencilla carrocería se subcontrató a Karmann. Estaba realizada en una única pieza con una quilla cerrada que lograba dotar al 597 de capacidades anfibias.
La falta de puertas permitía, además, aumentar su rigidez, y obligaba a montar asientos cóncavos en las plazas delanteras para sujetar el cuerpo de los ocupantes. Las últimas unidades sí contaban con puertas, facilitando el acceso al interior, que era uno de los inconvenientes del 597.
Pero no todo era positivo en el primer todoterreno de Porsche. Aunque la versión más extendida de la historia dice que DKV ganó el concurso porque su capacidad de producción era netamente superior a la de Porsche, la realidad es que el diseño de Ferdinand no gustó a la junta de militares que lo evaluó a lo largo de 5.800 kilómetros de pruebas.
Si bien los militares alabaron positivamente su robustez, simplicidad y facilidad de mantenimiento, criticaron negativamente la suspensión, la respuesta del motor a baja velocidad y la escasa capacidad de carga. Tampoco gustaron la ubicación trasera del motor ni el depósito delantero de combustible, muy peligroso frente a las minas. Por último, la dirección no funcionaba satisfactoriamente cuando se alcanzaba la velocidad máxima del vehículo.
Se dice que el desarrollo del 597 costó 1,8 millones de marcos alemanes, inversión que Porsche no logró recuperar con la venta de los vehículos. Un proyecto posterior que aprovechaba parte de este desarrollo pero con un vehículo de batalla más larga (2,40 metros) y cinco diferentes tipos de carrocería intentó servir para rentabilizar la inversión, pero finalmente nunca vio la luz.
