En 1984, un Porsche 959 se alzaba con la victoria en el rally Paris-Dakar. Una hazaña que la marca de Stuttgart ha querido rememorar escalando uno de los terrenos más complejos de todo América. Concretamente, los 6.007 metros de altura del volcán activo más alto del mundo, el Ojos del Salado, en Chile.
Para ello, Porsche ha recurrido a una combinación que se ha mostrado infalible: el piloto de carreras Romain Dumas y dos Porsche 911 Carrera 4S preparados para la ocasión. Y es que, ambas unidades han tenido que enfrentarse a temperaturas extremas de 30 grados bajo cero, terrenos congelados y grandes rocas. Y todo ello con un 50% de oxígeno menos en el aire que a nivel del mar, algo que disminuye considerablemente el rendimiento del motor.
Sin embargo, si hay algo que ha quedado demostrado es que un Porsche 911 no se arruga ante nada, ni ante nadie… sobre todo si cuentan con la interesante preparación de nuestros protagonistas.
Así las cosas, el primer objetivo de estos dos Porsche ha sido llevar al límite la capacidad para avanzar en superficies resbaladizas. Y, para ello, ha trabajado sobre varios apartados. El primero de todos, ha sido incrementar la altura de la carrocería hasta los 35 centímetros, incorporando nuevos ejes y unos gigantescos neumáticos 4×4.
Por otro lado, el motor bóxer de seis cilindros turboalimentado de serie, que desarrolla 450 CV en condiciones normales, está acoplado a la transmisión manual de siete marchas que monta de serie, pero con una relación de cambio mucho más corta de lo habitual.
Otro punto importante de cara al avanzar sobre superficies extremas, es mantener las ruedas en contacto con el suelo siempre que sea posible. Para ello, se ha instalado un dispositivo denominado Porsche Warp-Connecter, que permite una carga constante de las cuatro ruedas, cuando el chasis se encuentra sometido a grandes fuerzas de torsión. Combinada con bloqueos de diferencial manuales, garantizan aprovechar al máximo la tracción.
Por último, en el 4×4 siempre existe la posibilidad de que una roca dañe tu vehículo poniendo fin a la aventura. De ahí que en Porsche hayan protegido los bajos con unas planchas de aramida, un material extremadamente resistente que permite hacer ‘resbalar’ al 911 sobre las rocas en caso de que sea necesario. También se ha elevado la altura del sistema de refrigeración para evitar posibles daños y, para cuando todo esto no sea suficiente, se ha incluido un cabestrante en el frontal.
Como toque final, la carrocería se ha decorado con colores distintivos: el mismo esquema de colores de Porsche Motorsport que adorna el 963 LMDh y otra con la temática del 911 realizada por el equipo de diseño de Weissach.
“Tenemos un enorme respeto por los que han llegado más alto. A pesar de la gran cantidad de hielo y nieve en la cima del volcán, subimos a más de 6000 metros, hasta el punto en el que las paredes heladas nos impidieron ir más allá. Estamos muy orgullosos de lo que el auto y el equipo lograron en un primer intento; ojalá podamos contar con más aventuras como esta en el futuro”. Tras estas declaraciones la pregunta es… ¿Está pensando Porsche en construir un 911 para participar en el Dakar?
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