El Porsche 911 es uno de los deportivos más míticos y deseados de la historia de la automoción. En su versión turbo actual, el propulsor bóxer de 6 cilindros que monta desarrolla nada menos que 480 CV y 620 Nm de par motor máximo. Sin embargo, como a nadie le amarga un dulce, el preparador alemán Wimmer no ha considerado suficiente esas cifras y lo ha potenciado hasta los 828 CV y 870 Nm de par motor, no sin acompañarlo de un característico color dorado.
La mejora mecánica se ha llevado a cabo a través de una nueva puesta a punto de la electrónica gracias a la instalación de dos turbocompresores, nuevas bujías y embrague, la sustitución de una bomba de combustible de más capacidad y tubos de presión reforzados. Además, la estética ha sido igualmente retocada con la inclusión de detalles en negro y unas llantas OZ Superleggera, y el comportamiento mejorado mediante una suspensión regulable KW y unos separadores de rueda.
Las cifras, lógicamente, son de escándalo. La velocidad máxima se sitúa en 363 km/h, y ni siquiera da datos de su 0 a 100, sino del 0 a 200 km/h: 10,1 segundos. De esta forma, si te sobran 46.500 euros y tienes un 911 en el garaje podrás mejorar el deportivo alemán hasta límites insospechados.
