Porsche Cayman S: El Porsche más eficaz en curva

Porsche acaba de renovar por completo su Cayman, la versión de techo cerrado del roadster Boxster. ¿Qué le convierte en uno de los deportivos más eficaces en una carretera de curvas?


No es muy grande –mide 4,38 metros de largo-, tiene una escasa altura de 1,29 metros y cuenta con una buena anchura de 1,80 metros. Tampoco es demasiado pesado: 1.395 kilos. Sin embargo, el Porsche Cayman S PDK de nuestra prueba guarda una serie de secretos que lo convierten en un modelo difícil de batir en cuanto llegan las primeras curvas… Para empezar, llevar el motor en posición central trasera consigue que el reparto de pesos sea el mejor posible. Si a esto le sumas una suspensión adaptativa –que vale 1.569 euros– perfectamente puesta a punto, una dirección tan precisa como capaz de informarte con total precisión de cuánto agarre te quedan bajo las ruedas delanteras y un sistema de frenos que, además de potente, parece no conocer lo que significa fatigarse –tanto, que no parece necesario pagar los 8.091 euros que cuestan los frenos cerámicos-, el resultado puede ser el de un modelo muy ágil, capaz de abordar cualquier curva mucho más deprisa de lo que uno podría imaginar. ¿Más que todo un 911? Sin duda.

¡Más madera!

De hecho, el Cayman S va tan bien que pronto empiezas a sacar defectos. Por ejemplo, el chasis podría soportar sin ningún problema más potencia. El motor de seis cilindros, 3.4 litros y 325 CV no es que sea lento –no en vano, sólo tarda 4,9 segundos en pasar de 0 a 100 km/h, y alcanza los 281 km/h-, pero sí tienes la sensación de que el bastidor podría con más potencia sin problema. Su respuesta es muy progresiva, y empieza a empujar desde el mismo ralentí. Eso sí, es a las 4.500 revoluciones cuando de verdad empieza a mostrarse especialmente rabioso, entregando lo mejor de sí desde ahí hasta las 7.400 rpm. El otro aspecto destacable es la caja de cambios automática PDK de siete marchas, que destaca por su rapidez y eficacia… y que cuesta sólo 365 euros más que la versión con cambio manual.

Todo sigue igual

Por dentro, el Cayman sigue siendo un estricto biplaza con una excelente postura al volante. Vas sentado muy bajito y con el volante en posición muy vertical, si bien mejoraría si la pierna derecha no rozase con tanta facilidad contra la zona del cambio. La calidad de acabados es excelente tanto por materiales como por ajustes, mientras que el diseño guarda todos los rasgos de cualquier otro modelo de la marca de Stuttgart, con el gran cuentarevoluciones en posición central… o una gran cantidad de botones en la consola central que te obligará a aprender bien su ubicación para poder utilizarlos en marcha.

En cuanto al precio, los 74.753 euros que cuesta este Cayman siguen siendo un precio bastante elevado, aunque más razonable que el de un 911. Eso sí, no hay que olvidar que la lista de elementos opcionales es grande… y será fácil que nos gastemos más de 5.000 euros en opciones.

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