Después de siete generaciones, el Porsche 911 se ha convertido en uno de los mejores deportivos del mundo; el modelo actual, conocido como 991, ha logrado un equilibro casi perfecto entre diseño, rendimiento y tecnología, pero está llegando al final de su vida comercial y debe dejar paso al próximo nueveonce, el 992. Será la octava entrega del deportivo alemán y su presentación oficial está prevista para comienzos de 2019, pero antes de ver la luz debe enfrentarse al programa final de pruebas y ponerse al límite en todo tipo de condiciones alrededor del mundo.
Desde Nürburgring hasta China
Y es que, antes de lanzar un nuevo modelo, Porsche somete a cada uno de sus coches a todo tipo de pruebas. Los test sirven para poner a punto el chasis, el motor y, por supuesto, toda la tecnología, desde el sistema de infoentretenimiento hasta los nuevos sistemas de asistencia a la conducción. Estas pruebas se llevan a cabo en las instalaciones de Porsche y en todo tipo de localizaciones en todo el planeta, ya que es fundamental comprobar el rendimiento del coche en situaciones extremas.
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Para ello, se realizan test en países cálidos como los Estados del Golfo Pérsico u Oriente Medio, mientras que en Finlandia se pone a prueba el arranque en frío a 35 grados bajo cero o la velocidad de respuesta de los sistemas de control relacionados con la conducción. El nuevo Porsche 911 también ha pasado por el Valle de la Muerte, en Estados Unidos, o los circuitos y carreteras de China. Como no podía ser de otra manera, el 992 también ha pasado por el circuito de Nürburgring, pero también por el anillo de velocidad de Nardó, en Italia, o por el Monte Evans, en Colorado, Estados Unidos, donde los 4.300 metros de altitud suponen un desafío para el doble turbo. En total, los modelos de pruebas recorren alrededor de tres millones de kilómetros.
«Además de sus extraordinarias prestaciones, la idoneidad para el uso cotidiano es lo que siempre ha distinguido al 911«, comenta Andreas Pröbstle, jefe del Proyecto Global del 911. «Por eso probamos el coche en todo tipo de condiciones, en todas las regiones y climatologías. El tren de rodaje debe funcionar tan bien como los fluidos, los sistemas, los procesos operativos o las pantallas; esta es la única manera de poder cerciorarnos de que el vehículo está capacitado para rodar en cualquier parte del mundo sin problemas«, añade.
