Nos ponemos al volante de la cuarta generación del Mazda3, el compacto de la marca japonesa que está disponible con carrocería de cinco puertas desde 23.415 euros con dos motorizaciones, un diésel de 116 CV y un gasolina de 122 CV.
Hace unas semanas tuvimos la oportunidad de conocer el nuevo Mazda3 en Madrid y ahora hemos viajado a Portugal para realizar la primera toma de contacto de la cuarta generación del modelo japonés. Como su predecesor, llega con carrocería de cinco puertas de tipo hatchback y con otra de cuatro puertas -Sedán-, si bien esta última no estará disponible en España hasta mayo y, cuando llegue a los concesionarios, costará 500 euros más que la versión equivalente del hatchback.
Mazda3 2019: así es por fuera
La principal diferencia entre ambas versiones es que el Mazda3 Sedán tiene una carrocería de tres volúmenes y, gracias a ello, su maletero es más grande -450 litros frente a los 358 litros del cinco puertas-; no en vano es 20 cm más largo -4,66 m de largo frente a los 4,46 m del cinco puertas-. En nuestra primera prueba realizada por los alrededores de Lisboa solo pudimos probar el Mazda3 de cinco puertas, que es 1 cm más corto que el modelo anterior, igual de ancho y 3 cm más bajo, aunque utiliza una plataforma completamente nueva, la Skyactiv-Vehicle Architecture.
Por fuera también se ha renovado por completo. Es el primer Mazda que luce la evolución del diseño Kodo utilizado por la marca desde 2010 y sus líneas inspirarán a los próximos modelos del fabricante japonés, como el Mazda CX-30 presentado recientemente en el Salón del Automóvil de Ginebra. Las superficies de su carrocería son muy limpias y fluidas, con formas redondeadas y completamente libres de aristas. El frontal es muy afilado y la caída del techo muy pronunciada, mientras que el portón trasero incluye una luna completamente inclinada, así como un generoso alerón que, junto al resto de elementos, incluido el enorme pilar C, aporta un toque deportivo al conjunto.
Tanto los faros delanteros como los traseros son led en todos los niveles de acabado -Origin, Evolution y Zenith- y los frontales serán matriciales led en la terminación más completa. Cabe destacar que, al contrario que en muchos coches actuales, la doble salida de escape circular y cromada es real y prescinde de embellecedores o marcos de plástico. La paleta de colores exteriores cuenta con el nuevo Polymetal Grey -solo para el cinco puertas- y las llantas de aleación tienen entre 16 y 18″.
Mazda3 2019: así es por dentro
En el interior, el salpicadero está dispuesto de forma horizontal, la instrumentación combina indicadores circulares analógicos con uno central digital y la pantalla central de 7″ u 8,8″ orientada hacia el conductor es de estilo flotante, pero no táctil -se controla desde un mando circular HMI ubicado detrás de la palanca de cambios-, aunque sí es compatible con Apple CarPlay y Android Auto. El acabado tope de gama Zenith incluye un sistema de sonido premium Bose con tapas de aluminio para los altavoces de las puertas delanteras, así como un sistema de carga inalámbrica para teléfonos móviles ubicado dentro del reposabrazos central.
Todas las versiones incluyen un Head-Up Display a color que proyecta información en el parabrisas para complementar al panel de instrumentos. La postura de conducción es muy cómoda y todos los elementos están bien dispuestos, por lo que quedan a mano y es fácil acostumbrarse a manejarlos sin apartar la vista de la carretera. Los materiales empleados son de mejor calidad que en el anterior Mazda3, aunque el negro piano de la consola central se araña fácilmente y se ensucia enseguida con las huellas de los dedos. Si hablamos de ajustes, el modelo nipón está a la altura del resto de compactos premium y la insonorización del interior también es buena.
Los asientos delanteros sujetan bien el cuerpo y son muy cómodos. El diseño exterior con la caída del techo pronunciada resta espacio en las plazas traseras, donde hay menos sensación de amplitud porque las ventanillas son pequeñas y quedan en una posición muy alta; dos adultos podrán viajar cómodos, siempre y cuando no midan más de 1,85 m de altura, y la plaza central, como suele ser habitual en el segmento, queda reservada para niños o trayectos cortos. También debido al diseño exterior, el acceso a las plazas traseras es un poco incómodo -es fácil tocar con la cabeza en el marco de las puertas-. El maletero está por debajo de la media del segmento -358 litros-, y la boca de carga no es especialmente grande; no tiene doble fondo y bajo el suelo se esconde un kit repara pinchazos o una rueda de repuesto de tipo galleta que puede alojar el subwoofer del equipo de sonido Bose en su interior.
Mazda3 2019: así va
De inicio la gama de motores está formada por el gasolina 2.0 Skyactiv-G de 122 CV y el diésel 1.8 Skyactiv-D de 116 CV, ambos de cuatro cilindros; a finales de año se incorporará el esperado gasolina Skyactiv-X de 181 CV que promete ser tan frugal como un diésel. De momento, el Mazda3 solo está disponible con tracción delantera, si bien está previsto que más tarde también cuente con un sistema de tracción total. De serie, los dos propulsores van ligados a una caja de cambios manual de seis velocidades y, por 1.800 euros, el gasolina también puede combinarse con una transmisión automática de convertidor de par con las mismas relaciones.
El motor de gasolina es atmosférico y sus 122 CV y 213 Nm de par son suficientes para mover con soltura los 1.274 kg del Mazda3 -acelera de 0 a 100 km/h en 10,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 197 km/h-. Este bloque va asociado a una arquitectura eléctrica de 24 V y a un pequeño generador/arrancador eléctrico de 1,7 kW que ayuda a reducir el consumo y las emisiones y convierte al compacto japonés en un Mild Hybrid -MHEV-, por lo que tiene la etiqueta medioambiental ECO de la DGT. Y es que su consumo medio homologado es de 6,2 l/100 km y en nuestra prueba se acercó mucho a esa cifra, puesto que obtuvimos una media de 7 l/100 km en un recorrido por ciudad, autovía y carretera de montaña.
Al ser atmosférico, el Skyactiv-G ofrece una respuesta muy lineal y resulta muy agradable, pero es necesario subir de vueltas para obtener su máximo rendimiento y, por tanto, hay que jugar con la palanca de cambios cuando necesitamos más potencia, como por ejemplo en un adelantamiento o al incorporarnos a la autovía. La palanca de cambios contribuye a ello con un tacto excelente y un guiado de las marchas perfecto, aunque el cambio automático también funciona muy bien y es más cómodo, además tiene levas detrás del volante para cambiar manualmente cuando el conductor quiera.
El Skyactiv-D es menos potente -116 CV- pero desarrolla más par que el gasolina -270 Nm- y la sensación de empuje es superior gracias al turbo. Responde bien desde muy abajo, así que no obliga a recurrir al cambio constantemente y, aunque no es Mild Hybrid, homologa un consumo combinado de solo 5,0 l/100 km. Si hablamos de prestaciones, el Mazda3 diésel es un poco más rápido que el gasolina, concretamente una décima, puesto que necesita 10,3 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado y su velocidad máxima es de 194 km/h.
Con cualquiera de los dos motores, el Mazda3 se muestra ágil y deja claro que su chasis está preparado para montar propulsores bastante más potentes, incluso invita a pensar en el posible regreso del Mazda3 MPS, especialmente ahora que los compactos deportivos están viviendo una segunda edad de oro. Aunque la suspensión trasera deja de ser independiente y ahora es un eje torsional, el modelo japonés se comporta mejor que su predecesor, en parte gracias al nuevo chasis, pero también se debe al sistema de control vectorial del par G-Vectoring Control que, mediante los frenos, distribuye mejor el par entre las ruedas delanteras para mejorar la capacidad de tracción y conseguir la máxima motricidad en la salida de las curvas.
Mazda3 2019: disponibilidad y precios
El Mazda3 cinco puertas ya está disponible con un precio de partida de 23.415 euros con el motor Skyactiv-G de 122 CV y el acabado Origin. El mismo modelo con la terminación intermedia Evolution está a la venta desde 24.315 euros y el tope de gama Zenith cuesta 26.115 euros. El diésel Skyactiv-D está a la venta con los acabados Origin -desde 25.415 euros- y Evolution -desde 26.315 euros-, pero no con el Zenith. El Sedán llegará en mayo y estará disponible con los mismos motores y acabados, en todos los casos con un sobreprecio de 500 euros.
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