Presentado en 2005, el Mercedes Clase B aterrizó en el mercado en pleno auge del monovolumen compacto. Trece años después, la tercera generación, conocida internamente como W247, ya está preparada para convertirse en uno de los máximos exponentes entre los monovolúmenes compactos de tipo premium, donde tendrá que enfrentarse al VW Golf Sporstvan y al exitoso BMW Serie 2 Active Tourer.
Mercedes Clase B: así es por fuera
El nuevo Clase B mide 4,41 metros de longitud, 1,79 m de anchura y 1,56 m de altura, por lo que sus dimensiones son casi idénticas a las de su predecesor, con la salvedad de la altura, la cual se ve mermada en 4 cm. De hecho, para Mercedes el Clase B no es un monovolumen como tal, si no más bien lo que ellos llaman un Tourer, a medio camino entre un monovolumen tradicional y una carrocería familiar. El parentesco con el Mercedes Clase A es muy evidente, pues no sólo emplea la misma plataforma, sino que en lo estético se parecen bastante. Eso sí, el Clase B gana 12 cm de altura respecto al compacto. Según versiones, el Clase B puede llevar toda la iluminación mediante leds, y se ofrecerán distintos acabados y líneas de equipamiento, desde el estándar hasta un AMG Line, así como llantas de 16″ a 19″. Respecto al precio, aún está por confirmar, pero se espera que la gama arranque en aproximadamente 31.500 euros.
Mercedes Clase B: así es por dentro
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Lo primero que llama la atención al acceder al habitáculo del Clase B, es que parece directamente importado del Clase A. Y eso es muy buena noticia, porque por ende conserva la excelente calidad de materiales que le caracteriza, con muy buenos ajustes, refinados materiales y un aire marcadamente premium. Lo segundo que llama la atención es la doble pantalla del salpicadero, compuesta por dos pantallas montadas de forma contigua, la izquierda para la instrumentación y la derecha para el sistema multimedia. El cuadro de mandos es siempre digital (no hay cuadro de mandos de agujas tradicionales) y existen tres tipos de configuraciones. La más básica combina dos pantallas de 7″ que se sitúan de forma contigua. La intermedia dispone de una pantalla de 7″ acompañada de otra de 10,2″, y por último la más costosa combina dos pantallas de 10,2″. En nuestra prueba sólo podemos hablar de esta última, ya que todas las unidades disponibles para probar contaban con esta configuración. La resolución gráfica es excelente y el sistema multimedia, conocido como MBUX, es francamente intuitivo y rápido, mucho mejor que en la anterior generación del Clase B. Además, este sistema MBUX responde a órdenes vocales para casi todas las funciones elementales (audio, navegación, climatización, etc.), y en las unidades equipadas con navegador, este incluye realidad aumentada. Esto último implica que muestra las indicaciones sobre imágenes de la propia carretera, las cuales son captadas por una cámara frontal. Funciona realmente bien, posicionando al sistema MBUX como una verdadera referencia para sus rivales.
La postura de conducción es muy buena porque proporciona una notable visibilidad sin estar demasiado elevada, pues el asiento sólo va 8 cm más alto que en un Clase A, lo cual evidentemente obliga a ir con las piernas un poquito más flexionadas. En el apartado de habitabilidad cumple satisfactoriamente, aunque sin destacar. Ofrece buenas cotas en todas las medidas, pero no mejora a un BMW Serie 2 Active Tourer y queda levemente por detrás de un VW Golf Sportsvan. Dos adultos pueden viajar con total comodidad, si bien el túnel central de la plaza central trasera impide que el confort en dicho asiento sea igual de bueno. El maletero tiene unas formas muy aprovechables, pero con 455 litros de capacidad, tampoco es una medición en la que destaque respecto a los 468 litros del BMW y los 500 litros del Volkswagen. Al menos, a lo largo de 2019 se ofrecerá, en opción, una banqueta trasera corredera en 14 cm que permitirá ampliar la capacidad de maletero hasta los 705 litros. En cualquier caso, el interior del Clase B es muy confortable y muy agradable, por lo que merece buena valoración en este sentido.
Mercedes Clase B: así es su gama de motores
De inicio, se ofrecen 5 motorizaciones. Un propulsor 1.3 turbo de gasolina da origen a las dos variantes de gasolina: B 180 de 136 CV y B 200 de 163 CV. El apartado diésel se cubre con el robusto motor 1.5 de origen Renault (B 180 d de 116 CV) y con el más poderoso 2.0, que da lugar a dos versiones: B 200 d de 150 CV y B 220 d de 190 CV. De momento, todos llevan cambio automático y tracción delantera, si bien a lo largo de 2019 se incorporará una transmisión manual y tracción total para determinadas motorizaciones por confirmar. La caja automática es siempre de doble embrague, con 8 velocidades para los dos diésel más potentes y con 7 marchas para el resto de mecánicas.
Mercedes Clase B: así va
En este apartado, la mejora respecto al anterior Clase B es muy evidente. Es más ágil, se siente más liviano y la percepción general es que se comporta menos como un monovolumen y más como un compacto. Hay mayor sensación de agarre y estabilidad en curva, y la suspensión mitiga muy bien los balanceos de la carrocería. En este último aspecto cabe destacar que existen dos tipos de suspensión y tres clases de amortiguación. La suspensión es siempre McPherson en el eje anterior, mientras que en el posterior es un eje de torsión en todas las versiones menos en los dos diésel más potentes, donde se reemplaza por un sistema multibrazo que mejora el comportamiento y el confort del vehículo. En cuanto a los amortiguadores, además de los estándar, existe la posibilidad de combinarlos con muelles 15 mm más cortos. Como tercera alternativa está la suspensión activa, que además de disponer de los mencionados muelles, permite variar la firmeza de los amortiguadores.
Un aspecto que considero mejorable, sobre todo en los diésel, es la insonorización, pues llega con claridad al habitáculo, al menos si lo valoramos bajo el prisma de cómo debería haberse resuelto esto en un vehículo premium. Pero, por lo demás, el Clase B es muy agradable de conducir y muy eficaz para tratarse de un monovolumen. La dirección es menos directa que en el Clase A, si bien ofrece un buen tacto y una considerable precisión. El confort de marcha es bastante elevado, aunque debemos reconocer que todas las unidades de pruebas llevaban instalados los amortiguadores activos, con lo cual de momento no podemos hablar de los amortiguadores estándar hasta que no efectuemos una segunda prueba donde nos cedan un ejemplar con dicha amortiguación.
Por otro lado, en opción, el Clase B puede incorporar un arsenal de sistemas de asistencia a la conducción, desde el clásico dispositivo de frenada de emergencia en ciudad, hasta una alerta de tráfico cruzado trasero o detección de peatones y ciclistas. El problema que hemos detectado es que algunos de ellos son demasiado intrusivos, especialmente si hablamos del sistema de mantenimiento de carril, que efectúa una maniobra de frenado y giro algo brusca cuando pisas una línea continua. El sistema es realmente efectivo, pero algo molesto en ocasiones. Eso sí, como es habitual, todos los sistemas se pueden desconectar o mantener conectados de forma independiente.
En cuanto a los motores, en esta ocasión hemos podido probar la variante B 200 de 163 CV y la B 220 d de 190 CV. A nuestro juicio, la primera de ellas ofrece un excelente equilibrio, si bien la segunda establece mejores prestaciones y un consumo menor: 4,4 l frente a 5,4 l/100 km. En uso real, el modelo de gasolina nos pareció más silencioso y agradable, y obtuvimos un consumo real de 7,1 l/100 km en combinación de autopista y carretera de curvas. Con el diésel, más ruidoso pero con una curva de par más poderosa, logramos un consumo de 6,2 l/100 km.
- Lo mejor: Calidad general, buen comportamiento, sistema multimedia, muy buenos motores.
- Lo peor: Habitabilidad y maleteros correctos pero sin destacar, precio algo elevado, especialmente en las versiones más equipadas.
Versión recomendada: B 200 d
Motor | 4 cilindros, diésel, 1.950 cc, 4 válvulas por cilindro |
Potencia | 150 CV de 3.400 a 4.400 rpm |
Par | 320 Nm de 1.400 a 3.200 rpm |
Largo / ancho / alto | 4,41 m / 1,79 m / 1,56 m |
Velocidad máxima | 219 km/h |
0-100 km/h | 8,3 segundos |
Consumo mixto | 4,2 l/100 km |
Emisiones CO2 | 112 g/km |
Maletero | 455 litros |
Peso | 1.470 kg |
Cambio | Automático, 8 velocidades |
Tracción | Delantera |