Hace 25 años, la segunda generación del Golf recibió una variante con tracción a las cuatro ruedas y mayor altura libre al suelo, el Golf Country. Aunque hoy en día es un casi un objeto de culto, en su momento no disfrutó de un gran éxito. Puede que por ello Volkswagen nos haya hecho esperar tanto tiempo para disfrutar de una versión pensada para circular fuera del asfalto, esta vez sobre la carrocería familiar Variant y con el éxito prácticamente garantizado.
El Volkswagen Golf Alltrack equipa un sistema de tracción total basado en la quinta generación del embrague multidisco Haldex. En condiciones normales envía la mayoría de la fuerza al eje delantero, aunque mediante una bomba de aceite electrohidráulica puede capaz de transferir hasta el 100 por cien del par al tren posterior, en caso de que sea necesario. Frente a la carrocería Variant, el Golf Alltrack eleva la altura libre al suelo en 20 milímetros y añade un modo de conducción ´Off-road´, que modifica la respuesta del acelerador y del ABS, además de activar el control de descenso de pendientes. Este permite regular la velocidad de bajada, accionando el acelerador o el freno, entre 2 y 30 km/h. Por otra parte, junto con el embrague Haldex, incorpora el bloqueo electrónico del diferencial a las cuatro ruedas EDS, integrado en el control de estabilidad ESC, que hace la función de diferencial transversal en los dos ejes.
La combinación de estos dispositivos permite al Golf Alltrack avanzar en zonas escarpadas con bastante solvencia, con la principal limitación de unos ángulos característicos poco favorables y de unas ruedas orientadas al asfalto. Además, el comportamiento en asfalto apenas se ve perjudicado, gracias a una suspensión ligeramente más firme que, eso sí, perjudica ligeramente el confort de marcha. El aspecto dinámico también se ve beneficiado por la presencia del XDS+ en ambos ejes que, cuando se trazan curvas a alta velocidad, efectúa frenados selectivos en las ruedas del interior del viraje.
Estética exclusiva
El aspecto del Golf Alltrack está claramente diferenciado del resto de la gama. Así, incorpora protecciones en plástico negro en los laterales de la carrocería, paragolpes de nuevo diseño, estriberas específicas, llantas de 17 pulgadas de aleación Valley –hay disponibles unas de 18″ en opción–, retrovisores exteriores pintados en color plateado Reflex Silver y un logotipo Alltrack en las aletas. Por otra parte, el habitáculo incluye unos asientos con la denominación del modelo impresa en el respaldo, una moldura cromada con el emblema 4Motion en la consola central y aplicaciones cromadas para diversos interruptores y pulsadores, además de unos pedales y reposapiés en aluminio.
Cuatro motores
En lo referente a las mecánicas, la oferta es muy variada, con tres motores diésel y uno de gasolina. La gama comienza con el 1.6 TDI de 110 CV, al que acompaña el bloque 2.0 TDI en dos niveles de potencia: 150 y 184 CV. Este último se une en exclusiva al cambio automático de doble embrague DSG de seis marchas. Este último también se asocia, en exclusiva, a la única variante de gasolina disponible, el 1.8 TSI de 180 CV, que se unirá a la gama unos meses después que el resto. La dos variantes menos potentes disponen de un cambio manual de seis velocidades y no pueden asociarse al DSG.
Ficha técnica
VW Golf Alltrack 2.0 TDI 184 CV 4M DSG
- Motor: Diesel, turbo, 4 cilindros en línea
- Cilindrada: 1.968 cc
- Potencia: 184 CV
- Par: 380 Nm
- Velocidad Máxima: 219 km/h
- 0-100 km/h: 7,8 segundos
- Consumo: 5,0 l/100 km
- Emisiones: 132 gr. CO2/km
- Dimensiones: 468/180/151 cm
- Maletero: 605 litros
- Peso: 1.584 kg
- Cambio: Automática de 6 velocidades
- Depósito: 55 l
