Qué problemas tendrás si intentas arreglar averías en tu coche… sin saber

Pongámonos en situación. Una situación muy común y, en teoría, lógica. Tenemos una avería que vemos que es sencilla:«Bueno, no creo que sea tan difícil, total es un momento. Además, si me puedo ahorrar unos euros, mejor». El problema viene cuando realmene no tenemos la capacitación suficiente y el remedio, en este caso, es peor que la enfermedad.


El comparador de precios en talleres de confianza se pone en la piel de los conductores que se encuentran con esta situación tan habitual, pero que luego les puede acarrear algún que otro problema: desde gastar demasiado tiempo para cambiar o arreglar algo en el coche hasta complicaciones graves que ponen en riesgo el estado del vehículo así como la seguridad de los ocupantes.
Es hora de tomar nota y conocer, de la mano de un experto, lo que hay en realidad detrás de lo aparentemente sencillo. Tallerator.es nos desvela qué problemas concretos podemos ocasionar en el vehículo por querer hacernos los «manitas».

El suplicio de extraer las bombillas

cambiar lámpara cocheCambiar una bombilla de un faro se supone que es una intervención sencilla. Pero se nos puede complicar bastante. En algunos casos, y hoy en día en demasiados, el sustituir una bombilla puede suponer el tener que quitar la batería del coche por la poca accesibilidad y con ello la consiguiente pérdida de memoria de diferentes elementos electrónicos del vehículo, así como el inmediato encendido de algún indicador en el cuadro de mandos, lo cual crea la necesidad de conectarse al coche con la máquina de diagnosis. La poca accesibilidad ocasiona que el extraer la bombilla de su alojamiento sea un suplicio, pudiéndose provocar la rotura o desmontaje del muelle o soporte que sujeta la bombilla. También podemos hacer que, por una mala colocación de la bombilla, la iluminación sea defectuosa o desnivelemos la posición del faro. En ocasiones, hasta para un mecánico le resulta difícil o laborioso realizar esta operación.

La batería te puede borrar la «memoria» del coche

Ya que hemos hablado anteriormente del desmontaje de la batería y lo que puede ocasionar el desconectarla, hay que tener en cuenta al sustituirla que, en primer lugar, una batería inadecuada puede precipitar la vida de esta, ya que el vehículo precisa de un amperaje y un voltaje determinado, así como de una carga en amperios/hora adecuada. En el vehículo puede ocasionar un mal funcionamiento de los dispositivos electrónicos.

En el montaje hay que tener cuidado de no cambiar la posición de los cables «+» y «–» en los bornes de la batería. Si nos confundimos podemos quemar toda la instalación eléctrica del vehículo, así como los elementos electrónicos conectados a esta. Hoy en día, la gran mayoría de vehículos precisa de conectar por la toma de diagnosis u OBD, un aparato que permite no dejar sin corriente el sistema electrónico del coche. Hablamos del conocido como «salvamemorias», con el que se evita la perdida de las emisoras grabadas en la radio, la hora del reloj, lo grabado en las pantallas multifunción y el encendido de testigos en el cuadro de mandos.

Aceite y filtros, podemos acabar en la grúa

cambiar aceite cocheOtra intervención que nos puede ocasionar graves consecuencias es el cambio de aceite y el cambio de filtros.

Centrándonos en los filtros, nos podemos encontrar que al intentar quitar el tapón del cárter, este se nos desboque y no lo podamos retirar. O bien que al ponerlo lo rosquemos mal y rompamos la propia rosca del cárter y tengamos que cambiar o reparar esta pieza del motor.

Al cambiar el filtro de aceite nos podemos encontrar con que no esté nada accesible o que esté sumamente apretado, lo que nos obliga a disponer de una llave para su extracción. Además, mucho cuidado al ponerlo: en ocasiones la junta de goma que llevan se queda pegada en su alojamiento y al colocar el filtro nuevo, este no se ajusta bien, lo que ocasiona la pérdida de aceite. Si es una pérdida grande, nos percataremos al instante cuando arranquemos el motor. Sin embargo, si la pérdida es débil y no nos damos cuenta, puede ser que esa pérdida se convierte en mayor cuando rodemos en carretera, ocasionando que el motor se quede sin aceite en marcha y gripe.

A la hora de cambiar el filtro del aire, el problema más común es el de la inaccesibilidad, lo que puede ocasionar en su manipulación la rotura de algún elemento del compartimento del filtro o algún otro elemento cercano. Una mala colocación del filtro o de elementos afines a su alrededor puede derivar un mal funcionamiento del motor y el encendido de testigos de fallo de motor en el cuadro de mandos.

Con el cambio del filtro del combustible, nos podemos encontrar con la consecuencia de tener llamar a la grúa para que nos remolque el vehículo al taller.

Los filtros de combustible en los vehículos a gasolina tienen el inconveniente de que en la mayoría de los casos se encuentra alojado debajo del vehículo y cerca del depósito de combustible, lo que nos dificulta en gran medida el acceder a él. Aparte de esto, también hay que tener en cuenta que, en su colocación, estos filtros tienen sentido de montaje indicado con una flecha según la dirección del combustible hacia el motor. Ni qué decir de los problemas que tendremos en el funcionamiento del motor si lo montamos al revés.

Con los filtros de combustible en los motores diésel podemos tener mayores problemas. Su accesibilidad, en general, es mejor, aunque en algunos modelos se las trae. El mayor inconveniente es la necesidad de, una vez cambiado, extraer el aire que entra en el circuito del combustible. Este aire, al no sangrarlo, entra en el motor y provoca que este no pueda arrancarse. Por consiguiente, tendremos que ser remolcados a un taller.

Frenos, cuestión de vida o muerte

cambiar pastillas frenoLo más común es el cambio de pastillas y en ocasiones también el de los discos. Otra intervención que puede darse es el cambio del líquido de frenos. Son unos trabajos que pueden ocasionar un grave accidente con el vehículo en marcha. Estamos hablando ya de elementos que intervienen en la seguridad activa y hay que tenerles mucho respeto. Casi no es necesario indicar que tenemos accidente a la vista con unas pastillas de freno mal colocadas. ¿Cómo puede darse esto? O bien no se han colocado correctamente sus sujeciones o pasadores; se han cambiado con un desgate grande de los discos de freno, o bien, para poder colocar las pastillas se han abierto los sangradores de las pinzas de freno para comprimir el pistón, con la consiguiente entrada de aire en el circuito de líquido de frenos. Estas situaciones son perfectamente controladas por un mecánico y al evitarlas, el profesional consigue una buena sustitución de estos elementos. En algunos modelos se hace indispensable el disponer de herramientas específicas para realizar la sustitución, ya que en algunos pistones de las pinzas, sobre todo en los frenos traseros, requieren girar a la vez que se comprimen.

Al realizar la sustitución del líquido de frenos podemos ocasionar la entrada de aire en el circuito y a continuación no tener presión en el pedal de freno. Este cambio se realiza con máquinas específicas que evitan esa entrada de aire y simplifican la operación. En algún modelo también es necesario hacer el cambio con el aparato de diagnosis.

¿Agua del grifo para los líquidos en el motor?

Es una intervención que todos hemos realizado alguna vez y que no tiene que dar ningún problema. Pero hay que tener en cuenta que si no lo tenemos claro, debe ser revisado por un profesional. Tendremos toda la tranquilidad con ello.

El rellenar el líquido refrigerante hay que realizarlo con líquido refrigerante, ¡no con agua del grifo!, pues si hacemos esto ocasionaremos una mala protección del sistema de refrigeración, mal funcionamiento y deterioro de los diferente elementos de este, que se traducirá en una avería y el consiguiente gasto en su reparación.

Con el líquido del limpiaparabrisas ocurre lo mismo. La cal que lleva el agua corriente tapona los orificios de los surtidores que llevan los vehículos para la limpieza de las lunas delantera y trasera. Así mismo, estropea el pequeño motor eléctrico que lleva el depósito para impulsar el líquido.

Al rellenar el depósito del líquido de frenos hay que saber qué tipo de calidad tenemos: puede ser DOT 3, DOT 4 o DOT 5. Poner otro diferente nos va a ocasionar un deterioro prematuro de este. Además, no es habitual rellenar este líquido, ya que si el nivel ha bajado es porque el pistón que comprime las pastillas de freno se va saliendo de su alojamiento y por lo consiguiente, el nivel del líquido baja. También es posible que el coche tenga una fuga en el circuito de frenos, normalmente por la rotura de algún latiguillo.

Lo mismo ocurre con el líquido de la dirección asistida: hay que respetar el tipo de líquido, y si baja su nivel, debe ser revisado por un profesional.

Mucho cuidado también con…

Ni qué decir que hay reparaciones o sustituciones que realizarlas «haciéndonos los valientes» pueden ocasionar grandes desperfectos en nuestro vehículo. Intentar cambiar alguna correa del motor o la correa de distribución puede ocasionar desde un simple chirrido por estar destensada una correa auxiliar, la rotura de alguna polea (como la del alternador), de la bomba de agua o del compresor del aire acondicionado; hasta la rotura del propio motor por no colocar bien la correa de distribución. Así que más vale no manipular estos elementos –si no estamos totalmente capacitados–, aparte de que normalmente no se encuentran nada accesibles. Cambiar un manguito del sistema de refrigeración del motor puede ocasionar que, una vez sustituido, al entrar aire en el circuito y no sangrarlo, el motor se caliente más de lo debido. Esto puede derivar en un en un grave y costoso problema con la junta de la culata.

El simple hecho, por ejemplo, de cambiar unas escobillas de limpiaparabrisas, puede llegar a ocasionar la rotura del cristal si no tenemos cuidado con el brazo donde se coloca la escobilla, ya que este está presionado por un muelle en su base y ejerce una presión sobre el cristal. Al desplegarlo para la sustitución de la escobilla, podemos tocarlo sin querer y así hacer que se libere y golpee fuertemente el cristal, llegando a provocar la rotura de la luna.

La colocación de una rueda, en principio, no es complicado, aunque para algunos conductores les cueste un mundo, sobre todo cuando toca cambiarla en la carretera. En ocasiones es preferible llamar al servicio de asistencia y así evitar situaciones de peligro por el hecho de cambiarla con tráfico alrededor. A veces, el desmontar la rueda de su alojamiento resulta difícil, ya que, por ejemplo, una vez quitados los tornillos que la sujetan, la rueda no sale por la oxidación en su cono central y el buje, y resulta difícil extraerla si no es con algún fuete golpe hacia fuera. Luego, al colocarla de nuevo, hay que asegurarse de que todos los tornillos estén igual de bien de apretados.

En ocasiones hay que tener en cuenta que ciertas reparaciones o mantenimientos es mejor que los realice un profesional, que nos evitará problemas en el vehículo, imprevistos desagradables e incluso problemas graves de seguridad. Porque, ante todo, nada como conocer dónde nos metemos…

Fuente: Tallerator.es

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