El BMW X2 es un SUV de 4,55 metros con carrocería de tipo coupé. Es la versión ‘deportiva’ por diseño del BMW X1, modelo con el que comparte plataforma y mecánicas (algunas, porque el X2 se ofrece con menos variantes). A igualdad de motor, el BMW X2 sale en torno a 1.800 euros más caro que el X1, según versión. Así es la gama del BMW X2.
| BMW X2 sDrive18d | Diésel | C | 150 CV | 45.800 euros |
| BMW X2 xDrive20d | Diésel | Eco | 163 CV | 47.300 euros |
| BMW X2 sDrive20i | Gasolina | Eco | 170 CV | 49.400 euros |
| BMW X2 M35i xDrive | Gasolina | C | 300 CV | 72.000 euros |
En esta ocasión, hemos probado el BMW X2 sDrive20i, la variante básica de gasolina y la opción más barata si queremos un BMW X2 con etiqueta Eco. La obtiene gracias a que esta versión cuenta con un sistema de hibridación ligera de 48 voltios similar al que lleva también el BMW X2 xDrive20d, que es diésel y tiene tracción total. Aquí dejamos las principales características técnicas del BMW X2 sDrive20i.
| Motor | 1.5 turbo, tres cilindros |
| Hibridación | Motor eléctrico de 19 CV, a tensión de 48V y con batería de 0,96 kWh |
| Potencia / Par | 170 CV / 240 Nm |
| Cambio | Automático de siete velocidades |
| Tracción | Delantera |
| Dimensiones | 4,55 x 1,84 x 1,59 metros |
| Peso | 1.645 kilos |
| Maletero | 515 litros |
| Etiqueta DGT | Eco |
| Consumo medio | 5,7 L/100 km |
| Aceleración 0-100 km/h | 8,3 segundos |
| Precio | 47.300 euros |
Cómo es por dentro
El BMW X2 emplea básicamente el mismo salpicadero que el BMW X1. Nos gusta porque está muy bien hecho, pues tanto los materiales como los ajustes y los remates de todos los detalles están muy cuidados. También nos convence la cuidada iluminación ambiental o la calidad de las pantallas.
A partir de ahí, llegan los ‘peros’: nos siguen faltando botones físicos, se abusa en exceso de la pantalla para manejar cosas esenciales, hay decenas de aplicaciones de las que rara vez se utilizará más de un 10% de ellas y la instrumentación digital, con pequeñas posibilidades de personalización, tiene una forma tan peculiar de mostrar la información que, básicamente, acabas viendo sólo tres cosas: la velocidad, el nivel de carburante y algún dato del ordenador de abordo como el consumo, si es que lo has seleccionado.
Lo peor, sin duda, es lo pesado que resulta tener que brujulear por los diferentes menús cada vez que arrancas el coche para desconectar cosas como el aviso de límite de velocidad o los sistemas de control de cambio de carril. Existe un botón junto al cambio para acceder de forma más directa pero, aún así, es un proceso tedioso.
En cuanto a espacio, las plazas traseras del BMW X2 son peores que las del BMW X1. La forma de la carrocería provoca que haya menos altura disponible detrás, algo que puede suponer un problema para personas altas. El X2 tampoco ofrece la banqueta trasera que sí ofrece el X1.
No es que el BMW X2 sea un coche pequeño detrás, pero sí es cierto que el BMW X1 es más indicado si necesitamos unas buenas plazas traseras. El BMW X2 obtiene una nota más normalita.
En cuanto a maletero, este BMW X2 sDrive20i, como el xDrive20d, ofrece 515 litros de capacidad. No está nada mal. Cierto que las versiones sin hibridación ligera llegan a 560 litros por la ausencia de la batería, pero es una buena cifra en cualquiera de los dos casos.
Así va en marcha
Como hemos visto en el cuadro, esta versión lleva un motor 1.5 turbo de tres cilindros con 170 CV y 240 Nm de par. Por respuesta y prestaciones nos ha convencido, pues es un motor voluntarioso, que empuja con ganas desde bajas revoluciones y que se estira sin problemas hasta más allá de las 6.000 rpm.
Va unido a un cambio automático de doble embrague y siete marchas que funciona bien tanto en modo automático (se adapta de forma razonable también a los modos de conducción) como en modo manual.
Por ponerle un par de pegas, el cambio de convertidor de par que emplean otros BMW con motores más grandes es más suave y progresivo sobre todo al iniciar la marcha o al maniobrar, y algunos echamos de menos una palanca que nos permitiese manejarlo de modo manual a través de ella, y no sólo a través de las levas.
Donde este motor no nos ha convencido tanto es en lo que a refinamiento se refiere. No es que vibre demasiado ni que sea excesivamente ruidoso, pero teniendo en cuenta que estamos ante un coche de casi 50.000 euros, esa mayor suavidad que otorga un motor de cuatro cilindros nunca le vendría mal.
Entendemos que el empleo de un motor así responde a la necesidad de obtener un bajo consumo. Pero, en la práctica, el consumo no es tan bajo, y no tanto por el motor como por el hecho de que este X2 pesa 1.645 kilos. Así que lo normal es moverse en medias de en torno a 7,5-8 L/100 km que, sin ser una mala cifra, sí queda lejos de los 5,7 L/100 km que homologa este coche.
Probablemente gran parte de la culpa sea de los neumáticos 245/45 en llanta 20 de esta unidad (de serie lleva unos 225/55-18), una monta que queda muy bonita desde el punto de vista estético pero que, dinámicamente, creemos que es un error.
De hecho, esta unidad con esa llanta de 20 pulgadas va ‘pasada’ de rueda, y eso se nota también en su comportamiento o en su comodidad. Me gustaría probar una unidad con las llanas de serie, o con el paquete M Sport que, por 4.365 euros, incluye una llanta de 19” y la suspensión adaptativa.
Pero, en la configuración probada, me ha parecido un coche con un comportamiento un tanto artificial, falto de conexión entre el conductor y el coche. Sí, el X2 va por donde le indicas, cambia de dirección con agilidad y las reacciones son nobles y progresivas, pero no tienes esa sensación de precisión de la que siempre presume BMW y la dirección tampoco te deja sentir bien la carretera. También notas que el bajo perfil hace que, en zonas bacheadas, la suspensión sea demasiado seca, con cierta tendencia a que las ruedas se vayan despegando levemente del suelo.
Quizá sea cosa mía, pero a esto último tampoco ayuda el hecho de montar un volante demasiado rechoncho, agradable a la hora de empuñarlo pero que a mí no me termina de convencer (será que estoy acostumbrado a que los volantes de carreras sean especialmente finitos…). En cuanto a comodidad, esa llanta con ese bajo perfil se traduce también en unas reacciones un poco más secas de lo habitual que, con la llanta de 18” de serie, seguro que no tiene lugar. Por tanto, si queremos un X2 cómodo, es mejor dejar los inventos y quedarnos con la llanta de serie de 18 pulgadas.
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