Prueba: Ford Fiesta Active 1.0 Ecoboost 85 CV

La variante más campera del Ford Fiesta tiene un diseño específico y un mayor equipamiento. Te contamos todos sus detalles y nuestras impresiones después de ponerlo a prueba.


A estas alturas, nadie duda del tirón comercial de los SUV; al fin y al cabo, casi el 40% de los coches que se venden en España son de este tipo. Teniendo en cuenta esto, el último lanzamiento de Ford cobra especial sentido, y es que, a través de la nueva versión Active, el Ford Fiesta se ha convertido en un todocamino. Se diferencia del resto de variantes por la altura elevada de su carrocería -es 18 milímetros más alto-, el diseño específico de las llantas de aleación de 17″ y las protecciones metálicas y de plástico que cubren los pasos de rueda, las taloneras laterales y parte de los paragolpes. Opcionalmente, puede tener una estética todavía más similar a la de un todoterreno gracias a las barras del techo -150 euros-.

Con la misma potencia como referencia, todas estas modificaciones suponen un sobreprecio de 2.000 euros sobre el Fiesta normal con la terminación similar Trend -13.908 euros-; si bien el Active añade más equipamiento y tiene detalles exclusivos, como la tapicería de los asientos, algunas molduras del interior y las llantas. Por lo demás, es igual que el resto de modelos de la gama Fiesta, tanto que su comportamiento no varía. Por último, en el mercado apenas existen alternativas con la estética campera de este Ford, por lo que es suficiente motivo de diferenciación y le aporta un toque de exclusividad.

Las apariencias engañan

Ford Fiesta Active

Las protecciones y la mayor altura de la carrocería se traducen en menos riesgo de tocar con algún obstáculo pequeño en caminos, pero es la única ventaja -junto al modo de conducción Deslizante- de esta versión Active en campo. Tampoco ofrece tracción total y los ajustes del chasis son como los de cualquier Fiesta, por lo que va muy bien en carretera.

La puesta a punto de la suspensión es buena y, a pesar de los 18 mm de altura extra, la carrocería no balancea y en curvas sigue siendo preciso, en buena medida gracias a lo directa que es la dirección. De serie incluye un selector de modos de conducción que permite escoger entre tres alternativas -Normal, Eco y Deslizante- para adaptarse a las condiciones del terreno y ganar motricidad en zonas de baja adherencia, como carreteras mal asfaltadas o caminos.

Este motor 1.0 EcoBoost gasolina de 85 CV tiene una buena respuesta a bajo régimen porque su par máximo de 170 Nm se entrega desde 1.500 rpm; eso le convierte en un modelo agradable en ciudad. En carretera, sus prestaciones son más discretas, pero correctas: tarda 12,7 segundos en pasar de 0 a 100 km/h. Tiene un cambio manual de seis marchas.

Mejora lo presente

Ford Fiesta Active

En el interior sólo cambia el color de algunas molduras y el diseño de la tapicería. Los asientos, eso sí, se encuentran en una posición más elevada, por lo que la visibilidad del conductor es mejor. La disposición de los mandos es buena porque todo queda a mano, y el cuadro de instrumentos es de fácil legibilidad y aporta mucha información a través de la pantalla TFT ubicada entre los relojes.

Más información sobre el Ford Fiesta Active

Los pedales de aluminio, algunos plásticos que imitan el diseño de la fibra de carbono y los asientos deportivos, que sujetan bien el cuerpo y son de serie, contribuyen a crear cierto ambiente deportivo en el interior.

Las plazas delanteras son amplias y, detrás, el espacio para la cabeza y las piernas es correcto, pero la anchura es justa para que tres adultos viajen de forma cómoda. Como suele ser habitual en este segmento, la plaza central sólo sirve para niños o trayectos cortos. El diseño del pomo de la palanca de cambios hace incómodo su manejo.

Más detalles del Ford Fiesta Active

Ford Fiesta Active

  • Conectividad. Desde el acabado básico, denominado Active, el equipamiento de serie incluye una pantalla táctil central de 6,5″ y el sistema de infoentretenimiento SYNC3, compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Con el nivel de terminación Active+, la pantalla pasa a ser de 8″ y se añade el navegador y el equipo de sonido B&O Play.
  • Cuestión estética. Los raíles del techo aportan un toque todoterreno a su diseño, pero son opcionales -150 euros-; pueden estar acabados en color negro o cromado.
  • De asfalto. Pese a su aspecto de SUV, el Ford Fiesta Active lleva, de serie, unos deportivos neumáticos Michelin Pilot Sport 4 con llantas de 17″ que son efectivos en carretera, pero no en el campo.
  • Detalles exclusivos. Las molduras de color naranja y los asientos de tela con decoración del mismo color son específicos de la versión Active. Por 350 euros adicionales, se puede añadir un paquete con pantalla táctil de 8″ y climatizador.
  • Maletero. Con un volumen de 311 litros, el maletero está en la media de la categoría. Opcionalmente -75 euros-, puede tener un práctico doble fondo para introducir pequeños objetos.

Veredicto

El aspecto de todocamino le sienta bien y está bien equipado, pero no se comporta mejor que un Fiesta convencional en el campo.

Ford Fiesta Active

Ficha técnica del Ford Fiesta Active 1.0 Ecoboost 85 CV

Motor Gasolina, turbo, 3 cilindros en línea, 999 cc
Potencia 85 CV a 4.000 – 6.000 rpm
Par 170 Nm de 1.500 a 3.500 rpm
Largo / ancho / alto 4,06 m / 1,75 m / 1,50 m
Velocidad máxima 170 km/h
0-100 km/h 12,7 segundos
Consumo 5,0 l/100 km
Neumáticos 205/45 R17
Maletero 311 litros
Peso 1.241 kg
Cambio Manual, 6 velocidades
Depósito 42 litros

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