Range Rover Sport: El `Correcaminos´ de producción en la Pikes Peak

¿Quién dijo que los Range Rover son menos aptos que antes para rodar fuera del asfalto? A tres semanas de la celebración de la`Pikes Peak International Hill Climb´, un Range Rover Sport ha batido el récord de la subida a la colina para un todo camino.


El tiempo marcado por el Range Rover Sport ha sido de 12 min 35,61 seg, a una velocidad media de 95,23 km/h. El registro ha sido ratificado por los organizadores de la prueba, y ha sido conseguido sin modificar el vehículo de serie.

Para poner en contexto el tiempo de este todo camino, el récord de la subida a Pikes Peak lo ostenta Rhys Millen, quien el año pasado completó la subida a la colina más famosa del automovilismo en 9 min 46.164 seg, al volante de un Hyundai Genesis Coupé transformado para la competición. En 2013, Nobuhiro `Monster´ Tajima intentará recuperar el récord absoluto de la mano de Suzuki, pero un tal Sébastien Loeb se lo pondrá muy difícil en su primer intento con Peugeot.

El Range Rover Sport que ha ascendido por la colina de Pikes Peak monta el motor más potente de la gama: El V8 sobrealimentado de gasolina, de 510 CV. Con este propulsor, acelera de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos, y no le falta respuesta para moverse por las curvas de la legendaria colina de Colorado: Entrega un par máximo de 625 Nm a un régimen de entre 2.500 y 5.500 rpm.

A los mandos del Range Rover Sport 5.0 V8 se puso el piloto de 45 años Paul Dallenbach, para quien el recorrido de la Pikes Peak resulta muy familiar por dos razones. Por un lado, es natural de Colorado, el estado en el que se encuentra esta colina. Por otro, Dallenbach ostenta seis victorias en las categorías en las que ha competido, tres de ellas absolutas.

La subida a Pikes Peak se compone de 156 curvas, a lo largo de 19,958 km. La salida se sitúa a 2.860 metros de altitud, mientras que la meta se encuentra a 4.300 metros sobre el nivel del mar. La disminución del oxígeno a esas alturas -sólo existe un 58 % del que hay en el aire al nivel del mar- limita el rendimiento de los motores y de los pilotos. Dallenbach declara: «No hay margen de error en Pikes Peak, sólo tienes que anticipar mal una de esas 156 curvas, para caer sobre los árboles o contra montaña«.

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