La edición de este año de la clásica subida a la colina Pikes Peak de Colorado ha sido la más reñida de la historia: El ganador, Rhys Millen, a quedado tan sólo 17 milésimas por delante del Porsche de Romain Dumas.
Millen empleó 9 minutos y 46.164 segundos en coronar Pikes Peak, a una velocidad media de 118,289 kilómetros por hora. Millen ha batido el récord… pero era de esperar: Ésta ha sido la primera ocasión de la historia en la que todo el recorrido ha estado asfaltado. «No ha sido fácil. Los tres primeros sectores estaban muy deslizantes«, declaró Millen. Y es qye la lluvia que había caído en Colorado en los días previos a la prueba pasó factura. Millen sacó un segundo a Dumas en el primer sector y en el cuarto, y en ellos forjó su triunfo. La hazaña de Millen tiene un valor especial, pues lo ha conseguido con un tipo de vehículo que nunca nadie consideró capaz de convertirse en el ganador absoluto: Un derivado de serie. En concreto, un Hyundai Genesis Coupé 4.0 V6 sobrealimentado, que entregaba más de 400 CV.
¿Y qué ha sido este año del rey de la Pikes Peak, Nouburu «Monster» Tajima? Muchos volvían a darlo como favorito después de los entrenamientos, pero en carrera se vio obligado a abandonar por un conato de incendio en su vehículo eléctrico. El mejor eléctrico fue el de Fumio Natuhara, a los mandos del Toyota SR3 que ostenta el récord de vuelta al Nürburgring para un coche con este tipo de motor.
La nota preocupante la puso el piloto Jeremy Foley, cayendo por un barranco con su Mitsubishi Lancer Evo VIII. Afortunadamente, sólo sufrió pequeñas contusiones.
En la categoría de motocicletas, Carlin Dune bien pudo haberse convertido en el primer piloto de motos que se hace con el triunfo absoluto, pues acabó tercero, a sólo seis segundos de Milles y por delante del tetracampeón Greg Tracy.
La competición Pikes Peak consiste en recorrer en el menor tiempo posible los 19,99 kilómetros de trazado, el cual presenta un desnivel de nada menos que 1.435 metros entre su punto más bajo y el más alto.
