1- FRENOS
Debes comprobar visualmente el estado de las pastillas, los discos y el líquido hidráulico. Si tu coche lleva llantas de aluminio, lo más probable es que puedas hacerlo sin quitar la rueda, pero si emplea llantas de chapa, necesitarás retirar una rueda para poder ver todo esto:
Pastillas: Enfoca una de las pinzas de freno delanteras con una linterna y comprueba que la pastilla –el elemento que está en contacto con el disco– tiene al menos unos 4 mm de grosor. Asimismo, en marcha no deberían chirriar al pisar el freno, señal de que están cristalizadas y que, por tanto, deben ser sustituidas porque han perdido sus propiedades.
Discos: Cerciórate, pasando el dedo por ellos, que la superficie de los discos de freno no presentan imperfecciones o rebabas.
Líquido hidráulico: El líquido de frenos es higroscópico, es decir, absorbe agua con el paso del tiempo, de manera que cuanto más viejo es, más agua almacena; por eso, hay que sustituirlo cada dos años. A medida que usas el freno, el líquido se va calentando, por lo que el agua que contiene puede hervir, lo cual repercutiría en una merma de la eficacia de los frenos. Además, el agua oxida los componentes del equipo de frenos.
Para revisar el nivel del líquido, localiza el depósito -es pequeño y está ubicado bajo el capó, en el lado del conductor, junto al mamparo que separa el vano motor del habitáculo- y comprueba si el nivel está correcto observando las marcas de Mínimo y Máximo que están grabadas en el propio depósito. Este líquido no se consume pero, según van gastándose las pastillas, cuenta con más ´hueco´ en el circuito de frenado, de manera que notarás que su nivel baja sensiblemente. Si tienes que rellenarlo, hazlo con el líquido específico para tu coche -normalmente, viene indicado en la tapa del depósito y suele ser de tipo DOT3, DOT4 o DOT5; cuesta unos 13 euros cada bote-.
2- NEUMÁTICOS
2- NEUMÁTICOSObsérvalos con detenimiento u asegúrate de que no presentan roturas o bultos por el flanco lateral. Después, ve a una gasolinera, coge el compresor de aire y pon a cada rueda la presión indicada por tu marca, la cual verás anotada en la cara interna de la tapa del depósito de combustible o en el estribo de la puerta del conductor. Asimismo, comprueba que los testigos de desgaste no están a la misma altura del dibujo -son unos pequeños ´bultitos´ de goma que indican cuándo se ha alcanzado el límite de desgaste- y busca la fecha de fabricación del neumático: es un número de cuatro cifras que te indica la semana y el año de fabricación. Por ejemplo, ‘1215’ significa que el neumático se fabricó en la semana 12 del año 2015. Si los neumáticos tienen más de cinco años de uso, sería conveniente que los reemplaces, puesto que es muy probable que estén cristalizados; es decir, que la goma esté tan vieja que haya perdido sus cualidades elásticas y, por tanto, su capacidad de máxima adherencia.
3-TRANSMISIONES
3-TRANSMISIONESGira la dirección en uno de los sentidos hasta el tope y ´asómate´ al interior de cada una de las ruedas delanteras -aunque, si dispones de un elevador para levantar el vehículo, es mucho más cómodo-. Allí encontrarás una especie de cono de goma estriado -los fuelles protectores de las transmisiones-. No obstante, una forma fácil de saber si están rotos es mirar el interior de las llantas a través de sus radios: si encuentras una grasa pegajosa adherida a ellas, es que los fuelles se han rajado y han dejado escapar la grasa de su interior, por lo que deben ser sustituidos -desde 20e si lo haces tú mismo-.
4- RODAMIENTOS
4- RODAMIENTOSSon los elementos que permiten que las ruedas giren y no hay forma visual de ver su estado pero, si emiten un zumbido o un ruido de rozamiento al rodar, es que necesitan ser sustituidos -desde 25€/ud.-.
5- AMORTIGUADORES
Revisa con una linterna que no presenten fugas de aceite. Después, pasa sobre un badén a unos 30 km/h constantes; un amortiguador en buen estado debería completar un único juego de compresión-extensión y no rebotar repetidamente una vez se supere el badén.
6- CORREAS
La de distribución va tapada, de forma que no puedes ver su estado. Lo que sí debes tener en cuenta es cuándo se sustituyó por última vez para así saber cuándo te toca volver a hacerlo. Las correas de servicio sí que pueden verse; simplemente, comprueba que no están cuarteadas o rajadas y que no chirrían cuando el motor está en marcha.
7- FILTROS
7- FILTROSSe trata de elementos baratos y que influyen directamente en el funcionamiento del vehículo.
Filtro de aceite: No se puede comprobar; simplemente, asegúrate de cambiarlo cada vez que sustituyas el aceite.
Filtro de aire: Para revisarlo, debes extraerlo abriendo la tapa de plástico bajo la que se encuentra. La verás en el vano motor -es una caja negra del tamaño un poco menor a la de la de una de zapatos- y se abre retirando unas grapas o unos tornillos, dependiendo de cada modelo. Si el filtro está negro de suciedad, reemplázalo por uno nuevo.
Filtro de habitáculo: Saber si está mal es fácil: si cuando pones el aire acondicionado huele a humedad durante unos segundos, o si percibes que no tiene demasiada fuerza, significa que está en mal estado. No obstante, si quieres comprobarlo visualmente para ver si está sucio o no, deberás sacarlo de su emplazamiento; en el libro de usuario del vehículo podrás averiguar dónde se encuentra, aunque lo habitual es que esté tras la guantera, debajo de los limpiaparabrisas delanteros o detrás de la consola central del salpicadero.
8- NIVELES DEL VANO MOTOR
Aunque el 80% de los coches actuales ya incluye un testigo en el cuadro de mandos para cada líquido, que se enciende si hay que rellenarlo, la inspección visual es aún aconsejable. La revisión de los niveles siempre ha de realizarse con el motor apagado y frío y con el vehículo totalmente en horizontal. También es bueno observar los bajos del automóvil para detectar posibles fugas de líquido en el cárter, la caja de cambio, etc.
Aceite: Abre el capó, localiza la varilla del aceite y sácala. Limpia la punta con un trapo e introdúcela de nuevo. Vuelve a sacarla y comprueba dónde está la marca del nivel. Lo correcto es que esté entre las muescas de Mínimo y Máximo, cuanto más cerca de esta última mejor, pero nunca superándola.
Refrigerante: Como el depósito suele ser transparente, te bastará con comprobar, sin necesidad de abrirlo, que el fluido contenido está entre las marcas de Mínimo y Máximo. No obstante, y siempre con el motor frío, abre el depósito para cerciorarte de que el líquido no contiene restos de aceite o suciedad ni ningún tipo de grumo: debe ser verde, amarillo o rosa y tener una apariencia limpia; en caso contrario, acude a un taller porque puede estar originándose una avería en la culata -desde 500 euros-. Por otro lado, asegúrate de que los manguitos de goma no presentan fugas apretándolos un poco con la mano.
Líquido limpiaparabrisas: Se trata de un elemento que se usa mucho en verano para retirar los insectos y que resulta tan barato -una garrafa de 5 litros, aprox. 3,5 euros-, que recomendamos rellenarlo hasta el tope antes de emprender un viaje.
9- AIRE ACONDICIONADO
El gas del circuito del aire acondicionado no debería consumirse, pero es posible que a veces suceda debido a pequeñas fugas en el sistema o a la pérdida de propiedades del mismo. Si notas que el aire que sale de los aireadores no está lo suficientemente frío, ve a un taller especializado a que recargen el gas. Te costará unos 65 euros.
10- LIMPIAPARABRISAS
Y difusores de líquido limpiaparabrisas Comprueba que las gomas de las escobillas no están resecas y que resultan flexibles. Si, lloviendo, notas que el barrido de las mismas no es uniforme, es también un indicativo de que precisan ser reemplazadas. Acciona los eyectores de agua para cerciorarte de que ´apuntan´ hacia el cristal del coche y no hacia afuera. De no ser así, introduciendo un alfiler en ellos puedes orientar los parabrisas adecuadamente.
11- LUCES
11- LUCESComprueba visualmente que ningún grupo óptico está roto y que todas las luces funcionan, ya sea con la ayuda de otra persona o utilizando el reflejo de las mismas sobre una pared. Además, en verano, la acumulación de insectos en los grupos ópticos y en el parabrisas merma la visibilidad, así que es especialmente importante que todas las luces funcionen correctamente.
¿Tan difícil es cambiar una bombilla de xenon?
En realidad, el procedimiento es muy similar al que debe seguirse para sustituir una lámpara halógena, con la salvedad de que hay que hacerlo menos veces, ya que una bombilla de xenón dura entre 4 y 6 veces más que una halógena. justo a la derecha, encontrarás un vídeo en el que te explicamos cómo se sustituye una bombilla de xenón de un Porsche Cayenne, la cual cuesta 203,60 euros en un taller oficial -unas 10 veces más que una halógena-.
12- CINTURONES DE SEGURIDAD
Comprueba que los carretes de recogida funcionan bien y que el cinturón no esté doblado o atascado en todo su recorrido. Si ves que no se deslizan bien, un truco es rociarlos con un poco de limpia-tapicerías en spray -aprox. 8 euros-.
13- RUEDA DE REPUESTO
13- RUEDA DE REPUESTOEquipo auxiliar y de emergencia: Tanto si tu coche lleva rueda de repuesto como si incorpora kit antipinchazos, es conveniente revisar que todo esté en orden. En el primero de los casos, hay que comprobar que la presión de aire del neumático de repuesto esté correcta, así como que estén presentes todos los útiles para el cambio de rueda: gato y herramientas. En el segundo caso, enchufa la bomba de inflado del kit antipinchazos a la toma de 12V del vehículo para asegurarte de que funciona y constata que el líquido antipinchazos no esté caducado. Por otro lado, verifica que tienes un par de chalecos reflectantes, triángulos de señalización y la documentación del vehículo. Por último, si tu coche emplea bombillas halógenas, es bueno llevar contigo alguna de repuesto para poder cambiarlas si se funden en pleno viaje.
14-BATERÍA
La mayoría de coches actuales cuentan con un testigo en el cuadro que se enciende si la batería está agotada. No obstante, comprueba el estado de la batería cerciorándote que arranca el motor sin excesivo esfuerzo y cotejando que los bornes de la misma no presentan sulfato -un polvo blanco que, si existe, deberías retirar con un trozo de lija-. Si dispones de un voltímetro, conéctalo a los bornes de la batería para conocer su estado real: si está bien, debería marcar 12V con el motor apagado y unos 13,4V con el motor en marcha -indicativo de que el alternador, que es quien carga la batería con el motor arrancado, funciona correctamente-.
15- DIAGNOSIS DEL MOTOR
Es lo único que no podrás chequear tú solo, ya que para ello hace falta un equipo de diagnosis profesional, en cualquier taller o en un servicio de boxes de alquiler como el de Johnnie Pyston -www.johnniepyston.es-, tendrán uno. Hoy en día, todos los coches cuentan con un testigo en el cuadro de mandos que se enciende si algo va mal con la electrónica, pero no está de más enchufar el vehículo a una máquina de diagnosis para comprobar si tiene algún error memorizado.
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