Según un estudio elaborado por el RACE y Goodyear el año pasado, alrededor de 1,5 millones de vehículos circulan en España con las ruedas en mal estado. Entre los defectos graves más comunes están un desgaste irregular de los neumáticos, abultamientos o deformaciones anormales, grietas y una profundidad del dibujo por debajo del mínimo legal.
Y si hay un elemento del coche al que le deberíamos prestar mucha atención es a los neumáticos, porque es el punto de contacto entre nuestro vehículo y la carretera y de su buen estado depende nuestra seguridad.
Las ruedas en mal estado incrementan la probabilidad de que suframos un accidente (debido a un reventón, al aumento de la distancia de frenado, la pérdida de adherencia…); algo que se agrava si llueve, nieva o hay hielo en la carretera.
Cuál es la multa por llevar las ruedas en mal estado
Circular con un vehículo cuyas ruedas están desgastadas (con una profundidad mínima del dibujo de la banda de rodadura inferior a 1,6 mm) o están en mal estado (tienen grietas, cortes o abultamientos) supone una infracción grave y está sancionada con 200 euros por cada neumático.
Eso sí, a principios de 2022, un juez de lo Contencioso-Administrativo de Madrid dio la razón a un conductor al que le habían puesto dos multas, una por cada rueda en mal estado del vehículo, de 200 euros cada una.
La sentencia reconoce que de acuerdo con el principio de non bis in ídem sólo debe imponerse una de las sanciones por el mismo hecho o infracción, por lo que el juez anuló una de las sanciones al considerar que, al imponer dos multas, Tráfico sanciona al conductor con dos infracciones por los mismos motivos en un mismo tiempo.
Cómo mantener las ruedas en buen estado
Llevar los neumáticos en buen estado es algo muy sencillo, simplemente hay que seguir estas recomendaciones:
1.- Revisa de forma habitual su estado: observa si los neumáticos se están desgastando de forma irregular, si tienen alguna grieta o abultamiento, que la profundidad de su dibujo es superior a 1,6 mm.
Recuerda que todos los neumáticos incorporan unos testigos de desgaste que sirven para «señalar que las ranuras principales de la banda de rodamiento han alcanzado la profundidad mínima de dibujo», según establece el Reglamento General de Vehículos, que indica la obligación de llevar estos indicadores de desgaste para todos neumáticos homologados.
2.- Mantén la presión de inflado que indica el fabricante (averigua cómo revisar la presión de las ruedas aquí); puedes ver cuál es en una pegatina situada en el marco de la puerta de tu vehículo o en el interior de la tapa del combustible.
Si circulas con una presión por debajo de la recomendada por el fabricante, el neumático se desgastará más rápido por los laterales y los flancos, se deformará más de lo habitual y, si llueve, se incrementa el riesgo de sufrir aquaplaning (si quieres saber qué es y cómo evitarlo, accede a esta otra noticia).
Si, por el contrario, la presión de los neumáticos es mayor que la indicada por el fabricante, el desgaste será mayor por la parte central de la banda de rodadura.
3.- Al aparcar, evita golpear las llantas o los neumáticos contra bordillos u otros elementos, ya que puedes provocar daños en ellos; incluso pueden ser internos y que no los podamos ver.
4.- Observa también las válvulas, por si se estuvieran produciendo pequeñas fugas; y que no has perdido alguno de los tapones que llevan (si es así, conviene que pongas uno; por ejemplo, en Amazon hemos encontrado ocho tapones por un precio de 4,99 euros).
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