Pocas formas son más efectivas para darle un buen ´empujón´ comercial a una gama de modelos que aumentar su lista de equipamiento de serie sin coste añadido. Y eso es precisamente lo que acaba de hacer Skoda en España con los Skoda Rapid y Spaceback, dos coches que ya desde su lanzamiento -allá por el año 2013 ambos- por su buena relación entre precio y calidad.
Con las nuevas mejoras introducidas en la oferta por la marca checa del Grupo Volkswagen, los Skoda Rapid y Spaceback -que, además, acaban de ser sometidos a un lavado de cara- incorporan en su dotación inicial de equipamiento desde el nivel más básico -denominado Active- elementos como aire acondicionado, luces diurnas, cierre centralizado con mando a distancia, volante de piel, llantas de acero 15 pulgadas, pantalla multimedia de 6,5 pulgadas, conectividad Bluetooth o un sistema de audio 3D firmado por Arkamys.
Los acabados se mantienen en los ya conocidos Active, Ambition y Style. El nivel intermedio dispone de serie de Smart Link, cámara de visión trasera, climatizador automático, control de velocidad con limitador, sensores de lluvia y luces, faros diurnos con tecnología LED, volante multifunción de cuero, llantas de aleación de 15 pulgadas o un hueco para el paraguas. Mientras tanto, el más lujoso de la gama, el Style, añade de serie faros de xenón, llantas de aleación de 17 pulgadas o guantera con refrigeración.
La oferta de motorizaciones no cambia. Por lo tanto, las alternativas en este sentido pasan por un bloque tricilíndrico de gasolina TSI de 1.0 litros en potencias de 95 y de 110 CV, un propulsor 1.4 TSI con 125 CV, un diésel TDI de 1.4 litros con 75 CV y otra mecánica de gasóleo 1.6 TDI con una fuerza de 115 CV. Además, dependiendo de la versión es posible asociar su propulsor a una caja de cambios manual de cinco o seis velocidades, o a una transmisión automática DSG de doble embrague.