Héroes de los rallyes: Subaru Impreza WRX STI

El Subaru Impreza es diferente al resto de coches de homologación del Grupo A que hemos visto hasta ahora. La compañía japonesa no construyó 2.500 unidades especiales simplemente para que Prodrive pudiera tener un coche de rally competitivo. Por el contrario, produjo un automóvil, el WRX, conocido más tarde como el GT en Europa y el Turbo 2000 en el Reino Unido, sobre cuyo desarrollo se consultó a Prodrive, pero que fue diseñado, sobre todo, para ser un éxito comercial. A diferencia del Escort y el Celica de la misma época, no había alerones monstruosos ni depósitos de agua bajo los asientos traseros. En lugar de todo eso, el WRX tenía cuatro puertas y un precio que lo convirtió en una ganga dentro del segmento deportivo.
Los WRX Tipo RA, que eran los más especiales , y de los que tenemos un ejemplar en esta prueba (un raro Versión 1 STI Tipo RA de 1994), fueron coches de homologación no para el Grupo A, sino para el ‘inferior’ Grupo N, y no podrían cambiar cosas como las relaciones de transmisión y los diferenciales de cara a la competición, por lo que la caja de relaciones cortas, el grupo final corto y el diferencial central controlado por el conductor (DCCD) tenían que estar disponibles en los coches de calle. La mayoría de los STI y las ediciones especiales, como la de 200 unidades (demasiadas pocas para fines de homologación) de la Serie McRae fueron casos de coches de carretera inspirados en modelos de competición especiales… y no al revés.
De todos modos, aunque en la calle el Impreza fue el sustituto del Leone, en el WRC el Impreza fue el sucesor del Legacy. Y aquí hay algunas similitudes con Ford porque, como el Sierra Cosworth 4×4, el Legacy era demasiado grande y pesado. Y, al igual que el Escort Cosworth, el nuevo Impreza 555 (como se conocía oficialmente) se apoyó en gran medida en el trabajo de desarrollo realizado por su predecesor, utilizando gran parte de su tren de rodaje. Subaru incluso construyó un muleto acortado basado en un Legacy, como lo hizo Ford con el Ace.
Subaru Impreza P1 vs. Mitsubishi Lancer EVO VI Tommi Makinen Edition
Inicialmente hubo un curioso período de transición entre modelos nuevos y viejos en las pruebas. Colin McRae ganó en Nueva Zelanda en 1993 en un Legacy. En la siguiente ronda, los 1000 Lagos en Finlandia, llegó el Impreza y Ari Vatanen lo llevó a un buen segundo lugar (Markku Alén tuvo un comienzo un poco más ignominioso, saliéndose con su Impreza del rally en la primera etapa). Después, en la siguiente ronda en Australia, todos los pilotos de Subaru volvieron a correr con el Legacy.
El Impreza obtuvo tres victorias en 1994 y luego tuvo su annus mirabilis en 1995, ganando los títulos de los pilotos y fabricantes antes de volver a tomar el título de los fabricantes en 1996 (mientras desarrollaba un coche con homologación WRC completamente nuevo para el año siguiente). Por supuesto, fue McRae quien se aseguró el título de los pilotos de 1995, y su estilo de conducción asombrosamente ágil y extravagante contribuyó sobremanera a imprimir en el Impreza su estatus de leyenda. McRae se aseguró de que los coches azules con llantas doradas toquen la fibra sensible de muchas personas.