El Tesla Model 3 aterrizó en el mercado español en 2018. La gama se compone de tres versiones distintas: una estándar, con una batería de 60 kWh y una autonomía que alcanza los 409 km; la variante Long Range (Gran Autonomía) que protagoniza la prueba, cuya batería gana capacidad hasta los 75 kWh para llegar a los 560 km de autonomía; y otra bajo la denominación Performance, que utiliza la misma batería que la anterior aunque con prestaciones mejoradas.
A día de hoy resulta difícil posicionarlo dentro la oferta actual de vehículos eléctricos que hay en el mercado. Si echamos un vistazo, encontramos modelos más pequeños o con carrocería tipo SUV, en vez de turismo. A pesar de mostrar diferencias evidentes de planteamiento, algunos de sus rivales directos podrían ser el Volkswagen ID.3, el Hyundai Kona EV o el Kia e-Niro. En esta prueba te contamos todo sobre su diseño exterior, el aspecto del interior, su habitabilidad, equipamiento y cómo va en marcha.
La carrocería del Tesla Model 3 mide 4,69 metros de largo, 1,84 metros de ancho y 1,44 metros de alto. La distancia entre ejes es de 2,89 metros y homologa 1.922 kg sobre la báscula. Por su parte, el maletero ofrece 425 litros de capacidad. El coche tiene un excelente coeficiente aerodinámico de 0,23 Cx.
El Tesla Model 3 Long Range equipa dos motores eléctricos -uno sobre cada eje- capaces de generar 351 CV de potencia. Además de beneficiarse de la seguridad que proporciona la tracción integral a las cuatro ruedas, esta versión de la berlina eléctrica ofrece unas prestaciones muy interesantes. En concreto, acelera de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 233 km/h.
El Tesla Model 3 puede configurarse con el interior en negro en blanco. De serie, incluye asientos calefactados, los delanteros con ajuste eléctrico, cuatro puertos USB, sistema de audio premium con 14 altavoces, retrovisores calefactables y eléctricos y una pantalla táctil central de 15″. Monta llantas de 18″ que, opcionalmente, pueden ser de 19″ por 1.600 euros.
El cargador de a bordo es de 11 kW. También podemos acceder a los diferentes puntos de carga de corriente continua repartidos por la red de carreteras de nuestro país, así como a la gran infraestructura de supercargadores de la marca. De esta manera, admite una potencia máxima de carga de 250 kW. Su condición de eléctrico le otorga la codiciada etiqueta medioambiental CERO de la DGT y todas las ventajas que ello supone.