Actualmente, las pruebas de seguridad realizadas por EuroNCAP están muy asentadas y son toda una referencia en cuanto a seguridad en el mundo de la automoción. De hecho, estos test acaban de celebrar su aniversario número veinte y, a pesar de que en sus inicios no estuvieran respaldados por muchos fabricantes debido a la mala imagen que podrían crear de ciertos modelos, hoy en día nueve de cada diez coches que se comercializan en el viejo continente dispone de una calificación de este organismo, que divide su puntuación entre los apartados de protección a los ocupantes adultos, a los ocupantes infantiles, a los peatones y sistemas de seguridad. En base a lo anterior, otorga entre una y cinco estrellas.
Para celebrar su veinte cumpleaños, ya que estas pruebas comenzaron a principios de febrero del año 1997, EuroNCAP ha querido repasar su evolución a lo largo de todo este tiempo. Para hacerlo ha comparado en un vídeo a dos vehículos: un Rover 100 de 1997 y un Honda Jazz de 2017. Entre ellos se aprecian diferencias notables, tanto a la hora de realizar los test como, evidentemente, en el nivel de seguridad de uno y de otro modelo. Sin embargo, la evolución es constante y EuroNCAP incluirá de cara a 2018 evaluaciones referentes al sistema de mantenimiento de carril, al de protección de ciclistas y al de frenada automática de emergencia con detección de peatones en entornos nocturnos.
En cualquier caso, después de una larga trayectoria, los test EuroNCAP están apoyados por todos los fabricantes, que construyen unos coches más seguros y, de paso, aprovechan para mejorar la imagen de sus modelos presumiendo de una buena valoración. Además, se han convertido en algo necesario, ya que permiten a los usuarios comparar diversos vehículos en cuestiones de seguridad. A lo largo de todo este tiempo, hasta 629 modelos han pasado por estas pruebas, que comenzaron otorgando cuatro estrellas como máximo: el primer fabricante que las obtuvo fue Volvo con el S40, una marca referente en cuestiones de seguridad.
