Tomamos lo mejor de los mejores

¿Cómo es el pick up ideal?

Pablo J. Poza
Pablo J. Poza
En un ejercicio de "ingeniería-ficción", elegimos diferentes componentes de los modelos que se venden en España para configurar el pick up ideal.

Hasta hace poco tiempo, las diferencias entre los distintos pick ups que se venden en España eran mínimas, pero últimamente cada fabricante está tratando de destacar su producto mejorando aspectos concretos que le den ventaja frente a la competencia. El problema es que ningún modelo puede aglutinar todas estas mejoras, por lo que el pick up ideal no es más que una utopía compuesta por lo mejor de cada modelo.

Toyota Hilux: chasis

Comenzando por el bastidor, nuestro pick up ideal se basaría en el chasis de dos largueros y ocho travesaños del nuevo Toyota Hilux, seguido muy de cerca por el del Ford Ranger. Ambos son los modelos más robustos, con más de tres toneladas de masa máxima admisible y seis si sumamos la de un eventual remolque, cifras que también comparte el veterano Isuzu D-Max, cuyo sustituto se desvelará en unas semanas en el Salón del Automóvil de París. El Toyota Hilux es, de largo, el modelo más vendido del mercado en España debido fundamentalmente a su robustez, ya que hasta la aparición de la generación actual (la octava), su capacidad de carga era una de las menores del mercado, algo que el nuevo modelo ha venido a solventar. También ha sido el primero en adoptar motores Euro 6.

Volkswagen Amarok: motor

Sobre el chasis del Toyota Hilux montaríamos, sin lugar a dudas, el motor V6 3.0 del Volkswagen Amarok. Recientemente renovado (las primeras unidades comenzarán a llegar a España a finales de septiembre), el Volkswagen Amarok emplea el mismo motor TDI que el Audi Q7, en tres configuraciones de 163, 204 y 224 CV, a las que corresponden 400, 450 y 550 Nm, respectivamente. En sus variantes más potentes, este soberbio motor va asociado, además, a la caja de cambios epicicloidal automática Aisin de ocho velocidades. Todo ello permite al Volkswagen Amarok de doble cabina acelerar de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y homologar un consumo medio de solo 7,6 litros cada 100 kilómetros. Otro elemento que tomaríamos del pick up fabricado en Hannover (Alemania) es su equipo de frenos, con discos ventilados no solo en el eje delantero, sino también en el trasero, algo que le otorga una ventaja crucial en seguridad respecto a sus competidores.

Nissan NP300 Navara: suspensiones

Ya tenemos chasis, motor, cambio y frenos. Es el turno de las suspensiones, y aquí tampoco hay duda. En sus variantes de doble cabina, el Nissan NP300 Navara ha reemplazado las tradicionales ballestas semielípticas por muelles helicoidales para soportar la masa suspendida y brazos de guiado para controlar el movimiento del eje rígido. Por un lado, la mejora del confort es notable, no solo por la mayor capacidad de absorción de los muelles, sino también por su mayor consonancia con las reacciones de las suspensiones delanteras. Adicionalmente, se produce una enorme mejora de la estabilidad, ya que las ruedas traseras se adaptan con más fidelidad a las irregularidades del firme, dejando trabajar más eficazmente a los amortiguadores. No menos importante es la reducción de los movimientos transversales parásitos del eje, provocados por la flexibilidad de las ballestas, cuya función de guiado recae en el Nissan NP300 Navara en cuatro brazos longitudinales y uno transversal. Esto, además, permite montar una dirección mucho más rápida, por lo que también nos quedaríamos con este elemento para configurar el pick up ideal.

Mitsubishi L200: transmisión

Si el motor y la caja de cambios de nuestro pick up ideal tienen al Volkswagen Amarok como claro ganador, para el resto de la cadena cinemática no se nos ocurriría montar otro hardware que no fuera la transmisión Super Select del Mitsubishi L200. Ubicada a la salida del cambio, la caja tránsfer de los pick ups distribuye el par entre el eje delantero y el trasero, además de permitirnos engranar la reductora, pero en la mayoría de modelos carece de diferencial central, por lo que no podemos usar la tracción total en campo. En el Volkswagen Amarok sí puede incorporar ese diferencial central opcionalmente, pero siempre a cambio de eliminar la reductora. El Mitsubishi L200 no solo permite combinar ambas configuraciones sino que, además, nos deja rodar únicamente con tracción trasera, algo que en la mayoría de todoterrenos de tracción total permanente no es posible.

Ford Ranger: pack off road

En nuestro pick up ideal, el Ford Ranger sería el donante de numerosos elementos que hacen de él el más indicado para la práctica intensiva del todoterreno. Ya hemos hablado de la rigidez de su bastidor, que es el mejor del mercado junto con el del Toyota Hilux, pero hay numerosos detalles que le otorgan un plus fuera del asfalto. Uno de estos detalles es el pack off-road opcional, compuesto por el bloqueo del diferencial trasero y protecciones en los bajos. Pero además el Ranger es el único que monta conducciones elevadas para los respiraderos de los dos diferenciales y la caja tránsfer, lo que asegura la fiabilidad de estos elementos durante los vadeos.

 

Ford Ranger