Si algo evitaba que el Nissan X-Trail fuera un producto redondo, era la escasa respuesta del motor 1.6 dCi de 130 CV y 320 Nm. El 1.6 es un gran motor, y ofrece un rendimiento digno en el Nissan Qashqai, pero en el Nissan X-Trail 4×4, con un peso en orden de marcha en torno a los 1.700 kilos, los 130 CV y 320 Nm del 1.6 de origen Renault se quedaban algo escasos, especialmente teniendo en cuenta que estamos ante un vehículo de siete plazas que puede cargar 600 kilos y remolcar dos toneladas.
A priori, la solución para Nissan era tan sencilla como montar la versión biturbo de este moderno motor de cotas cuadradas, que entrega 160 CV y 380 Nm y fue estrenada en el Renault Espace. Pero en Nissan nos han confesado que sus clientes preferían un dos litros, así que han decidido romper con la dictadura del downsizing y han rescatado su legendario y desahuciado M9R, de dos litros de cilindrada, bloque de fundición y carrera larga, el cual, una vez actualizado con las últimas tecnologías de alimentación y control de emisiones (aunque con un solo turbocompresor, de geometría variable) entrega 177 CV y unos relativamente modestos 380 Nm.
Para rizar el rizo, el motor 2.0 dCi se ofrece asociado a una caja manual de seis velocidades o a otra automática de variador continuo, acoplada al motor mediante convertidor de par. En todos los casos, la tracción es a las cuatro ruedas, repartida entre los dos ejes por un embrague de discos bañados en aceite. Para “jugar” con ella, contamos con el conocido conmutador circular que permite elegir entre tracción únicamente delantera, total conectable automáticamente o total con bloqueo interaxial.
El Nissan X-Trail 2.0 dCi contra la cantera
Para probar su nuevo tope de gama, Nissan nos llevó hasta Geisinger Kalkstein Schotterwek GmbH & Co., una espectacular cantera de piedra caliza horadada en medio de una montaña boscosa de la Selva Negra, en Alemania, donde, a través de varias pruebas de habilidad, pudimos comprobar que realmente han hecho un buen trabajo con el desarrollo y la puesta a punto de su Nissan X-Trail 2.0 dCi.
El primer reto al que nos enfrentamos consistió en circular a través de varios cruces de puentes… con un balde lleno de agua en el techo, intentando derramar la menor cantidad posible de líquido. Este pequeño divertimento nos permitió comprobar que la respuesta del conjunto de motor y caja de cambios CVT es realmente progresiva, si bien en carretera sí experimentamos alguna pequeña brusquedad que achacamos al bloqueo del convertidor de par. Probablemente, el CVT no será del agrado de muchos conductores, pero no es menos cierto que se trata de la mejor caja de cambios de este tipo que hemos probado hasta ahora.
En una segunda prueba se nos proponía un recorrido con varias crestas que nos permitía comprobar lo útil que resulta la cámara frontal del sistema de visión periférica a la hora de poder detectar posibles obstáculos cuando culminamos una fuerte subida y solo podemos ver el cielo a través del parabrisas.
El sistema de visión 360º era también útil en otro desafío que consistía en maniobrar marcha atrás con un remolque por un circuito de conos… con las ventanillas cegadas. En este caso, las cámaras laterales sí resultan bastante útiles, pero no tanto la trasera, que nos ofrece un gran primer plano del remolque pero apenas nos permite ver lo que queda a sus lados.
La siguiente prueba, en la que debíamos encontrar una llave oculta en el maletero, era una sencilla invitación a explorar el doble fondo del compartimento de carga del Nissan X-Trail, que en esta ocasión disponía de configuración de cinco plazas.
Finalmente, una empinada subida dejaba claro que, siempre que las cotas no sean un problema, la motricidad del sistema 4×4 nos permitirá superar importantes desniveles, sin que el cambio se vea obligado a revolucionar en exceso el motor, sin olores a “chamusquina” después del ejercicio y con una aparente facilidad que puede invitarnos a creer que el Nissan X-Trail es algo más que un sencillo todocamino familiar.
Nissan X-Trail 2.0 dCi: precio
El Nissan X-Trail 2.0 dCi estará disponible a partir de enero, exclusivamente con tracción total, y costará aproximadamente 1.500 euros más que las versiones 1.6 equivalentes. Es un precio muy interesante porque no solo nos ofrece un importante plus de potencia y par, sino una fiabilidad teóricamente superior, ya que es un motor menos “apretado” y al que le cuesta bastante menos mover el Nissan X-Trail, como pudimos comprobar en la autopista alemana que nos llevaba de vuelta al aeropuerto de Zúrich (Suiza), donde los cruceros de más de 180 km/h eran muy fáciles de sostener.
Pero no todo son buenas noticias. Si estabas pensando en esperar unos meses a que Nissan ofreciera este motor en el Nissan Qashqai, vete olvidando la idea, ya que sus responsables nos han negado que esto vaya a ocurrir.
