La batalla por el liderazgo del sector de los sedanes medios en Estados Unidos es una lucha feroz, ya que se trata del segmento con más ventas del país. Por ello, el hito marcado por el Camry supone una gran ventaja competitiva para Toyota y un prestigio que todas las grandes marcas desean conseguir.
Toyota se ha apoyado durante décadas en el Camry. El sedán condujo a la compañía a un repunte de ventas en 2012 después de cuatro años de descensos. Una de las claves para que el Camry sea el turismo más vendido es que, durante su liderazgo de ventas, Toyota ya ido bajando su precio paulatinamente. El precio medio de las transacciones en un Camry ha disminuido en un 6,4% este año hasta agosto. Por el contrario, los precios de transacción de sus rivales, como el Accord y el Ford Fusion subieron un 7.7% y un 4.5%, respectivamente.
Los rivales del Camry están ganando una parte cada vez mayor de la atención de los compradores. Este año que termina, el 3% de todas las personas en el mercado de un nuevo vehículo dicen que considerarían comprar un Camry, por debajo del 4% de hace un año. El Accord de Honda sigue siendo el rival principal de Camry, con al menos el 25% de los clientes del Camry diciendo que también habían pensado en comprar el sedán de Honda.
La apertura de una nueva fábrica y la producción adicional ayuda a Ford a cerrar la brecha en la capacidad de Toyota para fabricar el Camry, pero todavía están muy lejos. Toyota produce el Camry en su principal planta norteamericana en Georgetown, Kentucky, y en una línea en la filial de Fuji Heavy Industries Ltd. de Subaru en Lafayette, Indiana. Eso le da una capacidad anual de Toyota de hacer hasta 500.000 Camry para los mercados de Estados Unidos y para la exportación en otros mercados.
El Toyota Camry fue el Nº 1 a partir de 1997 hasta el 2000; aunque lo perdió durante el año 2001, lo volvió a retomar en 2002 y ha reinado desde entonces. «Nos gusta ser el Nº 1 en el segmento más grande y vamos a permanecer allí», dijo Javier Moreno, portavoz de Toyota.
