Es más que evidente que el futuro de la automoción (y de la sociedad en general) pasa por conseguir crear una movilidad más sostenible y potenciar el uso de los combustibles alternativos no contaminantes para abandonar de forma definitiva el diésel y la gasolina, consiguiendo así mejorar la calidad del aire y reducir los altos niveles de contaminación que sufren muchas ciudades. Entre los combustibles alternativos con más potencial, más allá del vehículo eléctrico, encontramos el hidrógeno.
Toyota, a través de ‘Toyota Mobility Foundation’ (TMF), ha puesto en marcha un programa de investigación para estimular y financiar el desarrollo de nuevos e innovadores proyectos cuyo objetivo es promover las sociedades basadas en hidrógeno. Estas sociedades consisten en un conjunto de comunidades que cuentan con unas sofisticadas redes integradas que se mueven por energía verde, alimentadas por miniplantas de hidrógeno.
Toyota pretende de esta forma, afrontar los problemas relacionados con la energía, como el impacto medioambiental y el agotamiento de los recursos, partiendo de la base de que al combinar los sistemas de hidrógeno, que no emiten carbono, con las energías renovables se contribuye a alcanzar la sostenibilidad energética.
El coste sigue siendo el principal obstáculo a la hora de popularizar esta tecnología basada en el hidrógeno. Por este motivo, la Toyota Mobility Foundation prestará una especial atención en los proyectos presentados a las diversas innovaciones que se propongan en el campo de la generación, el almacenamiento, el transporte y el uso del hidrógeno. Un grupo de expertos en hidrógeno y energía, procedentes de universidades e instituciones de investigación del sector público, evaluarán las propuestas y supervisarán su selección.
Toyota Mobility Foundation busca encontrar proyectos que demuestren grandes avances en la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y permitan rebajar el coste del hidrógeno para el año 2030. Además, al ser una iniciativa a largo plazo, TMF hará lo posible por fomentar la participación de jóvenes investigadores en el programa. La duración del programa será de cinco años.
