Tras una larga vida comercial que comenzó en Japón 45 años antes, los Toyota Land Cruiser llegaron por fin oficialmente a la Península en 1996. Liberados de los restringidos cupos de importación que los automóviles japoneses habían sufrido hasta ese momento, los Land Cruiser 90 (corto) y 95 (largo) disfrutaron de notable éxito de ventas, gracias al buen momento económico de España y, sobre todo, por sus magníficas cualidades, elevada calidad de fabricación y razonable precio.
SU CREADOR
Ángel Luis Cuevas Casarrubios. Madrid, 1956. Residente en Boadilla del Monte (Madrid). Delegado comercial ¿Cómo te enganchaste al 4×4? Mi afición al campo y a las motos de trial y enduro me fueron acercando al 4×4. Pero al final fueron los amigos, poniéndome los dientes largos con sus vídeos y fotos de viajes, los que me engancharon definitivamente. Me encantan los viajes con un punto de aventura, navegación y el conocimiento de países con cierto grado de exotismo. n ¿Por qué elegiste este coche? Tuve un Suzuki Samurai y un Nissan Patrol largo, hasta que descubrí Toyota, que para mí es todo un ejemplo como empresa. Desde entonces he disfrutado mucho con un 4Runner V6 (maravilloso) y un Land Cruiser 95 V6 automático. Su consumo era elevado, pero como coche, es único. |
El Land Cruiser KDJ90 de la serie especial «50 aniversario» que te mostramos fue matriculado nuevo en diciembre de 2000, y ya incluía un rediseño de su carrocería (faros y pilotos) y, sobre todo, equipaba el potente y deseado motor turbodiésel de inyección directa que, con algunos ajustes para cumplir las restrictivas normas anticontaminación, siguen equipando los Land Cruiser 150/155 que a día de hoy se venden en los concesionarios.
El KDJ90 es un modelo muy deseado, pues ofrece elevada potencia, bajo consumo de gasóleo y magníficas prestaciones todoterreno. En este caso, el coche ha llegado a su actual propietario –un experto conductor todoterreno, con dilatada experiencia en Toyota– con parte de los accesorios ya instalados – a cargo, en su día, de Talleres Tomás, en Pelayos de la Presa (Madrid)–. Este era el caso del voluminoso y muy cuestionable «mataburros» delantero, que incluye el soporte para atornillar el potente cabrestante eléctrico, también montado.
A partir de aquí, el nuevo propietario ha configurado el vehículo según sus gustos y con los clásicos elementos para mejorar las ya buenas aptitudes todoterreno del coche original. Para soportar el peso extra de la defensa y el cabrestante en el eje delantero –unos buenos 85 kilos– ha sido necesario instalar los muelles más duros disponibles y reforzar el anclaje inferior de los amortiguadores. Este detalle es muy importante porque es un punto que recibe todos los esfuerzos del trapecio al muelle a través del anclaje inferior del amortiguador, por lo que sufre mucho en conducción todoterreno. En el eje posterior también se han sustituido los muelles por otros de carga media, lo que permite ofrecer en total una muy razonable elevación de 40 mm. Ir más allá siempre es delicado, pues se descuadran las geometrías de la suspensión y se puede resentir seriamente la estabilidad en carretera y pista, especialmente en el caso de un chasis corto.
Esta parte de la preparación ha sido llevada a cabo en el taller Al Límite, en Las Rozas de Madrid, donde Santiago Bravo ha apostado por una opción segura de neumáticos, con un 5% más de perfil (ahora 75) y la anchura original.
Tomamos contacto con el coche precisamente a la salida de una revisión en este taller. Sorprende la elevada calidad de fabricación y su buena resistencia al desgaste, si tenemos en cuenta que el coche ya tiene 14 años y unos cuantos viajes africanos a cuestas. La posición al volante es muy cómoda, con el volante de cuero original de agradable tacto y los nuevos asientos deportivos multi-regulables. Eso sí, encaramarse a las plazas traseras del coche resulta una verdadera lata, pues el sistema de plegado de los nuevos asientos no está tan conseguido como en los originales.
Buen comportamiento
Desde el primer momento, sorprende que por asfalto este Land Cruiser rueda muy bien. Puedes «tirar» de él con plena confianza en las curvas, y el coche acepta de buen grado unos apoyos firmes. La elevada dureza elegida para la suspensión merma el confort del coche original, pero consigue una estabilidad irreprochable. Los neumáticos MT te limitan con el suelo mojado y, con el desgaste irregular de su banda de rodadura tras un par de viajes por Marruecos, sentimos algunas vibraciones en el volante. El motor con la centralita de potencia y casi 200 CV ofrece una respuesta sensacional y deportiva, limitada por el tacto del cambio manual, firme, pero lento y que obliga a marcar bien el salto de marcha. Digno de mención es el consumo de gasóleo, que se mantiene en cifras muy razonables para un coche elevado (entre 9 y 11 l/100 km) durante la marcha por carretera a velocidades legales.
Más allá del asfalto, este Land Cruiser hace honor a su estirpe. Su propietario nos comenta que lo siente más nervioso que su coche anterior –un Land Cruiser 95 de batalla larga–, pero mucho más rápido y ágil en zonas ratoneras. Las suspensiones cumplen con nota cuando elevamos el ritmo, siempre más firmes que cómodas y ayudadas por los neumáticos de mayor perfil, que sobrevuelan baches, piedras y zanjas sin temor a golpear los bajos. En las curvas más cerradas y al entrar frenando, se siente plenamente la sobrecarga del eje delantero, con el cabrestante y el pesado parachoques tirando hacia fuera y haciendo trabajar a fondo la suspensión delantera, lo cual es un detalle característico en el coche original –recordar que la tracción total permanente se reparte al 50 % entre ambos ejes–, pero mucho más exagerado tras la preparación. Un parachoques delantero más ligero –no sería mala idea volver al original de plástico– y el cabrestante en un nuevo soporte que permita retrasar su ubicación, ya que hay sitio de sobra, ayudarían mucho a mejorar la capacidad del sistema de dirección y fatigar menos la suspensión delantera.
En trialeras complicadas, se defiende perfectamente, pues disponemos de una muy buena reductora, las cotas de un chasis corto –mejoradas tras la elevación–, buenos recorridos de suspensión y el bloqueo de dos de sus tres diferenciales. Se trata, así, de todo un clásico en el panorama todoterreno que demuestra que todavía tiene cuerda para rato.
CARROCERÍA |
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Parachoques delantero con más altura y barra superior ARC Racing |
800€ |
Protecciones para suspensión trasera en aluminio + faldón de goma |
200€ |
Cabrestante Come Up, modelo DV9000/12 V |
300€ |
Guardapolvos trasero |
50€ |
NAVEGACIÓN/SISTEMA ELÉCTRICO |
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GPS Garmin 276C |
450€ |
Soporte artesanal en consola para varios accesorios |
15 € |
GPS Lowrence |
300€ |
Luz interior trasera supletoria |
30€ |
Enchufes tipo mechero traseros adicionales (5) |
30€ |
Emisora de 27 MHz |
100€ |
Cuatro faros adicionales Hella (largo alcance + antiniebla) |
280€ |
Faro trasero para acampada |
40€ |
MOTOR |
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Toma elevada de admisión Safari |
300€ |
Centralita de gestión del motor |
750€ |
Segunda batería (auxiliar), con instalación |
200€ |
INTERIOR |
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Asientos deportivos Sparco Torino (homologables) |
900€ |
VARIOS |
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Mano de obra y gestión de homologaciones |
750€ |
Suspensión y ejes |
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Muelles helicoidales OME, referencia 882 (delante) y 890 (detrás) |
450€ |
Casquillos delanteros de amortiguadores en acero |
150€ |
Limitadores de extensión + instalación |
200€ |
Amortiguadores delanteros Koni y traseros Ironman |
4.600€ |
RUEDAS |
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Cuatro neumáticos BFGoodrich Mud Terrain 265/70-16 116Q |
700€ |
Cuatro Llantas de aluminio con bombeo negativo |
700€ |
Tren trasero. La receta es sencilla pero de fiabilidad probada: muelles más largos y robustos y limitadores de extensión textiles para proteger los amortiguadores.
FICHA TÉCNICA |
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MOTOR |
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Tipo |
1 KD-FTV. |
Disposición |
Cuatro cilindros en línea, longitudinal. Bloque fundición (con doble árbol antivibrador), culata aleación ligera |
Ciclo |
Diésel |
Alimentación |
Inyección directa por conducto común. Turbocompresor de geometría variable e intercooler refrigerado por aire. |
Diámetro x carrera |
96 x 103 mm |
Distribución |
Doble árbol de levas en cabeza. Cuatro válvulas por cilindro |
Desplazamiento |
2.982 cm3 |
Par máximo |
44 kgm a 3.300 r.p.m. (serie: 34,3 kgm a 1.600 rp.m.) |
Potencia máxima |
195 CV a 4.000 r.p.m (serie: 163 CV a 3.400 r.p.m.) |
TRANSMISIÓN |
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Caja de cambios |
R150F. Manual, de cinco velocidades y marcha atrás |
Caja tránsfer |
VF3B. Dos velocidades. Reductora, relación 2,566 |
Tracción |
Total permanente. |
Diferenciales |
Tres, el central y el trasero bloqueables al 100 % manualmente |
Reducción en grupos |
4,100 |
CARROCERÍA |
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Chasis |
Independiente, de largueros y travesaños, en escalera. |
Suspensión delantera |
Independiente por dobles trapecios, muelles helicoidales y amortiguadores de gas. Barra estabilizadora (Ø 25 mm) |
Suspensión trasera |
Eje rígido, con cuatro brazos longitudinales y barra Panhard. Muelles y amortiguadores de gas. Barra estabilizadora (Ø 19 mm). |
Frenos |
Discos ventilados delante (Ø 319 mm) y macizos detrás (Ø 312 mm) |
Neumáticos |
265/75-16″ 116 Q, en llanta de aleación de 8 x 16″ (serie: 265/70-16″ en llanta de 7 x 16″). |
DIMENSIONES |
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Longitud |
4.450 mm (serie: 4.810 mm) |
Anchura |
1.820 mm. |
Altura |
1.910 mm (serie: 1.870 mm.) |
Ancho de vías delantero/trasero |
1.615/ 1.620 mm (serie: 1.505/ 1.510 mm.) |
Batalla |
2.365 mm |
Peso en vacío |
1.950 kg (serie: 1.835 kg) |
Capacidad de combustible |
90 litros |
CONCLUSIÓN
La base empleada para esta preparación es excelente: un vehículo fiable, cómodo, dotado de poderosos recursos mecánicos –incluido el bloqueo del diferencial trasero– y muy versátil. Encontrar una unidad de segunda mano a un precio razonable es la clave, ya que no resulta para nada sencillo.
Land Cruiser 90 |
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Vehículo base |
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Coste de la preparación |
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Calidad de realización |
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Versatilidad |
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Total |
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