EEUU no consigue seguir el ritmo de Europa y China en la transición eléctrica y las ventas de vehículos eléctricos se estancan. Así, mientras China aglutina el 50 por ciento de las ventas totales de este tipo de vehículos y Europa el 22, Estados Unidos no logra pasar del 12 por ciento de todos los eléctricos que se venden en todo el mundo. Un informe de la consultora JATO Dynamics, “En el carril lento: demanda de vehículos eléctricos en EEUU”, desvela los motivos.
Por un lado, EEUU es más dependiente de los vehículos de combustión, en gran medida por contar con unos precios significativamente más bajos de los combustibles fósiles. Por otro, por la preferencia de los consumidores de aquel país de vehículos de gran tamaño.
Según los datos de la consultora JATO, los SUV representan un 56 por ciento de las ventas totales de vehículos ligeros, los pick-ups suponen un 18 por ciento. Los SUV de gran tamaño y de lujo suponen una cuarta parte de las ventas, unos 3,13 millones mientras que el China fueron el 13 por ciento del total, 1,33. Un porcentaje que en Europa se queda en el 5 por ciento del mercado.
La diferencia de precio en favor del vehículo de combustión es otro importante factor para que los consumidores americanos se decanten por estos en detrimento de los térmicos. La mayoría de vehículos eléctricos tienen un precio superior a los 40.000 dólares. Y no han dejado de crecer, algo que afecta a los consumidores más jóvenes que son los que podrían estar más inclinados a la compra de estos vehículos. Asimismo, los incentivos fiscales son escasos.
Falta de cargadores en EEUU
Un tercer factor que juega en contra de las ventas de eléctricos está ligado a la insuficiente infraestructura de recarga del país. El aumento de infraestructura no ha seguido ni de lejos el ritmo de China o Europa. En el primer caso, el país del Gigante Asiático representó en 2022 casi el 90 por ciento del crecimiento mundial de cargadores rápidos, disponiendo de 760.000 puntos en todo el país. En Europa este crecimiento fue del 55 por ciento, superando los 70.000 puntos.
En Estados Unidos por su parte, en 2022 se instalaron solo 6.300 cargadores rápidos más, lo que eleva el total a 28.000. Ahora bien, se espera que el número de puntos de recarga aumente con la nueva ley recientemente aprobada, la llamada Fórmula Nacional de Infraestructura de Vehículos.
El informe incide en el empuje de las marcas chinas en el mercado mundial. Así, mientras estas crecieron fuera de su mercado un 48 por ciento, las norteamericanas solo lo hicieron un 1 por ciento. Apunta a los efectos de las leyes con un tinte proteccionista, como la de Reducción de la Inflación que trataba de reducir la dependencia industrial de China en la producción de baterías y extracción de materias primas. Sin ser ese su objetivo, ha perjudicado a fabricantes como GM y Ford, obligando por ejemplo a este último retrasar inversiones previstas en sus fábricas destinadas a eléctricos.
Tesla, la excepción
Ahora bien, Tesla es la gran excepción a la regla. En 2023 se coronó como el mayor fabricante mundial de vehículos eléctricos, alcanzando los 1,81 millones de unidades fabricadas en todo el mundo, por delante de BYD, con 1,57. Sus ventas representan el 55 ciento de las ventas de BEV de Estados Unidos, vendió más que las siguientes 25 marcas del mercado juntas. En el resto de grandes mercados su cuota no es ni mucho menos tan elevada pero sí cuenta con una participación importante. De hecho, en 2023 tenía suponía un 18 por ciento de las ventas en Europa y en torno al 12 en China.
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