No es fácil para nadie llegar a un evento RACE1000 de Alemania con un Volkswagen Golf y acabar siendo el gran centro de atención por delante de muchos otros superdeportivos allí presentes, pero la historia es real. Un propietario anónimo se presentó en el RACE1000 con su pequeño Golf de sexta generación y aunque su aspecto exterior (totalmente en color negro) y el sonido de su motor no llamaron la atención desde el principio, todo cambió cuando mostró por primera vez toda su potencia sobre la pista.
Todos el público presente en el evento no se podían imaginar lo que era capaz de hacer este Volkswagen Golf, que destrozó el cronometro al realizar la media milla en solo 17 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 255,51 km/h. Para que nos hagamos una idea más certera de la descomunal potencia de este Volkswagen Golf, podemos comparar con algunos estas cifras con algunos de los grandes superdeportivos del mercado.
Un McLaren 650 S completa la media milla en 16,6 segundos a 260 km/h, un Ferrari 458 Speciale en 17 segundos a 249 km/h, un Lamborghini Huracán en 17,5 y 249 km/h, un Lexus LFA en 18,3 segundos a 236 km/h y un Porsche 911 GT3 RS en 19,2 segundos y 230 km/h. Es decir, que ninguno de estos grandes superdeportivos sería capaz de batir en duelo a este exclusivo Volkswagen Golf pero, ¿dónde está el truco?.
Como ya hemos dicho, nada del aspecto exterior, ni siquiera el sonido podían hacer presagiar la gran potencia que guarda bajo el capó. Y es que este Volkswagen Golf incorpora un motor V6 de 3.6 litros al que se le ha acoplado un doble sistema de turboalimentación que dispara la potencia hasta los 861 caballos. Además, su dueño ha adaptado toda la mecánica y electrónica del vehículo para redirigir y controlar eficientemente esa gran potencia, logrando un resultado inimaginable.
Por último, el vehículo ha recibido una serie de actulizaciones mecánicas; la línea de escape con doble salida se ha renovado, las suspensiones son ahora más bajas y firmes para mantener el coche pegado al suelo, los frenos de disco han aumentado de tamaño y las pinzas son más fuertes para poder frenar más eficazmente el coche. Además, en el interior se ha aligerado peso eliminando los asientos traseros y reforzado el habitaculo con una jaula antivuelco para mejorar la seguridad y la rigidez.
Aquí puedes ver este Volkswagen Golf de 861 caballos en acción: