Hace muy pocas semanas que la nueva y sexta generación del Volkswagen Polo se ha puesto a la venta en nuestro país, pero el hecho de lanzar inicialmente una gama limitada en sus mecánicas ha hecho que la firma de Wolfsburgo ya haya anunciado la primera incorporación ‘extra’ a la oferta de este utilitario. Se trata de un propulsor turboalimentado de gasolina TSI de 1.0 litros y tres cilindros y 115 CV de potencia.
Se sitúa, por lo tanto, como la opción más potente de la gama del nuevo Polo, por encima de sus homólogos de gasolina con los bloques 1.0 MPI de 65 y de 75 CV, y el homónimo 1.0 TSI con 95 CV de fuerza. Este nuevo escalón de potencia entrega 200 Nm de par motor máximo y se puede asociar tanto a una caja de cambios manual de seis relaciones como a una transmisión automática DSG de doble embrague con siete velocidades.
Ligado a la transmisión manual, este nuevo Volkswagen Polo 1.0 TSI de 115 CV registra un consumo medio de combustible de 4,7 l/100km y unas emisiones de CO2 de 107 g/km. Mientras tanto, la versión con la caja automática homologa un consumo en ciclo combinado de 4,8 l/100km y unas emisiones de CO2 de 109 g/km. Según declara Volkswagen, este modelo acelera de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos y alcanza los 200 km/h de velocidad máxima -datos para la versión con cambio manual; los de la caja DSG no han sido revelados pero se presumen similares-.
El único ‘pero’ es que aquellos que estén interesados en él tendrán que decantarse obligatoriamente por el nivel de equipamiento Sport, que es el acabado tope de gama. Esto supone un precio que, sin descuentos incluidos, es algo elevado en comparación con su competencia directa en el segmento. Así las cosas, la versión manual parte de los 18.495 euros, mientras que la variante con el cambio DSG hace lo propio en 20.165 euros.