El inconveniente principal se encuentra en una pieza fabricada por un proveedor y que se sitúa en el vano motor, la cual podría acabar produciendo una fuga de combustible, con el peligro que eso entraña en un vehículo que trabaja con unas temperaturas tan altas. De hecho, Ferrari ya tuvo problemas similares en el pasado cuando se incendiaron varios 458 Italia debido a un fallo similar.
Sea como fuere, puede que no sea para tanto, pero hay veces que las firmas –y más tan prestigiosas como Ferrari- prefieren curarse en salud para no acabar generando noticias como la anteriormente citada. Además, en el caso que les ocupa, se trata incluso de algo que debería ser responsabilidad del proveedor, y no de la marca.
Por último, cabe resaltar que el motor que mueve a este deportivo es un bloque de 3.8 litros con turbo y 8 cilindros en V, y que desarrolla una potencia de 560 CV y un par máximo de 775 Nm. Así, su velocidad máxima está cifrada en 316 km/h, y su aceleración de 0 a 100 km/h la completa en 3,6 segundos.