24 Horas de Le Mans: La competición hecha leyenda

¿Un titular? pretencioso? Si tenemos en cuenta que la prueba ha reunido este año a más de 260.000 espectadores y que incluso Fernando Alonso quiere correrla; no, no creemos que lo sea. Te descubrimos los aspectos más desconocidos de Le Mans.


Cualquier aficionado al automóvil sabe que las 24 Horas de Le Mans es la prueba de resistencia más famosa del mundo, o que Audi la domina con ´mano de hierro´ desde el año 2000 –de las 15 últimas ediciones, ha vencido en 13; falló en 2003 y 2009–. Y a poco que investigues en Wikipedia encontrarás que se corrió, por primera vez, del 26 al 27 de mayo de 1923 en el circuito de La Sarthe –donde se sigue realizando en la actualidad–; que Porsche es la marca más laureada en esta carrera, ya que se ha alzado con la victoria en 16 ocasiones; o que Marc Gené es el único piloto español que ha vencido en la máxima categoría –en 2009, al volante del Peugeot 908 HDI–… aunque no hay que olvidar que el madrileño Antonio García ha subido al primer lugar del podio de La Sarthe hasta en tres ocasiones: en 2008 y 2009 como vencedor de la categoría GT1 a los mandos de un Aston Martin DBR9 y un Corvette C6.R respectivamente y, en 2011, a bordo de otro Corvette encuadrado en la renombrada categoría GTE Pro.


La experiencia de un rookie

Rodolfo González es un piloto venezolano de 28 años, que atesora experiencia en F1 –ha sido piloto probador de escuderías como Marussia o Caterham– y, este año, ha debutado en las 24 Horas de Le Mans, al volante de un prototipo LMP2 Oreca Nissan.
«Debutar y correr en Le Mans ha sido una experiencia increíble. Y es que para mí, las carreras de resistencia representan el automovilismo deportivo más puro. En cuanto a las 24 Horas de Le Mans, todo impresiona… empezando por el punto de vista desde el coche, ya que vas situado tan abajo que, mientras conduces, prácticamente lo único que ves es la pista y el césped o muros que la rodean. Además, y respecto a un monoplaza de F1, el coche lleva mucha menos carga aerodinámica –para lograr la máxima velocidad punta en rectas como Hunaudieres– y, por eso, a 300 km/h se siente mucho más ´ligero´, menos pegado al suelo, que un F1 y eso€ ´acongoja´. Desde luego, estoy deseando volver».

Además, y sólo con que hayas estado ´enganchado al mundo´ a lo largo del último mes, sabrás que, en la edición de este año, en la que Porsche volvía a competir en Le Mans tras 16 años de ausencia, volvió a vencer€ Audi.

Esta vez lo hizo con el prototipo híbrido R18 e-tron Quattro nº 2, conducido por los pilotos Marcel Fassler, Benoit Treluyer y Andre Lotterer. Marc Gené, que participó finalmente al volante del Audi R18 e-tron nº1, tras relevar al piloto Loïc Duval –lesionado al sufrir un accidente durante los entrenamientos libres–, llegó a liderar la prueba pero, finalmente, quedó segundo junto a sus compañeros el brasileño Luca di Grassi y el danés Tom Kristensen. Mientras, Antonio García, que compartía el volante del Corvette C7.R con Jan Magnussen –el padre del piloto de McLaren F1–, alcanzó la segunda posición de su categoría.

La media de velocidad: más de 235 km/h

Pero, al final, todo eso son sólo meros datos, meras cifras€ que no reflejan el verdadero espíritu de Le Mans. ¿Y cuál es éste? Pues, quizá, la esencia del automovilismo deportivo, que hace que 56 equipos –el máximo admitido por la organización– preparen durante semanas y semanas esta cita, invirtiendo en ella decenas de miles de euros –ver ‘¿Cuánto cuesta correr en Le Mans?’–; el que hace que los mecánicos y pilotos duerman, con suerte, seis horas en sesiones que van desde los 40 minutos a las tres horas; o, quizá, el que durante la carrera se cree un estado de máxima tensión en los boxes y equipos.

Y es que los mecánicos e ingenieros deben estar atentos a cada paso por vuelta y a cualquier mínima incidencia en sus coches, ya sean salidas de pista, colisiones o, por supuesto, averías€ Mientras que los pilotos, durante la carrera y para evitar la somnolencia de la digestión, apenas van comiendo algo de pollo, fruta y frutos secos; además, cada vez que acceden al coche para realizar un stint –que dura de dos a cuatro horas–, no pueden olvidar dos cosas: llevar la base de su asiento, realizada a medida, y un bidón con bebida –Gené nos confirmó que él prefiere agua– que colocan en el vehículo y del cual van bebiendo, mediante un conducto que atraviesa el casco, para evitar la deshidratación. Hecho esto, la labor de un piloto se concentra en ir dando vuelta tras vuelta a una velocidad media superior, en el caso de los LMP1, ¡a 235 km/h!

263.000 aficionados en el circuito

Mientras los vehículos atronan la pista giro tras giro, 24 horas en el circuito dan para mucho€ y, desde luego, para pasear a lo largo y ancho del recinto. En esas caminatas, y mientras cotilleo en los numerosos puestos de merchandising y esquivo riadas de espectadores, me doy cuenta de que el público es esencial en Le Mans. No en vano, en esta edición, acudieron a la prueba ¡263.300 aficionados! Para dar cabida a todos ellos, en los alrededores de la pista existen más de una decena de cámping –cuestan en torno a 160e/persona de jueves a domingo–.

Un día en Le Mans

Ficha técnica

Audi R18 E-tron

Dimensiones: 4,65×1,90x 1,05 m -largo/ancho/alto-
Peso: 870 kg
Capacidad del depósito: Más de 58 l
Chasis: En fibra de carbono y estructura de aluminio.
Tipo de propulsor: V6 diesel a 120º, turboalimentado y con iny. directa, en posición longitudinal central.
Cilindrada: 4.000 cc
Potencia: Más de 500 CV –cifra no confirmada oficialmente–.
Cambio: Caja secuencial de siete velocidades.
Sistema híbrido: Las ruedas traseras están accionadas por el V6 mientras que las delanteras lo son por dos motores eléctricos alimentados por la energía almacenada en un volante de inercia que, a su vez, se ´carga´ durante las frenadas. Lo hace mediante un sistema de frenada regenerativa y la energía procedente de un generador en el turbo.
Suspensión: Independ. del. y tras., amortiguación regul.
Frenos: Discos carbonocerámicos del. y tras. con pinzas fijas de aluminio.
Neumáticos: Michelin, delanteros en medida 31/71-18; traseros, 31/71-18.

Y es que, un año antes de la prueba, todos los hoteles de Le Mans y de los pueblos en unos 15 km a la redonda del circuito ya tienen completas las reservas… ¿Los precios? Desorbitados: por una habitación doble en un hotel de 3 estrellas se llegan a pagar más de 2.000 euros por todo el fin de semana de la competición.

Eso sí, hay que tener en cuenta que, en Le Mans, el fin de semana de la carrera arranca el miércoles, cuando se llevan a cabo los primeros entrenamientos libres, y continúa el jueves, ya con las pruebas clasificatorias definitivas. El viernes, en cambio, el circuito de La Sarthe permanece extrañamente cerrado, aunque eso se debe a que la acción se traslada al centro de la ciudad de Le Mans.

A las once de la mañana, y en la plaza de San Nicolás –donde existe un monumento a la carrera–, se lleva a cabo la denominada ´Ceremonia de las manos´, por la cual, cada año, se desvela una placa de bronce que incluye los relieves de las manos de los ganadores de la edición anterior. A ella acuden los pilotos galardonados, y como no se trata de un acto muy conocido, es una buena oportunidad para lograr un autógrafo.

La verdadera locura empieza sobre las cinco y media de la tarde cuando, desde la plaza de los Jacobinos, parte la Driver´s Parade: un desfile en el que, a bordo de distintos coches clásicos, todos los pilotos van recorriendo las calles de la ciudad mientras firman autógrafos. Se trata de una fiesta a la que se suman los distintos clubes automovilistas franceses, aficionados a bordo de sus coches clásicos o deportivos€ y en la que los pilotos sienten de cerca el calor de los seguidores.

Se estima que 100.000 aficionados participan en ella cada año y las anécdotas se suceden sin parar: en esta edición y, según se acercaba a un grupo de seguidores daneses, Tom Kristensen se apeó del coche en el que desfilaba junto su equipo y se puso a cantar junto a sus compatriotas. Curiosamente, los espectadores daneses son unos de los más carismáticos y divertidos –es habitual verles ataviados con los cascos vikingos– que visitan Le Mans.

En los últimos años, se han dado cita hasta 35.000 de ellos… aunque, a ese respecto, tiene bastante que ver que sea un danés –el citado Kristensen, y con nueve victorias– el piloto más laureado de la prueba, o que el hermano menor de éste sea el propietario de una de las más importantes agencias de viajes de su país: KRejser.

Sin embargo, el público más fiel y numeroso en Le Mans no son los franceses, sino los británicos. Se estiman en más de 60.000 los que, cada año, acuden a La Sarthe; y buena prueba de lo que suponen para la carrera es que, en las kilométricas zonas de aparcamiento a las afueras del circuito –existen hasta diez párking distintos–, resulta frecuente ver chiringuitos que anuncian platos tan británicos como desayunos de huevos fritos con beicon y champiñones.

24 Horas de Le mans

El Toyota TS 040 Hybrid nº7 logró la pole y fue líder durante muchas horas, pero una avería eléctrica le sacó de la carrera. El TS 040 nº 8, pese a sufrir un accidente durante la prueba, escaló finalmente hasta el tercer lugar del podio. 

El fin de fiesta

Pasadas las tres de la tarde del domingo, y una vez acabada la carrera, el público sigue siendo protagonista. En primer lugar, porque los cientos de personas que inundan la pista para ver de cerca la entrega de premios constituyen una espectacular y ruidosa marabunta, que no desaparece hasta pasados 30 minutos. Incluso una hora después de acabar la prueba€ todavía es posible encontrar a decenas de aficionados que van por el circuito en busca de piezas o trozos de goma, o que recorren unos metros del trazado a lomos de sus bicicletas o de sus automóviles. Es la mística de Le Mans, que persiste aún cuando la carrera ha finalizado y volverá a aparecer el año que viene.

Es la octava vez que un coche con el dorsal nº2 vence en Le Mans. Audi ya lo logró en las ediciones
de 2008 y 2011.
El Audi R18 nº2 realizó, a lo largo de las 24 horas, un total de 379 vueltas –73 como líder– y 5.165,391 km; lo que supone que mantuvo una velocidad media de 214, 927 km/h. En esta media, se tiene en cuenta las 29 veces que tuvo que entrar en boxes, en las que ´perdió´ un total de 58 minutos y 12,362 segundos. En total, sus tres pilotos realizaron, en 24 horas, cuatro veces y media la distancia de Madrid a Le Mans. El Audi R18 e-tron Quattro nº2 logró, con André Lotterer a los mandos, la vuelta rápida en carrera: 3´ 22´´ 567. Esto equivale a una velocidad media en ese giro de 242,213 km/h; algo que logró, en parte, gracias a su velocidad punta: 350 km/h en la recta de Hunaudieres. En 2014, Audi ha incluido en sus R18 e-tron, un novedoso sistema de luz láser. Estos faros proporcionan un mayor haz de luz y una iluminación más homogénea. ¿Cómo lo logran? Dentro de cada óptica, un rayo láser azul atraviesa una placa que contiene fósforo, tras lo cual el rayo láser sale convertido en una potente luz blanca. Se trata de una tecnología muy compacta que permite ahorrar peso y espacio y que, según Ulrich Hackenberg, responsable de desarrollo técnico de Audi, «abrirá por completo nuevas posibilidades para nuestros modelos de calle en el futuro».

Algunas curiosidades de la prueba

Desde 1923 a la actualidad, el trazado donde se disputan las 24 Horas de Le Mans ha sufrido hasta 15 modificaciones. Si hoy día el circuito de La Sarthe mide 13.629 m y se encuentra a las afueras de la localidad de Le Mans, en sus orígenes tenía un recorrido de 17.261 m y atravesaba el exterior de la misma; de hecho, pasaba por una zona denominada Pontlieue donde, actualmente, existe… ¡un hipermercado Carrefour!

Por otro lado, una de las imágenes más conocidas de Le Mans son sus clásicas salidas, en las que los pilotos tenían que cruzar la pista corriendo para introducirse en sus coches, arrancarlos y empezar a competir. Se inauguraron en 1925, pero se quitaron, por motivos de seguridad, en 1969.
Los hombres récord de Le Mans son el danés Tom Kristensen, con nueve victorias, seguido del belga Jacky Ickx, conocido como Mr Le Mans, a pesar de ganar esta prueba ´sólo´ seis veces. Mientras, el piloto que más veces ha participado en esta carrera –33– es el francés Henri Pescarolo; eso sí, la ganó en cuatro ocasiones. Por otro lado, el vencedor más joven es el ex piloto austríaco Alex Wurz quien, en 1996 y con 21 años, venció a los mandos de un Joest Porsche.

¿Y qué pasa con la velocidad? Pues que el récord jamás alcanzado en la prueba es de… ¡405 km/h! La logró un prototipo Peugeot en la recta de Hunaudieres en la edición de 1988. En 1990, a esa zona del circuito se le añadieron dos chicanes por motivos de seguridad.

Un reglamento de lo más singular

¿Sabías que, según el larguísimo reglamento de la carrera, si un vehículo participante no puede tomar la salida desde la parrilla, puede salir desde boxes hasta pasada una hora más tarde? Eso sí, si tarda un minuto más, queda descalificado. ¿O qué, si un coche se para en la pista durante la carrera y el piloto se baja y se aleja más de 10 metros, quedará automáticamente descalificado? Sin embargo, la carrera sí permite que el piloto, con los utensilios que lleve en el vehículo, pueda tratar de reparar posibles averías…

Estas son sólo algunas de las curiosidades técnicas de esta legendaria prueba. Pero, para que tengas claro cómo funciona la carrera, te indicamos algunas de sus normas más importantes. Por ejemplo, los equipos sólo pueden contar con tres pilotos por coche y, cada uno de ellos, sólo puede conducir durante un máximo de cuatro horas –cada seis; esto es, tiene que parar obligatoriamente durante dos horas– y durante un tiempo máximo total de 14 horas.

También debes saber que en Le Mans no existen los coches de reserva: si uno se avería, puede detenerse en el pit lane y un máximo de cuatro mecánicos pueden tratar de repararlo –sin embargo, si lo empujan al interior de su box, podrán intervenir todos los necesarios–; eso sí, sustituir el motor, el chasis o las carcasas del cambio o del diferencial conlleva siempre la descalificación del vehículo.

Además, la hora de realizar paradas en boxes, los coches han de mantener una velocidad máxima en el pit lane de 60 km/h y, una vez se hayan detenido en el box, apagar el motor. Si van a repostar, ningún mecánico –excepto el encargado de limpiar los cristales– podrá trabajar en el vehículo hasta que la operación no haya acabado; por otro lado, a la hora de cambiar las ruedas, sólo podrán intervenir dos mecánicos, equipados con una única pistola neumática. Por cierto… no está permitido usar la marcha atrás de los coches en el pit lane: si es necesario el coche podrá ser empujado por un máximo de cuatro mecánicos. ¿Confuso, verdad? Sí, para ser mecánico en Le Mans uno tiene que haberse ‘empollado’ muy bien el reglamento.
Y es que todo en Le Mans está controlado casi… obsesivamente. Sirva como último ejemplo que los números que identifican a cada vehículo participante –situados en el frontal y en los laterales– han de ser de color blanco y estar iluminados, para que resalten siempre sobre una superficie del color correspondiente a su categoría: rojo para los LMP1, azul para los LMP2, verde para los GTE Pro y amarillo para los GTE Am.

24 horas de Le Mans:´La carrera´

Salgo desde Madrid hacia Le Mans en coche, son sólo 1.126 km, eso sí, al volante de un Audi RS7. Con buen ritmo, los kilómetros pasan rápido y más cuando intercambiamos el RS7 con un R8 Spider, R8 Coupé, RS6… Tras una escala llegamos el viernes por la mañana a Le Mans. He disfrutado con el viaje pero, al llegar, ¡qué ambientazo!

Se respira gasolina en cada esquina, talleres, tiendas, restaurantes, bares, consultas de dentistas o farmacias. Este año todo ha comenzado, en mayo, con el GP de Le Mans de motos; después, han venido las 24 Horas… a las que le siguen las 24h Le Mans Classic, el primer fin de semana de julio; las 24h de Karting, el 24 de agosto; las 24h Moto, el 20 de septiembre; y las 24h Camión, el 11 de octubre…. En resumen, la ciudad vive y respira el motor y las pruebas de resistencia.

Audi también caldea este ambiente. Ausente en la actualidad de cualquier otro evento internacional, salvo el WEC –World Endurance Championship– con sus ocho pruebas incluida Le Mans; las 24 Horas son su evento deportivo del año y, por ello, el despliegue que hacen para celebrarlo es notable. Invitan a personalidades de la vida pública, prensa y clientes hasta sumar 800 personas. Yo me propuse vivir las 24 horas en pie, y casi lo logro: un breve descanso de dos horas y media en el hotel Audi fueron suficientes para recomponer el cuerpo. ¿Hotel Audi? Sí, 800 camas, en 800 cuartos perfectamente acondicionados para ´sobrevivir´ porque tienen todo menos reductor de ruidos. Aun así, se descansa para seguir viviendo LA CARRERA por excelencia.

Han sido mis primeras 24 Horas de Le Mans, pero sin duda no serán las últimas. Como me contaba Marc Gené mientras hablaba con él antes de la carrera, «las 24h de Le Mans son la esencia pura del automovilismo€ Cualquier piloto debe vivir y competir aquí al menos una vez en su vida». Y es algo que, a ti, lector; también te recomendamos. Y es que 24 horas al final son pocas y pasan muy rápido. Por ej., el Audi vencedor las pasó… a un promedio de 214 km/h, ¡ahí es nada!

Juan Hernández
Director de Car&Tecno

Pero, ¿cuánto cuesta correr en Le Mans?

Te hemos contado el ambiente, las reglas… pero, hablemos de dinero. Que quede claro, el organizador de la prueba, el ACO o Automobile Club de l’Ouest, no pierde dinero con ninguna edición de Le Mans. De entrada, cualquier equipo que quiera participar en la prueba ha de abonar 50.000 euros por cada vehículo que vaya a presentar, corra finalmente o no. A cambio, el ACO garantiza unos premios de 40.000e para el ganador final; 25.000e, para el segundo; 20.000e, para el tercero; 15.000e, para el cuarto; y 10.000e para el quinto vehículo en cruzar la meta. Eso sí, el ganador de cada categoría recibe 10.000 euros más.

Sin embargo, los costes de participación para esta carrera son enormes. Ningún equipo de la categoría LMP1 hace públicas sus cuentas, pero Greg Murphy, propietario de Murphy Prototypes –uno de los equipos punteros de LMP2–, ha indicado a Car&Tecno que el presupuesto de un equipo como el suyo –que también participa en el campeonato europeo de resistencia Le Mans Series– «ronda los dos millones de euros por temporada», y que si un coche de su categoría cuesta «unos 600.000 euros, un motor –en Le Mans todos los equipos estrenan uno– supone otros 95.000 euros» de factura; eso sin contar el coste de desplazamiento y honorarios del equipo, que «en Le Mans alcanza, como poco, los 35 integrantes».

Los Pilotos

El equipo compuesto por el suizo Marcel Fässler –38 años–, el alemán André Lotterer –32– y el francés Benoît Tréluyer –38– compite para Audi desde hace cinco años y es, en los últimos años, una apuesta sobre seguro. No en vano, y acompañados siempre por la ingeniera británica Leena Gade –en la foto–, ya vencieron en la prueba gala en 2011 y en 2012. En la historia de esta carrera, sólo cuatro formaciones han conseguido tres victorias en Le Mans: además de los vencedores de este año, lo lograron Phil Hill/ Olivier Gendebien; Jacky Ickx/Derek Bell y el trío formado por Frank Biela/Emanuele Pirro/Tom Kristensen.

24 Horas de Le Mans nocturna

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