Tanto la correa como la cadena de distribución son un sencillo dispositivo cuya función es sincronizar el funcionamiento interno de todas las piezas del motor. Un fallo en la distribución puede causar una avería bastante costosa, o incluso irreparable.
La correa de distribución es un elemento de material neumático que se encarga de sincronizar los elementos internos del motor, de manera que podría acabar con la vida del motor de nuestro motor si no se siguen las recomendaciones que exigen los fabricantes.
Para que el sistema de distribución funcione correctamente, en esta sincronización intervienen válvulas, pistones, árboles de levas y piñones. La constante evolución en el mundo del motor, hace que los fabricantes de motores incorporen sistemas muy avanzados basados en minimizar los rozamientos internos, reducir consumos y emisiones de gases contaminantes. La tendencia actual de los fabricantes para reducir el consumo del vehículo, es utilizar la técnica del «downsizing», que consiste en reducir la cilindrada del motor para conseguir consumos y emisiones más reducidas, pero manteniendo un alto rendimiento.
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Uno de los componentes que desaparece es la correa o cadena de distribución, como ocurre en el Fiat 500 dos cilindros con sistema de apertura y cierre de válvulas, denominado Twin-Air o Multi-Air. Estos dos sistemas electrohidráulicos tienen como misión es el control del funcionamiento de las válvulas de admisión, el cual está desarrollado por la marca Magneti Marelli y montado en algunos vehículos de la marca Fiat. El sistema Twin-Air se utiliza en motores 0.9 bicilíndricos y el Multi-Air se monta en motores cuatro cilindros.
¿Sabes cómo funciona este sistema?
Su funcionamiento está basado en la mejora del llenado de los cilindros del motor y esto se consigue controlando la apertura y cierre de las válvulas de admisión.
La apertura y cierre de las válvulas se consigue por medio de válvulas electrohidráulicas que permiten una mejor combustión del motor y que se pueda ver satisfecha la demanda de par motor con una rapidez mayor, lo que generará las siguientes ventajas:
- Facilidad en el arranque
- Aumento de potencia y par motor
- Reducción de emisiones de CO2
- Menor consumo de combustible
Toda la gestión en el funcionamiento del sistema la realiza la unidad de control de la inyección/encendido, la cual controla de una forma constante las válvulas de admisión. Este sistema está compuesto por un circuito hidráulico cuya presión es generada por la bomba de aceite del motor.
Durante la circulación del aceite, el sistema expulsa el aire por orificios de purga o llamados respiraderos, hasta que llega al acumulador que restablece la presión del ciclo de trabajo.
Del acumulador pasa a la cámara de alta presión pasando por una electroválvula que es controlada por la unidad de control del motor y cuyo funcionamiento se realiza en función de la carga del motor (posición del pedal de acelerador).
En cuanto a la electroválvula, ésta cierra el paso del aceite que va a la cámara de alta presión, con lo cual, provoca que el circuito se quede hermético y genera el aumento de presión provocado por el elemento de bombeo inferior, siendo enviado el aceite al elemento de bombeo superior, provocando la apertura de la válvula de admisión.
La apertura de las válvulas de escape las realiza un árbol de levas que recibe el movimiento a través de dos piñones (uno situado en el propio árbol de levas y otro en el cigüeñal), ambos engranados en toma constante. La fiabilidad de estos motores es muy alta, con una rápida respuesta y un bajo consumo de combustible, además de la reducción de emisiones de gases contaminantes.
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