El verano es uno de los mejores momentos para comprar un coche, tanto por las vacaciones, que permiten disfrutar más a la hora de estrenarlo, como por las rebajas. Y no nos referimos a las de tu tienda de moda favorita, sino a las que realizan los concesionarios, sobre todo ahora que entra en vigor el nuevo ciclo de homologación de consumo y emisiones, denominado WLTP. Y es que, antes del 1 de septiembre, los fabricantes tendrán que dar salida a la mayor parte de su stock, por lo que este verano podemos encontrar auténticos chollos, como los que te contamos hace unos días.
El mes de agosto, por lo tanto, es ideal para acudir al concesionario y encargar un coche nuevo. Los comerciales son conscientes de que, a lo largo del mes del agosto, tienen que vender una gran parte del stock existente en las fábricas, así que puedes aprovechar para conseguir una rebaja importante en un amplio abanico de modelos. El único requisito es que se matricule el vehículo antes del 1 de agosto y, eso sí, deberás conformarte con alguna de las configuraciones que estén disponibles en la flota en stock, por lo que no podrás pedir a fábrica un coche a tu gusto. Por suerte, quedan muchas unidades disponibles y es fácil que alguna se corresponda con lo que buscas.
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Como ya te dijimos, los mayores descuentos se prevén en los modelos y versiones de peor salida, ya que los principales superventas irán reduciendo su stock de manera paulatina durante las próximas semanas. Por tanto, si buscas un coche nuevo con un precio de derribo, lo mejor es estar atento a las ofertas que irán surgiendo hasta el 1 de septiembre.
¿Y a partir de septiembre?
El primer mes del otoño seguirá siendo bueno para cambiar de coche. Lo ideal, en este caso, es comprar un vehículo de kilómetro cero, una vez más, a consecuencia de la entrada en vigor el 1 de septiembre del ciclo de homologación WLTP. Una vez termine agosto, los fabricantes solo podrán vender un 10% de su volumen de ventas homologado bajo el actual ciclo NEDC, por lo que, antes de esa fecha, deberán matricular el mayor número de unidades posible que no hayan vendido en agosto. Esto significa que habrá multitud de unidades nuevas a la venta, pero se beneficiarán de un jugoso descuento al estar matriculadas, por lo que su tarifa será más asequible que la de un modelo pedido a fábrica a partir del día 1 de septiembre.
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Por otro lado, con la entrada en vigor del nuevo protocolo de medición de consumos y emisiones WLTP, se espera que, de media, los consumos homologados sean un 20% más altos y las emisiones de C02, entre un 15% y un 25%. Esto repercutirá en el Impuesto de Matriculación de cada nuevo vehículo que, en función de lo que se incrementen sus consumos y emisiones, podría pasar a tributar en un tramo superior, encareciendo así su precio final. Sirva, como ejemplo, un coche que bajo el actual ciclo de homologación NEDC emite menos de 120 g/km de CO2, lo que deja su Impuesto de Matriculación en un 4,5% del total de su valor antes de impuestos; el mismo modelo puede superar la barrera de los 120 g/km de CO2 bajo el nuevo ciclo de homologación WLTP, por lo que pasaría a tributar en el siguiente tramo y su impuesto de matriculación pasaría a ser el 9,75% del total de su valor antes de impuestos, es decir, que a partir del 1 de septiembre costaría un 4,25% más antes de impuestos. Solo por este motivo queda justificada su compra antes de esa fecha, al fin y al cabo, el ahorro es sustancial.