Esto parece que va a ser un paseo para el Audi, ¿no? ¿Cómo narices un Skoda con carrocería familiar, un motor de cuatro cilindros y tracción delantera, construido sobre la plataforma de un Volkswagen Golf, puede siquiera competir con el máximo exponente deportivo de la gama A4 de Audi? Incluso aunque estemos hablando del Skoda Octavia RS, con su motor de 245 CV y diferencial de deslizamiento limitado, parece una locura enfrentarlo a un coche con un propulsor 4.2 V8 atmosférico de 420 CV capaz de alcanzar las 8.250 rpm, tracción total, una sofisticada suspensión interconectada a través de un sistema hidráulico y un diferencial con reparto vectorial del par motor. En los estándares de nuestra publicación, donde lo más importante son las emociones al volante, algo que alcanza las 8.000 rpm parece que lo tiene hecho.
Pero ojo, si eres una persona racional, de esas que usa crema solar de protección 50, cuida su dieta y evalúa sesudamente todas las opciones antes de tomar una decisión, entonces comprar un Skoda nuevecito, con su garantía oficial y por menos dinero, igual tiene más sentido que la complejidad que supone hacerte con un Audi usado durante un mínimo de 10 años y con unos costes de mantenimiento mayores. Entonces, lo que realmente estamos analizando aquí es lo que te estás perdiendo si renuncias al Audi y si el Skoda vale la pena como sacrificio racional.
Por dentro, el RS está lleno de sorpresas. Y no precisamente por el color negro dominante, sino por pequeños detalles que hacen muy característicos a los modelos de la marca de origen checo. Algunos ejemplos son la pestaña en el parabrisas para poner los tickets del parking, huecos portaobjetos distribuidos por todo el habitáculo, un control de crucero que permanece activado cuando cambias de marcha… Hay incluso una papelera. Es un coche delicioso para usar a diario, con un tacto sólido, plásticos blandos por todos lados y exquisita Alcántara en los asientos. Se puede decir que transmite una sensación más premium de lo que en un principio podrías esperar de un coche así. Su carácter deportivo no es evidente; apenas incluye unos asientos semibaquet, un volante y pomo del cambio forrados en cuero microperforado y un sonido de motor algo más sugerente de lo habitual.
Más allá de lo superficial encontramos un chasis rígido y, a pesar de que la amortiguación es firme, las irregularidades y los baches del asfalto no afectan a la compostura general. De esta manera, las reacciones del coche son enérgicas cuando afrontas las curvas, con un eje delantero que obedece con rapidez las órdenes dadas desde el volante. La batalla relativamente larga del RS le hace ser menos ágil que coches más pequeños con los que comparte plataforma y motor –VW Golf GTI, Seat León Cupra…–, pero tiene la misma actitud reactiva que caracteriza a los compactos deportivos modernos. Desde luego, es un modelo con el que se disfruta en una carretera secundaria.
De hecho, en vías con curvas de toda clase, el Skoda Octavia muestra las mismas buenas maneras que todos los vehículos construidos sobre la plataforma MQB, y su diferencial VAQ ayuda a que todo fluya con mucha naturalidad. No es un elemento intrusivo, por lo que no corrompe el tacto de la dirección cuando actúa y permite mantener la trayectoria elegida con eficacia. Entonces, cuando aceleras a la salida de una curva rápida, percibes como la dirección se tensa a medida que las dos ruedas delanteras trabajan con el diferencial tratando de ganar tracción para salir lo más rápido posible. Es un ´truco´ y, a medida que aumentamos el ritmo, es muy útil que el eje delantero se estabilice a base de acelerador.
En cuanto al Audi, puede que sus líneas discretas y sutiles, así como un reservado color gris, hagan que pase desapercibido… pero lo cierto es que puesto al lado del Skoda resulta más llamativo. El RS 4 B7 cuenta con un diseño exterior contundente, con unos pasos de rueda ensanchados, llantas específicas y ciertos toques deportivos como la parrilla o los escapes cromados que hacen que la estética sea la correcta. En definitiva, a nivel diseño, y por mucho que el Skoda trate de arreglarlo con unas preciosas llantas de 19´´, está claro que el Audi es más deseable. Eso sí, el interior gris del RS 4 parece de la prehistoria, sobre todo cuando lo comparas con el salpicadero del Skoda, presidido por la enorme pantalla del sistema de infoentretenimiento. También llama la atención el enorme soporte para colocar un teléfono Nokia 5110 o la pequeña pantalla no táctil para el navegador. Los mandos y el interior en general me resulta tremendamente familiar, ya que cuando me saqué el carnet de conducir compartía con mi madre un Audi A4 de esta generación con el vigoroso motor 1.9 TDI de 110 CV. Y te puedo asegurar que aguanta bien el paso del tiempo en cuanto a solidez.
Pero lo que realmente es fantástico de este habitáculo son los asientos delanteros Recaro de cuero, con unas formas que recogen con eficacia el cuerpo desde la base de la espalda hasta los hombros, procurando una postura de conducción muy cómoda. Además, los soportes laterales tanto del respaldo como de la banqueta se pueden ajustar para sentirte más sujeto o más cómodo.
Las impresiones iniciales no son tan favorables hacia el Audi, y empiezas a pensar que el Octavia RS va a salir con dignidad de este enfrentamiento, a priori, desigual. La dirección del RS 4 es lenta, se escucha algún que otro crujido, los desarrollos del cambio son largos y parece un poco blando de suspensión. Para que este panorama varíe un poco, es imprescindible pulsar el botón Sport del volante y llevar el motor por encima de las 5.500 rpm. En ese punto, la mecánica cambia de carácter y despierta la mala leche inherente de este modelo hasta llegar a las 8.250 rpm, con el V8 sonando precioso aunque un poco distante. A nivel sonoro, está a años luz de la ´voz digitalizada´ del Skoda.
Pero no sólo el V8 se transforma en cuanto a personalidad, sino que todo el coche adopta una nueva actitud. La compostura permanece inalterada aunque, a medida que decides conducir intentando llegar a los límites, el chasis responde al reto con suficiencia. La entrada a los giros no es tan incisiva como en el Skoda, ya que el motor V8 pesa lo suyo y, como te pases en la velocidad de entrada a las curvas, el coche subvirará sin remedio. Pero con este concepto claro, lo cierto es que el paso por curva del RS 4 es eficaz. A mitad de los giros, percibes perfectamente como la trasera del coche se carga de peso y puedes empezar a pisar con ganas el acelerador. De hecho, en cada curva acabas con la sensación de que deberías haber pisado el acelerador un poco antes para que la trasera se cargue y te ayude a salir de los giros con más rapidez.
El RS 4 se comporta respetando los principios que definen a los Audi deportivos de esta época: se agarra, las reacciones son seguras y resulta muy equilibrado. Pero este RS 4 también permite cierto grado de ajustabilidad según como uses tanto los frenos como el acelerador. De esta forma, es fácil sacarle partido al propulsor V8.
El Skoda puede que esté en desventaja en este duelo, aunque lo cierto es que sería un complemento perfecto para un coche más caro, menos aprovechable y cuyos costes de mantenimiento resulten elevados como para usarlo a diario. Es un modelo que cumple a la perfección en todos los apartados, pero que no llega a ser de esos automóviles que lo conducirías sólo por diversión.
Ahora bien, si quieres un coche que además te motive a cogerlo sólo porque sí –sin renunciar al espacio–, entonces igual prefieres tener en tu garaje un Audi RS 4 usado.
Ficha técnica del Audi RS 4 Avant (B7, 2005-2008)
Motor | Gasolina, V8, 4.163 cc |
Potencia | 420 CV a 7.800 rpm |
Par | 317 Nm a 5.500 rpm |
Transmisión | Manual de 6 velocidades, tracción total, diferencial con torque vectoring |
Peso | 1.710 kg |
Relación peso/potencia | 4,07 kg/CV |
0-100 km/h | 4,8 segundos |
Velocidad máxima | 250 km/h (limitada) |
Consumo en la prueba | 16,1 l/100 km |
Precio nuevo | 83.500 € (2007) |
Valor actual | 28.000 – 36.000 € |
Ficha técnica del Skoda Octavia RS Combi 245
Motor | Gasolina, 4 cilindros en línea, 1.984 cc, turbocompresor |
Potencia | 245 CV a 5.000 – 6.700 rpm |
Par | 258 Nm a 1.600 – 4.300 rpm |
Transmisión | Manual de 6 velocidades, tracción delantera con diferencial de deslizamiento limitado |
Peso | 1.392 kg |
Relación peso/potencia | 5,68 kg/CV |
0-100 km/h | 6,7 segundos |
Velocidad máxima | 250 km/h (limitada) |
Consumo en la prueba | 10,1 l/100 km |
Precio nuevo | 33.872 € |